HERRAMIENTAS PASTORALES PARA ACOGER A ATEOS, ALEJADOS O A PECADORES DE CUALQUIER TIPO
Adoración al Niño en Agaña, Guam, en 2014...
incluso un no bautizado puede besar la imagen del Niño.
Han preguntado al Papa Francisco en la revista Credere acerca del núcleo del documento Fiducia Supplicans,
y el Papa Francisco ha respondido, entre otras cosas, que "el corazón del documento es la acogida" ("il cuore del documento è
l’accoglienza").
El Papa Francisco, a lo largo de
su pontificado, ha hablado muchas veces de la
importancia de que los cristianos y sus pastores sean acogedores,
especialmente con los más débiles o alejados de la fe.
Como veremos en este artículo, la
Iglesia tiene muchas herramientas pastorales para ser acogedores.
Sin embargo, Fiducia Supplicans apenas
trata el tema de la acogida: sólo una vez el texto habla de
"acoger" a las personas, en el párrafo 32, cuando dice que
"la Iglesia acoge a todos los que se acercan a
Dios con corazón humilde, acompañándolos con aquellos auxilios
espirituales que permiten a todos comprender y realizar
plenamente la voluntad de Dios en su existencia". En cuanto a "acompañar", sólo en 3 ocasiones (párrafos
21, 32 y 36) habla de acompañar a las personas y sus vidas. Y
no especifica nada sobre cómo acompañar a medio o largo plazo.
Las bendiciones que
menciona Fiducia, en teoría, buscan "acrecentar
la confianza en Dios" de los que solicitaban tales bendiciones. Además, Fiducia cita a Benedicto XVI cuando
asegura que "toda bendición será la ocasión
para un renovado anuncio del kerygma, una invitación a acercarse
siempre más al amor de Cristo".
Pero luego, la "nota explicativa" que publicó Doctrina de la Fe especificó que se
trataba de bendiciones de unos pocos segundos. En esos pocos segundos, no se ve mucho "acompañamiento" y desde luego no hay
tiempo para hacer "anuncio del kerygma".
La "nota
explicativa" también da mucha libertad a obispos y clérigos sobre
cómo aplicar en la práctica Fiducia (o
partes de Fiducia). Si como dice el Papa, el corazón es la
acogida, la Iglesia tiene muchas formas de acoger.
Lo cierto es que para acoger a todos (ateos, musulmanes, budistas, gente en
situación de pecado estable, etc...) la Iglesia Católica tiene más de veinte siglos de experiencia y un potente arsenal de herramientas de
acogida, aunque
a veces las use menos de lo que podría.
Los obispos de varios
países -Polonia, Hungría, Bielorrusia, Ucrania, Holanda, Haití,
casi toda África, buena parte del Caribe...- han declarado que no aplicarán las bendiciones a parejas de Fiducia. Eso
no significa que carezcan de herramientas pastorales para acoger a todo tipo de
personas. Como veremos a continuación, hay al menos 25 formas de
acoger a todo el mundo,
incluso a alejados y pecadores, sin recurrir a estas bendiciones novedosas y,
para muchos, polémicas o confusas.
Cada una de estas herramientas
pastorales tiene algunos límites,
para proteger el segundo mandamiento ("No tomarás
en vano el nombre de Dios") y
el primero, evitando el sacrilegio (que es "profanar
o tratar indignamente los sacramentos y las otras acciones litúrgicas, así como
las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios", dice el
Catecismo en 2120). Pero por lo general son de amplísima
aplicación.
Si alguien se para a pensar
en formas de acoger a alejados e incluso ateos o personas sin bautizar, pronto le
saldrán, al menos, estas 25 ideas que
acogen en la Iglesia y
acercan a cualquiera a Dios (seguro que a los lectores de ReL se les ocurren
algunas más).
1.
LA CENIZA DEL MIÉRCOLES DE CENIZA
Cualquiera puede ponerse a la
cola en la parroquia (o colegio) y recibirla, incluso paganos, pecadores
públicos, disidentes y personas de misa diaria. Todos pueden escuchar "conviértete y cree en el evangelio" y "polvo
eres y en polvo te convertirás". La Iglesia no la niega a nadie.
Los Miércoles de Ceniza se llenan las iglesias con gente que habitualmente no
va en domingo.
Cualquiera, incluso una persona
no bautizada, puede ponerse en la fila del Miércoles de Ceniza y recibir la
ceniza.
2.
