Hoy vamos
a hablar de uno de esos remedios caseros de los que santa Hildegarda explica
sus propiedades y de los que solo dice cosas positivas. Como muchas personas de
mi generación (estoy en la sesentena) he tenido un largo periplo vital también
en lo culinario. En la infancia fui alimentado según la tradición culinaria del
Mediterráneo y en la adolescencia empezamos a tener influencias de la cocina
aragonesa por mor de un cambio de residencia que nos llevó a las orillas del
Ebro cerca de la Virgen del Pilar a toda la familia nuclear de entonces. Así
que el cordero entró en la dieta en proporción mucho mayor que cuando vivíamos
al sur de Valencia y las verduras perdieron peso relativo. Más tarde, por
motivos de salud, ya en mi nueva familia con mi esposa y mis hijos fuimos
durante 8 años vegetarianos y la carne y los guisos con elementos procedentes
de los animales desaparecieron de nuestra dieta. Ocho años después, cuando los
niños ya iban al colegio y tenían que quedarse alguna vez al comedor, ante la
picaresca de que cuando había jamón u otras cosas que les gustaban se las
comían sin rechistar y, si no era de su agrado el menú, usaban la coletilla:
“es que soy vegetariano”. Cambiamos de alimentación otra vez y decidimos comer
“normal”. Ya estaba , resuelto el problema de salud que nos llevó a no comer
carne ni pescado una temporada, y al enterarnos, por el personal del colegio,
de lo que hacían los niños en el comedor, por motivos educativos y sociales les
dejamos bien claro a todos que ya no éramos vegetarianos. Traigo esto a
colación, que podrá parecer sin interés general, porque creo que mucha gente de
esta generación puede haber recorrido un itinerario parecido y se puede sentir
algo identificado. La cocina y el régimen alimenticio nunca ha sido para
nosotros una religión pero en determinados ambientes podría parecerlo que lo es
. Por eso considero tan importante el punto de vista de Santa Hildegarda que
siempre pone las cosas en su sitio. El Creador ha puesto toda la creación al
servicio de hombre y lo que contamina realmente al hombre no es lo que entra de
fuera que al final se va a la letrinas como dice la Escritura sino las cosas
malas que salen del corazón.
Con Santa
Hildegarda de Bingen se come de casi todo (mucha espelta de maneras diferentes,
frutas verduras y también carnes y pescados con una rica panoplia de hierbas y
especias). A esto, y es fundamental, ella da la explicación de las cualidades
sutiles de cada alimento sin que esté reñida una buena presentación de los
platos con su concreto valor nutritivo e incluso curativo. A veces tenemos
corrientes culinarias modernas muy asépticas influidas por un cierto
esteticismo en el comer pero que dejan de lado las propiedades sutiles de los
alimentos y sus diferentes modos de preparación que no son algo baladí como muy
bien nos explica santa Hildegarda.
Hoy
quiero dar a conocer una receta de un coste ínfimo pero de una eficacia enorme
para resolver muchísimas situaciones complicadas o evitar que se produzcan. Sus
ingredientes pueden chocar la mentalidad “estética” de algunos imbuidos de
corrientes culinarias modernas pero su eficacia no necesita ser demostrada.
Dice
Santa Hildegarda en su libro Physica
(PL 1323 B): “El que
tiene en sus articulaciones y miembros dolores punzantes y también dolores
intestinales y en el estómago, que coma a menudo, y en abundancia, pies cocidos
de ternera y esto eliminara los pinchazos y los dolores.”
El caldo
de huesos, como se ha hecho siempre, de pies de ternera es un gran alimento
para sanos y enfermos. Este caldo es un clásico para las gripes y los
enfriamientos por eso (en Alemania N.d.t.) se le conoce también con el nombre
de “penicilina judía”.
El caldo
de pie de ternera contiene todo lo que el ser humano necesita para el
desarrollo y construcción del tejido conjuntivo, los huesos, los cartílagos y
las articulaciones, repara el estómago y el tracto intestinal que estaban
inflamados y doloridos y, de acuerdo con el texto de santa Hildegarda, contiene
valiosos elementos que actúan como medicamentos que conservan la salud y
protegen de la enfermedad. Con justicia se puede llamar al caldo de huesos de
ternera, remedio universal, del mismo modo que la santa se refiere a la
espelta.
