21 AGO 2014 MADRE DE LA SALVACIÓN: NINGÚN HOMBRE TIENE LA AUTORIDAD PARA
DAÑAR A OTRO EN EL NOMBRE DE DIOS
02.09.2014 21:40
Jueves 21 de agosto de 2014 a las 16:25 hrs.
Mis queridos hijos, cuando un hombre persigue a otro hombre y le causa
sufrimiento, el Espíritu de Dios no puede permanecer en esa alma, porque es el
maligno quien reside en su interior. Cuando un hombre persigue a otro, le causa
daño, ya sea espiritual o físicamente y luego justifica sus acciones, diciendo
que él está defendiendo la Palabra de Dios, sabed que este es el pecado más
grande, ya que insulta la Divinidad de Dios.
Ningún hombre tiene la
autoridad para dañar a otro hombre en el Nombre de Dios, ya que esto nunca
sería tolerado o permitido, por mi Hijo, Jesucristo. A medida que aumentan las
calamidades en el mundo, también cada acto malvado será tolerado por los
culpables de terrible pecado contra Cristo. Ellos darán cualquier excusa para
justificar sus malas acciones y ninguno de ellos escapará al castigo en el Plan
de Redención de Dios. Arrojad el mal
sobre otra alma y ese hombre tendrá que responder por sus pecados contra Dios,
Su Creación y todo hijo de Él.
En esta época de gran engaño, cuando es difícil para los pecadores
discernir el bien del mal, es importante recordar las palabras de mi Hijo,
Jesucristo. El que esté sin pecado, que
tire la primera piedra. La persona que cause terribles sufrimientos a
los demás será juzgado de acuerdo a sus acciones.
Debéis, en este momento, orar por la humanidad y por las gracias para
discernir la diferencia entre los pecados, los que se llevan a cabo en contra
de la humanidad, y los que son en contra de Dios. El pecado es pecado, pero cuando las malas acciones se llevan a cabo en
el Santo Nombre de Dios, entonces graves consecuencias seguirán tras de sí.
Como el odio se propaga también lo hará el amor de Dios esparcido a través de
las almas de los mansos y los humildes, porque ellos llevan la antorcha de la
Salvación contra un fondo de oscuridad. Solo por la Gracia de Dios, el hombre
puede ser salvo del pecado y será a través de aquellas almas, que aman a Dios
sin condición, que las almas que yerran(que se equivocan) puedan ser
redimidas.
Tenéis que rezar, rezar, rezar por los pecadores en todas partes porque
la oscuridad les ciega a la Verdad. Sin la Verdad, el mundo se sumiría en la
más completa oscuridad. Orad para que vosotros, mis queridos hijos, podáis
resistir la fealdad que el pecado trae a vuestras vidas. Orad por aquellos que
persiguen a los hijos de Dios para que puedan encontrar en su corazón el
mostrar amor y compasión a los demás.
Orad por la salvación de las almas y, especialmente por aquellas que han
permitido al odio nublar sus corazones y que son las más necesitadas de la
Misericordia de Dios.
Vuestra Amada Madre, Madre de la Salvación
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