AGUA BENDITA PARA TODOS
Cualquiera, ateo, pecador o
feligrés habitual, puede entrar en una parroquia o capilla, mojar sus dedos en el agua bendita, y pedir ayuda a Dios. Los
cristianos lo acompañan con la señal de la cruz y a veces una breve oración.
En algunos países de Europa Oriental,
las parroquias católicas imitan a las ortodoxas en ofrecer grandes cantidades de agua bendita, que los fieles se
pueden llevar a casa en botellas.
En cambio, en países africanos o
caribeños donde el vudú y la brujería es más frecuente, se suele evitar la
recogida de agua bendita en botellas, para que no se use para rituales
contrarios a la fe.
3.
ENCENDER VELAS EN EL TEMPLO (O EN CASA)
Cualquiera, ateo, musulmán,
devoto o pecador público puede entrar en un templo (si está abierto) y encender
una vela: incluso
si no sabe rezar nada, espera que Dios "actúe"
o al menos le mire. Es un gesto poderoso que despierta
algo en la mente y el corazón, y por eso muchos que hacen
evangelización en la calle (como "Una
luz en la noche" o "Night Fever") animan a los
viandantes a entrar en la parroquia y encender una velita. También un pecador
que aún no se ve capaz de confesarse puede encender
velas en casa y orar algo muy sencillo (o más elaborado) que le haya sugerido un cura o un amigo
cristiano.
4.
TOCAR ESTATUAS SAGRADAS (A VECES PEREGRINAS) Y ORAR CON ELLAS
En Navidad, cualquiera, incluso
alguien sin bautizar, puede ponerse en la fila para besar
la pequeña imagen del Niño Jesús. O
besarlo en cualquier otro momento.
Cualquier musulmán, budista o
ateo, o pecador empedernido, puede entrar en una parroquia, tocar el pie de la estatua de un santo y decirle "ayúdame". Incluso sin tocarlo: puede bastar con mirarlo como amigo
o aliado. Ahí empieza una relación. Puede ser el Niño Jesús de Praga, cualquier advocación de la Virgen, algún santo
patrono de un oficio o ciudad o un Cristo...
De hecho, aunque esta persona
esté en una situación de pecado grave y estable (concubinato, por ejemplo), puede llevarse una estatua pequeña del santo a su casa, pedir
que se la bendiga un clérigo, etc... El clérigo, por supuesto, puede negarse a
participar si piensa que va a usar la estatua para santería o brujería, o para
pedirle ayuda en una vida de crímenes (un sicario que cree que le protegerá San
Fulano de la policía o de bandas rivales y que con su ayuda seguirá su vida
criminal).
En el caso de los politeístas (India,
África, etc...), los clérigos católicos ven bien que entren en la parroquia a
pedir ayuda a los santos, pero no aceptarán que lleven una
estatuilla del santo a casa (y menos aún bendecida) donde la sumarían a su
altar casero junto con otras
divinidades paganas, como un recurso más de idolatría que el cristianismo no
puede aceptar.
5.
LA BENDICIÓN DEL FINAL DE LA MISA
Al acabar la misa, el sacerdote
pronuncia una bendición poderosa: "Que la
bendición de Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros". Esa bendición se
invoca sobre todos los presentes, aunque
sean musulmanes, ateos, pecadores, empresarios estafadores, políticos
mentirosos, etc...
6.
LA BENDICIÓN EN LA FILA DE LA COMUNIÓN
Esta es una práctica
relativamente reciente pero ya muy extendida en muchos países. No está claro si
empezó con los niños de pre-comunión o con los fieles en una situación de
pecado estable, pero la realidad es que cualquiera puede ponerse en la fila de
la comunión con las manos
cruzadas sobre el pecho,
y el sacerdote entenderá que no está en condición de poder comulgar, pero
quiere recibir una bendición.
Y aunque sea un
pecador muy conocido como tal, le darán la bendición, que todos
entienden que es una invitación a perseverar en la fe hasta que solucione su
situación y pueda comulgar. Todos lo ven hoy ya como un gesto de ánimo, no un
premio a su pecado. El mismo gesto de ponerse en la fila con brazos sobre el
pecho (sin obligación alguna de hacerlo) se ve como un gesto
de humildad y reconocimiento de la propia pequeñez y la grandeza del sacramento y
para muchos que lo vean puede ser edificante.
7.
