Este
miércoles se presenta el libro Le perdono, padre. Sobrevivir a una infancia
rota en el que Daniel Pittet relata con crudeza los abusos a los que le sometió
un religioso cuando tan solo tenía 9 años. «Leer el
testimonio de una víctima de abusos sexuales que habla con toda crudeza es un
testimonio necesario para que todos nos demos cuenta, especialmente dentro de
la Iglesia, de que hay cosas que han ocurrido que no pueden volver a ocurrir y
que no se pueden minimizar», explica José María Rodríguez Olaizola,
consejero delegado del Grupo de Comunicación Loyola
«Leer el testimonio
de una víctima de abusos sexuales que habla con toda crudeza –hay páginas que
son muy duras de leer– es un testimonio necesario para que todos nos demos
cuenta, especialmente dentro de la Iglesia, de que hay cosas que han ocurrido
que no pueden volver a ocurrir y que no se pueden minimizar».
José María Rodríguez Olaizola,
SJ., consejero delegado del Grupo de Comunicación Loyola, se refiera a los
abusos sexuales a menores cometidos dentro de la Iglesia. En concreto, a los
sufridos por Daniel Pittet en Friburgo entre 1968 y 1972, cuando solo tenía
entre 9 y 12 años y que ahora Daniel, convertido en bibliotecario, ha sacado a
la luz en la editorial Mensajero (Grupo Comunicación Loyola) bajo el título Le
perdono, padre. Sobrevivir a una infancia rota.
«No se pueden poner
paños calientes, negar o quitar trascendencia [a los abusos]». Al contrario,
«es importante que se haga luz sobre este asunto porque es una realidad que
necesita sanarse en su raíz», añade el jesuita.
En términos parecidos se ha
expresado el Papa, que en el prólogo del libro califica el testimonio de Daniel
de «necesario, precioso y valiente». Francisco
da las gracias a Pittet «porque testimonios como el
suyo hacen caer el muro de silencio que ahogaba los escándalos y los
sufrimientos, y proyecta la luz sobre una terrible zona de sombra en la vida de
la Iglesia».
La presentación del libro tendrá
lugar este miércoles 31 de mayo a las 19:30 en la calle Maldonado, 1, de
Madrid. En ella participará el propio José María, junto al autor, al delegado de
la Compañía de Jesús en Madrid, Pablo Guerrero, y al cardenal Ricardo Blázquez.
Para Olaizola, la presencia del presidente de la Conferencia Episcopal Española
«expresa de una manera clara que la Iglesia es consciente de la gravedad y la
importancia de tomar una postura inequívoca de denuncia de los abusos a menores
dentro de la Iglesia».
En este sentido, en el Grupo de
Comunicación Loyola –asegura su consejero delegado– «somos
conscientes de que uno de los servicios que podemos hacer de verdad a la Iglesia
es contribuir a hacer visible testimonios, como el de Daniel, que nos llevan a
decir: “desde dentro de la Iglesia tenemos que acertar para que algo tan
terrible no vuelve a ocurrir”».
José
Calderero @jcalderero
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