El caldo
de huesos de ternera es muy fácil de preparar y es muy barato. Se puede usar
para la preparación de caldos, sopas u otros platos y para cocer espelta o
verduras.
Muchas
abuelas han dado a sus nietos caldo de pies de ternera, gracias a lo cual los
niños han crecido radiantes con huesos robustos.
Está
especialmente indicado durante el periodo del embarazo, para los lactantes que
no soportan la leche y, después del destete, para la preparación de comidas en
la niñez y en la juventud. Contribuye al fortalecimiento de los huesos y
articulaciones en estas épocas tempranas del desarrollo pero también está
indicado a lo largo de la vida como protección (prevención) contra las roturas
de huesos y la osteoporosis y las espaldas lisiadas, torcidas y dolorosas.
Análisis de los componentes. El
caldo de huesos de ternera contiene las sustancias siguientes con una eficacia
comprobada:
1. El conjunto de 12 minerales y
elementos traza con una óptima biodisponibilidad es decir capacidad de
asimilación por el cuerpo: entre otros calcio, magnesio, sodio, potasio, azufre
, sales de fosforo y otros materiales en una mezcla de colágeno. Los huesos
están compuestos de minerales que, en ausencia de suficiente colágeno los hacen
duros como piedras, el aporte de colágeno los flexibiliza y los hace más
capaces de ser funcionales sin quebrarse. Sin un aporte suficiente de colágeno
los huesos se endurecen y se rompen con más facilidad.
2. El caldo que tiene la consistencia de una gelatina contiene colágeno con azucares con enlaces proteínicos(Glicosaminaglicano) sulfato de condroitina, ácido hialurico… con una óptima disponibilidad. En comparación con ella los complementos alimenticios se absorben muy poco, cuestan una fortuna y son poco eficaces.
3. Además tiene un alto contenido de glicina, el aminoácido mas sencillo. Gracias a la acción de la glicina se desintoxica el cuerpo de todos los productos de desecho del intercambio celular, haciéndolos solubles; con lo que se pueden eliminar por la piel a través del sudor, a través de la bilis y a través de los riñones.
4. La gelatina que elaboramos es como un apósito medicinal que se coloca sobre un estómago y un tracto digestivo inflamados y que permite curar las inflamaciones de las mucosas.
2. El caldo que tiene la consistencia de una gelatina contiene colágeno con azucares con enlaces proteínicos(Glicosaminaglicano) sulfato de condroitina, ácido hialurico… con una óptima disponibilidad. En comparación con ella los complementos alimenticios se absorben muy poco, cuestan una fortuna y son poco eficaces.
3. Además tiene un alto contenido de glicina, el aminoácido mas sencillo. Gracias a la acción de la glicina se desintoxica el cuerpo de todos los productos de desecho del intercambio celular, haciéndolos solubles; con lo que se pueden eliminar por la piel a través del sudor, a través de la bilis y a través de los riñones.
4. La gelatina que elaboramos es como un apósito medicinal que se coloca sobre un estómago y un tracto digestivo inflamados y que permite curar las inflamaciones de las mucosas.
RECETA DE CALDO DE PIES DE
TERNERA
INGREDIENTES:
1 ó 2 pies de ternera cortados a rodajas por el carnicero.
3 litros de agua
INGREDIENTES:
1 ó 2 pies de ternera cortados a rodajas por el carnicero.
3 litros de agua
½ taza de vinagre de vino
2-3 zanahorias
¼ de bulbo (raíz)de apio
un poco de perejil
1 bulbo de hinojo
3 dientes de ajo
1 cebolla gruesa mechada o
aliñada con laurel y con clavo
1
cucharadita de sal, y una buena pizca de cada una de estas especias: pelitre,
galanga, hisopo, nuez moscada, mezcla de polvos de fenogreco, levístico
(levisticum officinale) y ajete.