ORAR EN EL TEMPLO, CON O SIN PALABRAS
En general, cualquiera, pecador o
pagano, puede entrar en un templo cristiano y, simplemente, orar, siempre que
no interrumpa el culto u oración de otros. También puede
ir a misa y recitar los textos que recita el pueblo, aunque esté sin bautizar. Lo único que no puede hacer es interferir con el
rito, usar las palabras o gestos del celebrante, o comulgar.
8.
¡ORACIONES CATÓLICAS EN CASA!
Un pagano, un pecador público o
un cristiano cualquiera (protestante, ortodoxo, etc...) puede perfectamente
buscar en Internet oraciones católicas que le gusten y orarlas en casa. O pedirle a cualquier cura o diácono un librito de oraciones católicas para rezar en casa. El cura, si
tiene celo por las almas, debería estar dispuesto a darle eso y mucho más
(webs, consejos, horarios de despecho, ofrecerse a visitarle, etc...)
9.
QUE LOS CRISTIANOS TE REGALEN UNA BIBLIA O EVANGELIO
Un clérigo o una comunidad
cristiana puede ser acogedora con un pagano o un pecador regalándole una Biblia, un Evangelio o incluso un cómic con las historias del evangelio. ¡O unos vídeos! La Palabra de Dios se puede
repartir y entregar, especialmente a quien muestra interés. No importa lo
pagano o pecador que sea: puede leer la Palabra por su
cuenta y conectar cada vez más con Dios y su Iglesia. Por
supuesto, es mejor complementarlo con ofrecer catequesis, cursos bíblicos y en
general todo el pack de la vida cristiana (que incluye crecer en santidad).
10.
EL CURA TE ACOGE EN HORARIO DE DESPACHO
Se supone que en las parroquias,
en horario de despacho (bien anunciado) los curas o diáconos o al menos algún
agente pastoral están atendiendo a la gente, y te
abrirán la puerta, te escucharán con paciencia y atención y hablarán contigo aunque seas musulmán, ateo, masón declarado,
etc...
Es la primera forma estándar de
acogida para muchos alejados de la fe, y las parroquias deberían cuidarlo, con
lugares más acogedores, que se parezca más a una visita a una casa que a un
trámite con funcionarios. Sin embargo, suele haber un tiempo limitado en estos
encuentros y el cura, si ve interés y
necesidad, probablemente te invite a otro encuentro más largo y
detallado.
11.
CRISTIANOS, QUIZÁ LAICOS, QUE TE ESCUCHAN Y ACOMPAÑAN
La Iglesia puede expresar acogida a través de laicos, de religiosas, de familias... Una mujer abandonada por su esposo quizá
necesita sobre todo poder hablar con otras mujeres, incluso con otras mujeres
que han vivido algo similar. Un adolescente puede ser acogido por catequistas
veinteañeros. Una pareja de novios que sopesan casarse pueden ser acogidos por
un matrimonio veterano que les escucha y acompaña.
Hay infinidad de apostolados de
acogida que realizan laicos, consagrados, familias, mujeres... Hay movimientos y parroquias con grupos de escucha. Que te acoja
la Iglesia no significa que te atienda sólo el cura: muchos más pueden
escucharte y atenderte.
12.
EL CURA INVITA: EL PODER DEL CAFÉ Y LAS PASTITAS...
Nada impide a un párroco, o a su
equipo parroquial, invitar a café y
pastas y galletas (o a cualquier otra cosa) a una pareja que
vive en pecado, a un empresario que trata mal a sus trabajadores, a un musulmán
y sus tres esposas, a una activista atea feminista y anticatólica. Jesús se
autoinvitaba en casa de Zaqueo (le veía interesado, espiando) o aceptaba
invitaciones a casas de sus críticos. A partir de ese trato humano, el
sacerdote puede escuchar a estas personas y
luego anunciarles la propuesta de
santidad y vida buena que hace la Iglesia.
13.
AL REVÉS: ¡INVITA AL CURA, DIÁCONO O EVANGELIZADOR A TU CASA!
Desde siempre, los sacerdotes han
entrado en casas y han aceptado comer o merendar con sus
anfitriones. También han entrado
en lugares de mala fama,
prostíbulos, sedes de pandillas criminales...
Esto lo han hecho siempre evitando que parezca que apoyaban el comportamiento
criminal: solían ir acompañados de testigos, bendecían a las prostitutas o a
los pandilleros, pero por separado a cada uno, dándoles estampas, o rosarios, y
muchas veces la posibilidad de contactar más adelante para salir de ese estado
(tarjeta con número de teléfono, personas de contacto para salir del crimen,
etc...).
14.
