Jesús
prometió:
Yo
les aseguro que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir
algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos.
Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos (Mt 18, 19-20).
La
oración comunitaria tiene un poder especial concedido por el mismo Dios. Esto
lo hemos experimentado ampliamente en nuestro ministerio. Por esta razón
siempre nos gusta rezar en comunidad. En comunidad el discernimiento se
enriquece ya que uno puede tener una visión, otro un mensaje, aquel una palabra
de conocimiento y todos oramos en lenguas.
Sobra
decir que el momento comunitario por excelencia es durante la celebración de la
Eucaristía. Allí las sanaciones se multiplican.
Desgraciadamente
hay gente mal acostumbrada que después de una oración comunitaria le gusta que
se ore en privado por ella. Nosotros generalmente nos negamos ya que eso
significaría que la oración que acabamos de hacer no tuvo valor.
Existe
una tremenda diferencia entre la oración comunitaria y la oración personal por
cada enfermo. En cada uno de los retiros que he tenido en estos diez años ha
habido sanaciones físicas en todos y cada uno. Mientras que orando
individualmente por sanación no he visto el mismo fruto. En cambio, en la
oración de curación interior existen más frutos orando por cada caso en
particular, pero siempre es una comunidad la que ora por esa persona.
En
conclusión, pienso que hay pocas personas con don de curación, pero existen
muchas comunidades con ese carisma.
De
un campo vecino vinieron quince personas a una de las dos reuniones de oración
en Pimentel. Venían cantando, alabando a Dios y rezando el rosario. Realmente
era una peregrinación y su oración se prolongó por todo el camino. Al regresar
otra vez a su campo comenzaron a compartir lo que el señor había hecho y se
dieron cuenta que los quince habían sido curados de algo. Entonces daban
testimonios juntos.
Yo
anhelo que el día en que una oración por los enfermos se pueda afirmar como en
el Evangelio: todos fueron curados.
P.
Emiliano Tardif
FUENTE:
JESÚS ESTÁ VIVO
Publicado
por: José Miguel Pajares Clausen
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