martes, 9 de septiembre de 2014

EXIGENCIAS QUE PARA LA CONFESIÓN EL SANTO PADRE PIO DE PIETRECILNA ESTABLECÍA A LAS MUJERES



Padre Pio sobre modas de hoy día

1 Timoteo 2:9: “Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia…”

Gálatas 5:19: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son fornicación, impureza, inmundicia…”

Padre Pio tenía opiniones muy firmes sobre las modas de vestir femeninas. Cuando empezó la manía de las minifaldas, ninguna se atrevió a venir al monasterio de Padre Pio vestida de moda tan inadecuada. Otras mujeres vinieron no en minifaldas, sino en faldas que fueron algo cortas. Padre Pio se puso muy ofendido por eso también. Una mujer intentó cambiar la falda antes de irse a confesión; le pidió prestado una más larga a una amiga. Cuando ella entró el confesionario, él descorrió el postigo pequeño, y entonces lo corrió otra vez, diciendo: “¿Pues? ¿Hemos sido disfrazados por un carnaval, entonces? Toda mujer que se viniera a su confesionario vestida de una falda que no fue ocho pulgadas debajo de las rodillas fue despachada inmediatamente sin poder ir a la confesión. Otras mujeres, quienes lograron entrar vestidas algo incorrectamente, fueron despachadas por Padre Pio, con él a veces gritando “¡fuera! ¡fuera! ¡fuera!”

Padre Pio no toleraba ni faldas ajustadas ni vestidos cortos o escotados. También prohibió a sus hijas espirituales vestirse de medias transparentes. Su severidad aumentaba cada año. Él despediría a mujeres del confesionario, aun antes que entraran, si percibiera su vestido inadecuado. Muchas mañanas despachó una tras otra – al fin oyendo muy pocas confesiones. Él también tenía un letrero pegado a la puerta de la iglesia, declarando:

“Por el deseo explícito de Padre Pio, mujeres deben entrar a su confesionario vestidas de faldas por lo menos ocho pulgadas debajo de las rodillas. Es prohibido pedir prestado vestidos más largos en la iglesia y llevarlos por el confesionario.”

Padre Pio reprendería a algunas mujeres con las palabras, “Ite y vístete.” A veces añadiría: “¡Payasas!” No le daría a nadie un pase, o si eran personas a quienes les encontrara por la primera vez, o hijas espirituales de tantos años. En muchos casos, las faldas fueron muchas pulgadas debajo de las rodillas, pero todavía no fueron suficiente largas por la severidad de Padre Pio. Chicos y hombres también tenían que llevar pantalones largos, si no quisieran estar echados de la iglesia.

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