El Ángel Rosa del Corazón de Santísimo hizo la señal de su presencia.
HNO. JOSÉ: Bienvenida
seas Rosa del Corazón de Santísimo, gracias por tu Santa presencia.
EL ANGEL ROSA DEL CORAZÓN
DEL SANTÍSIMO: Cierren sus ojos, que nada les distraiga, solo tengan los ojos
cerrados y cálmense, tranquilícense… respiren, todo es tranquilidad porque en
éste momento se abrió ya el Cielo, Ángeles iluminan éste lugar… por petición de
la Reina, su calor es su Amor, es más grande de todo lo que hay en ustedes, hay
Paz y tranquilidad en éste lugar, que nadie más entre… todo está sellado.
HNO. JOSÉ: Ordenó que nadie
entre, sea quien sea nadie entra en éste lugar.
EL ANGEL ROSA DEL CORAZÓN
DEL SANTÍSIMO: Manténganse en silencio y empiecen la oración muy dentro de ti,
pide perdón, pide perdón a tu Señor porque lo has ofendido, pide perdón por
todas aquellas cosas que no pudiste hacer, pide perdón por juzgar, pide perdón
por tus palabras que salen con maldad de tu boca, para criticar, para hablar
mal de tu hermano, pide perdón.
Pide perdón porque no te
has portado como hija, hijo de Dios,
éste es el momento… reconócete, reconoce
dentro de ti todo… palabra tras palabra, minuto tras minuto, todo y libérate,
pidiendo perdón.
Ahora en tu corazón se
enciende el fuego, dale gracias… gracias Padre… por todo lo que has hecho por
mí, por todo lo que me has dado, por la vida, por los días, por los seres que
amo, por los seres que me aman… Gracias Padre.
Allí en tu lugar, dale
gracias por el día que tuviste, también por los problemas, dale gracias también
por ése dolor, dale gracias por tu enfermedad, dale gracias por tus preocupaciones,
porque te das cuenta que estás vivo, estás viva, que es cierto que tu
equivocaste tú camino y cometiste errores, dale gracias para que Él sea la Luz,
que ya no tropieces más, dale gracias de corazón… ahora dentro de ti, en
silencio… háblale… y pídele lo que necesitas.
Pide por tus hermanos,
pide por todas las personas por las que oras, pídele…
Abba, Abba, habsa Abba,
ya están aquí los cuatro.
DIOS PADRE: Soy el Padre
Celestial…
HNO. JOSÉ: Todos de
rodillas con la cabeza en el suelo.
DIOS PADRE: Quiero que
todos a partir de éste momento no vean a los instrumentos, ellos son sólo eso…
instrumentos, la palabra es mía… hijo mío, hija mía que estás aquí, estoy
escuchando los pedidos de tu corazón, los sentimientos de tu corazón, los
pensamientos que pasan por tu mente, SOY TU PADRE CELESTIAL, quien te dio la
vida y te trajo aquí, a éste mundo, a cumplir una misión, sólo tuya y de nadie
más.