CHATS ONLINE, GRUPOS DE ZOOM, GRUPOS DE WHATSAPP...
Los curas antiguos acompañaban a
muchos con cartas de papel y tinta. Hoy lo hacen con Internet y Whatsapp.
A lo mejor un ateo, musulmán o
pecador pertinaz no quiere que le vean acercarse a la parroquia: su banda criminal, su familia fanática, su cónyuge o compañero,
o su logia o partido político podrían castigarle. Los cristianos pueden
hoy usar Internet como un espacio donde estas personas
contactan con sacerdotes o evangelizadores con más privacidad, y hablan, hacen
preguntas, plantean inquietudes, etc, a través de chats, grupos de zoom, de
whatsapp, etc... A través de estos encuentros en Internet, el Evangelio llega a
lugares donde está prohibido y perseguido.
15.
RELIQUIAS: RESTOS DE SANTOS Y OTROS OBJETOS
Hay reliquias de varios tipos.
Cualquier ateo o pecador contumaz puede entrar en una iglesia donde se exhiben
los restos de un santo o mártir. Pueden tocar la urna, o
el objeto, y pedir su favor desde el Cielo, o
meramente reflexionar sobre su ejemplo
valiente que desafió al mundo.
También es frecuente confeccionar
pequeñas estampitas con trocitos de ropa que vistió
un santo o mártir. Se pueden repartir a cientos o miles, y se
pueden dar a ateos, paganos, pecadores públicos, etc, si es posible con acceso
a más información (un papelito con la dirección web donde hay ideas para rezar,
la historia del santo, direcciones de contacto...)
16.
ESTAMPITAS E ICONOS
Los iconos
son imágenes sagradas cuya
veneración es distinta entre los cristianos de Oriente que en Occidente, pero
pueden estar en lugares sagrados o en casas, y ser bendecidos. Se usan para
orar y abrir "ventanas" al Cielo,
para que entre la luz divina.
Las estampitas se
pueden regalar en grandes cantidades,
incluyen una imagen, un texto para orar y hoy pueden incluir un código QR y una
web, para contactar y aprender más. Se pueden dar a agnósticos, pecadores
públicos, sintoístas, etc...
17.
MEDALLITAS DE LA VIRGEN MILAGROSA
Los paúles y las Hijas de la
Caridad (y no sólo ellos) han llenado el mundo de estas medallitas que
recuerdan las apariciones de la Virgen María en 1830 a Santa Catalina Labouré
en París. De sus manos salen rayos, símbolo de su intercesión. Las medallitas
(la famosa medalla milagrosa)
aguantan más que las estampitas, su dureza ofrece consistencia. Se pueden dar a cualquiera, bautizado o no, bueno o malo (excepto a niños pequeños, porque pueden
tragársela).
18.
ROSARIO
El Rosario, como objeto y como oración, se puede ofrecer a
personas sin bautizar, a católicos en pecado, a pecadores públicos...
Cualquiera, incluso un pagano, puede entrar en una parroquia o una
casa particular para rezar el Rosario con
cristianos. Como con cualquier otro objeto sagrado, habrá quien lo use
supersticiosamente como amuleto (varias guerrillas en África Central lo usan
así, enroscados en sus fusiles), pero por lo general acerca a las personas a la
Virgen, a la vida de oración, a Cristo y a la comunidad cristiana.
19.
LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
Estampitas de la Divina Misericordia,
cuadros con su imagen tan característica (ese Cristo de cuyo pecho salen dos
rayos, uno blanco y otro rojo) y el rezo de la
Coronilla (que es más breve y sencilla que el Rosario) pueden
usarse para acercar a muchos a la misericordia de Cristo y de su Iglesia. Nada
impide rezarlo con personas sin bautizar, dar estampitas a musulmanes,
budistas, pecadores públicos...
20.
PEREGRINACIONES Y EXCURSIONES
Una parroquia o movimiento
católico, sea juvenil o de adultos, perfectamente pueden invitar a agnósticos,
musulmanes o pecadores públicos a acudir en el autobús parroquia a tal o cual
santuario, a una peregrinación breve o larga, o
a una sencilla excursión parroquial al campo, con tortilla de patatas y juegos (musulmanes y
judíos no toman cerdo y otras cosas, es de buen anfitrión preparar alimentos
adecuados para ellos si vienen). Incluso si no se habla allí de religión, esas
personas verán comunidad cristiana que acoge. Si hay misa u oración en el
viaje, verán también la fe en acción.
21.