FARMACOLOGÍA DEL CALDO DE PIE DE TERNERA (II) SANTA HILDEGARDA DE BINGEN
FARMACOLOGÍA DEL CALDO DE PIE DE TERNERA (II) SANTA HILDEGARDA DE BINGEN
Farmacología del caldo de pie de ternera. (2ª parte)
Debido a sus ingredientes constituye un
valioso alimento y actúa como un eficaz medicamento universal desprovisto de efectos
secundarios, veamos sus cualidades:
Acción antiinflamatoria y
regenerativa: el caldo de huesos
de ternera repara el conjunto de las mucosas en caso de inflamaciones de estómago y de los intestinos y elimina, como escribe santa Hildegarda, dolores e inflamaciones: en la garganta, esófago y estómago. Es beneficioso en casos de colitis, enfermedad de Crohn, colon irritable y en el conocido como síndrome de inflamación intestinal con permeabilidad (Leaky gut syndrome) y también en el caso de hemorroides sangrantes.
de ternera repara el conjunto de las mucosas en caso de inflamaciones de estómago y de los intestinos y elimina, como escribe santa Hildegarda, dolores e inflamaciones: en la garganta, esófago y estómago. Es beneficioso en casos de colitis, enfermedad de Crohn, colon irritable y en el conocido como síndrome de inflamación intestinal con permeabilidad (Leaky gut syndrome) y también en el caso de hemorroides sangrantes.
Contra inflamaciones óseas y en la
eliminación de dolores en caso de: artritis, poliartritis, artrosis,
inflamación o debilidad del tejido conjuntivo, inflamación de la vejiga y
dolores articulares.
El caldo de huesos de ternera, en
casos de cáncer, corta las líneas de suministro de nutrientes con lo cual el
tumor ya no puede alimentarse. Contiene anti-inhibidores de la angiogénesis;
este anticancerígeno natural se deriva de una proteína que se encuentra en el
cartílago: este inhibidor de la angiogénesis (AAFs) fue producido
artificialmente y desarrollado como un medicamento que se utilizó en la terapia
contra el cáncer y que en un año facturó, en EEUU, 4,5 millones de dólares. Sin
embargo el medicamento en cuestión tiene efectos secundarios muy peligrosos y
es muy polémico en EEUU.
Tomar regularmente el caldo,
favorece un crecimiento óptimo de las uñas de manos y pies y en caso de caída
de cabellos.
Promueve la circulación sanguínea
mejorando los casos de manos y pies fríos.
En el post anterior dábamos la
receta, estas son las instrucciones para preparar este caldo de pies de
ternera:
Primero poner en agua hirviendo
(unos minutos) los pies de ternera cortados para blanquearlos y después
despreciar esa agua porque así, limpiamos de impurezas los pies de ternera y
nos sale un caldo más claro.
A continuación poner en la olla 3
litros de agua fría con sal y añadir las rodajas de pies de ternera que
acabamos de limpiar como hemos explicado antes. Encendemos el fuego y
lentamente los hacemos hervir. Mientras lavar y cortar las verduras a trocitos
y añadirlas, dejando hervir de 3 a 4 horas. Se debe ir quitando la espuma
regularmente.
Se cuela y se guarda solo el
caldo. Una vez frío se quita la grasa de la superficie. El caldo adquiere una
consistencia gelatinosa al enfriarse. Para el uso semanal un vasito de yogur es
suficiente y se conserva en la nevera. En el congelador se guarda varios meses.
Se puede tomar solo como caldo (consomé) antes de las comidas o usarlo para
hacer sopa con sémola, copos o pasta de espelta. Para decortar se pueden añadir
unas hojas de perejil fresco o un poco de ajete (ciboulette).
Si, una vez que hemos colado este
primer caldo, despreciamos las verduras cocidas y volvemos a cocer otras 3
horas las mismas rodajas de pies de ternera con verduras y especias nuevas sale
un caldo un poco menos espeso pero que es también eficaz.
Ahora solo nos queda probar y ver
que realmente con santa Hildegarda podemos cumplir el adagio clásico “ que tu
alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”
Juan
Antonio Timor. Traductor del “Manual de Medicina de santa Hildegarda”.
Juan Antonio Timor Pineda
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