Hijo mío, hija mía, hoy
te llamo a reflexionar, sobre cómo estás viviendo tu misión, muchos piensan…
ésta misión que haré será grandiosa ante los ojos de los hombres, primero les
he dado la misión sencilla de ser verdaderamente mis hijos en el lugar dónde
los he puesto, con su familia, con sus vecinos, con sus amigos y conocidos,
ellos deben ver el reflejo de unos Cristianos que realmente transmitan AMOR,
hoy te hago pensar a ti sobre cuanto AMOR derramas a tu alrededor, cada uno
tiene una misión y todos tienen un tiempo, como hoy lo han escuchado en la
Sagrada Palabra, todo tiene su tiempo, éste es el tiempo de sembrar y trabajar,
éste es el tiempo en que ustedes serán iluminados en la medida en que ustedes
abran su corazón cada día y se muestren dispuestos a hacer su misión… si no
oran hijos míos, hijas mías, como tendrán un tiempo para unirse a mi corazón, YO
los AMO infinitamente, eternamente, no quiero que me vean como un Padre severo y castigador, porque ante todo
YO SOY AMOR, piensen ustedes en la persona que más aman, en la que ustedes más
piensan, en las que ustedes viven pensando en sus necesidades, cuánto le aman,
así y aún más les AMO YO, mi AMOR es grande por ustedes, por eso les proveo de
todo, muchos no agradecen cuando les va bien, cuando les va mal también estoy
con ustedes, mirándoles y proveyéndoles, pero YO no puedo abrir la puerta de su
corazón, esa es la libertad que YO les he dado, Yo puedo hacer mucho en sus
vidas pero depende de ustedes si abren su corazón, sienten mi AMOR, lo
transmiten y lo viven, algunos han abierto su corazón de par en par y conocen
el AMOR que YO les estoy dando, otros están cegados por el mundo, otros están
cegados por sus pecados y sus faltas, pensando que YO sólo quiero castigarlos …
Y NO ES ASÍ, Yo solo quiero acercarme y como el Padre que recibió al hijo
pródigo, Yo los perdono si ustedes de corazón piden perdón…
HNO. JOSÉ: Señor yo no
soy digno que entres a mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
DIOS PADRE: Los espero
hijos míos en la Sagrada Comunión, en la que con el Hijo y el Espíritu, habito
en sus corazones si ustedes lo quieren, todos los Sacramentos los tienen ahí
gratuitamente, busquen acercarse porque así podrán mantenerse en la
perseverancia ya que están siendo muy atacados hijos míos, en sus debilidades
más grandes, sean conscientes de eso y entonces junto a nosotros, junto a todo
el apoyo del Cielo entero podrán ser fuertes ante sus tentaciones y sus
debilidades, ofrezcan todo lo que hagan y digan…. Y todo será recompensado
grandemente en el Cielo, hoy les bendigo a ustedes, su compartir, su
generación… NO OLVIDEN QUE YO LOS AMO.
HNO. JOSÉ: El Señor esté
con ustedes…
TODOS: Y con tú Espíritu.
HNO. JOSÉ: La bendición
de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, esté para siempre en sus
corazones.
TODOS: Amén
HNO. JOSÉ: Podemos ir en
Paz.
EL ANGEL ROSA DEL CORAZÓN
DEL SANTÍSIMO: José, abre la Biblia… en el nombre del Espíritu Santo…
Ezequiel 15, 1-8 Israel: la viña estéril
Me fue dirigida esta
palabra de Yahvé: «Hijo de hombre, ¿acaso la madera de parra vale más que las otras
maderas o que las ramas de los árboles del bosque? ¿Se usa la madera de parra
para fabricar algún objeto? ¿Se hace con ella una clavija para encajarla en
cualquier cosa? Peor aún si fue echada al fuego: éste devoró sus dos puntas, y
el medio está quemado, ¿se puede trabajar todavía? Si cuando estaba entera, no
se podía hacer nada con ella, ¿cuánto menos ahora que ha sido devorada y
quemada por el fuego?
Por eso, así habla Yahvé:
Los habitantes de Jerusalén son como la madera de parra que se echa al fuego
junto con los árboles silvestres. Volveré mi rostro contra ellos: escaparon al
fuego pero el fuego los devorará, y sabrán que yo soy Yahvé cuando vuelva mi
rostro contra ellos. Convertiré al país en un desierto porque fueron infieles,
palabra de Yahvé.» – Oraculo del Señor.
EL ANGEL ROSA DEL CORAZÓN
DEL SANTÍSIMO: Oren por ellos… oren por ellos, porque empieza la guerra más
fuerte.
HNO. JOSÉ: Un aplauso a
la Santísima Trinidad, a Nuestra Madre Santísima.
Grupo Católico de Oración
por los Enfermos – Si Señor
José Miguel Pajares Clausen.
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