LA FIESTA PARROQUIAL
Parecido a lo anterior, pero sin
viajar ni gastar gasolina. La parroquia organiza una fiesta,
con comida, bebida (adecuada), música, juegos... Puede hacerlo en coordinación
con las fiestas del pueblo o del barrio. Es perfectamente posible que se
pueda invitar y acoger a vecinos y amigos de otras religiones, o cristianos
alejados de la fe, o en situaciones irregulares.
En ambiente amigable y
distendido, los anfitriones (párroco y parroquianos comprometidos) deben
dedicar tiempo a acoger y atender, precisamente, a sus ovejas más alejadas y
distraídas... e invitarles a actividades de kerigma o solidarias, implicarlos
con la parroquia. Pueden celebrarse variaciones de esta oferta: fiesta para
familias, fiesta para ancianos, fiesta para jóvenes, fiesta para solteros...
22.
AYUDAR EN CÁRITAS, EN CARIDAD: ROPEROS, DESPENSAS, ATENCIÓN...
Una Cáritas parroquial
o de zona, o un grupo regional de Manos Unidas, puede perfectamente acoger como
ayudantes y colaboradores a personas que no son católicos ejemplares, siempre
que no perjudiquen el servicio que se da a los pobres y que no dificulten la
evangelización. En principio, nada impide que una musulmana o una pareja
homosexual colaboren con el ropero, la despensa, el comedor solidario, etc... A
veces, abrirse a los pobres ayudará a estas personas a
abrirse a Cristo y su
Iglesia.
23.
CANTAR EN EL CORO
Por su visibilidad y ejemplaridad
y papel espiritual, un salmista que canta solo, o un director de
cantos, debería ser un católico probado y
cumplidor, que dé ejemplo.
Pero entre los cantantes y
músicos del coro puede haber de todo: agnósticos,
pecadores contumaces, gente sin bautizar... La idea es que a todos ellos se les va a ofrecer en algún momento kerigma, catequesis y
vida cristiana, al
ritmo que puedan ir aceptando, pero para cantar para Dios no hace falta ser
católico. Muchas personas se han convertido porque entraron al coro por hacer
amigos o disfrutar de la música, y luego aprendieron a amar a Cristo, su
Iglesia o la liturgia.
24.
GRUPO DE ORACIÓN O ADORACIÓN, Y MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS
Hay varios tipos de grupos de
oración y adoración, con o sin exposición del Santísimo, con o sin Biblia, con
más o menos canciones, con más o menos texto litúrgico. Muchos son bastante
buenos para atraer y acoger personas con inquietudes
espirituales.
Mucha gente que no puede comulgar
puede acudir a cantar canciones
de alabanza, pedir intercesión, rezar con la Palabra de Dios, etc... La inmensa mayoría de grupos de oración
no ponen mayor problema en dejar participar a cualquiera, bautizado o no, que
no interfiera con el culto.
Además, hay algunos movimientos
eclesiales que están específicamente diseñados para católicos comprometidos,
pero otros tienen espacio para
personas que aún están sin bautizar, o que no acuden a los sacramentos. No es obligatorio ser católico para
participar en algunos círculos de scouts, por ejemplo, aunque, si son scouts
católicos, invitarán a sus miembros a conocer cada vez más a Cristo, hasta
enamorarse de Él.
25.
CONFESARSE
Para el bautizado que está en
pecado, la mejor y mayor acogida posible es
confesarse, el hermoso y poderoso sacramento de la
Reconciliación que transforma la vida. Hay varias razones por las que algunos
se bloquean y no recurren a la confesión. La confesión requiere
propósito de enmienda,
es decir, estar dispuestos a no pecar más y cambiar lo que haga falta para
perseverar en la vida de gracia.
Muchos no se ven capaces aún de
dar este paso y hacer esos cambios en su vida (dejar hábitos sexuales, o
ciertas compañías, o cierto empleo), pero participando en las otras 24
propuestas que hemos indicado, verán que la Iglesia les acoge ya, y que Dios les dará fuerzas, luces o vías (a veces insospechadas) para abandonar su
estado de pecado y caminar con sus hermanos hacia la santidad.
Como vemos, con o sin Fiducia Supplicans, la Iglesia Católica no carece de herramientas pastorales para
acoger a todas las personas y ayudarles a ir dando pasos para acercarse a Dios.
Sobre la importancia de la acogida, lea
el testimonio de Yuan Fuei Liao que
explicó en Madrid en 2023 (y antes en otros muchos sitios).
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