La
posesión es muy rara; es en lo último que debemos pensar, y solo después de
haber agotado las demás posibilidades.
La
posesión se da en casos en que la persona ha entregado su voluntad
conscientemente a Satanás, vendiendo su alma, firmando pactos satánicos con
sangre, o perteneciendo a sectas diabólicas. También se podría dar en personas
que fueron consagradas por sus padres al Diablo.
Es
tan fuerte esta esclavitud que la persona pierde su voluntad, quedando
totalmente imposibilitada para liberarse de sus cadenas. Entonces necesita un
poder superior de afuera a través de un exorcismo litúrgico.
El
exorcismo formal litúrgico es hecho por el Obispo o un sacerdote delegado por
el para el caso; acompañándose de mucha oración y ayuno.
AYUDAS
PARA LA SANACION
Hay
autores que, señalando ciertos obstáculos que impiden la sanación, hacen una
lista de actos o actitudes que bloquean la acción sanadora del Señor.
Esto
parece discutible, ya que Jesús es amo de lo imposible y no hay cosa que pueda
impedir su acción salvífica. Él es libre y poderoso para actuar con nuestra colaboración
o prescindir de ella. Él actúa a veces de una forma y a veces de otra. Lo
cierto es que nos sana gratuitamente.
Por
ejemplo, se afirma que la ausencia de fe es una causa por la cual el Señor no
nos cura. Soy testigo de sanaciones entre los musulmanes y gente sin fe.
Dios
es más grande que nuestra falta de fe. Nosotros no podemos ponerle reglas de
conducta. Él hace las cosas por caminos diferentes y mejores a los nuestros.
(Is 55, 8)
Por
esta razón prefiero hablar de medios y ayudas que favorecen la acción de Dios.
La gracia de Dios es eficaz, pero si encuentra un campo preparado puede dar
fruto más abundante.
P.
Emiliano Tardif
FUENTE:
JESÚS ESTÁ VIVO
Publicado
por: José Miguel Pajares Clausen
(Continuará)
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