TAMBIÉN DESPEJÓ «TEMORES Y EXPECTATIVAS»: «NO ES IDEOLOGÍA, SINO CONVOCATORIA DEL ESPÍRITU SANTO»
Este 4 de octubre comienza la primera asamblea del
Sínodo de la Sinodalidad, que se alargará hasta el 29 del mismo mes. La segunda
sesión tendrá lugar en octubre de 2024.
Durante la mañana de este 4 de
octubre ha tenido lugar en San Pedro del Vaticano la misa de apertura
del Sínodo de la Sinodalidad. Presidida por el Papa Francisco,
también acudieron los nuevos cardenales creados en el consistorio del pasado 30
de septiembre.
Tras la lectura del Evangelio,
Francisco advirtió de que en el Sínodo que comienza este miércoles "no sirve una mirada inmanente, estrategias
humanas, cálculos políticos o
batallas ideológicas", en referencia a los "permisos"
que dará o puertas que "abrirá".
Según el pontífice, no consiste en celebrar "un plan de reformas", sino que "el
protagonista es el Espíritu Santo" y se pretende "caminar juntos con Jesús", con "una mirada que bendice y acoge".
Respecto a la bendición, llamó a
la Iglesia a no "desanimarse" ante "las
olas a veces agitadas de nuestro tiempo". La invitación del Sínodo,
continuó, es a "ser una Iglesia que no busca
escapatorias ideológicas", que "no
se atrinchera tras convicciones adquiridas, no cede a soluciones
cómodas" y que "no deja que
el mundo le dicte su agenda".
Entre esas "olas agitadas" se encuentran unos "desafíos y problemas" que la Iglesia no debe afrontar "con espíritu de división y de conflicto" sino volviendo "los ojos
a Dios, reconociéndolo como único Señor".
"Le
pertenecemos a Él y la única razón de nuestra existencia es
llevarlo a Él al mundo. No queremos glorias terrenas, quedar bien a
los ojos del mundo, sino llegar a él con el consuelo del Evangelio para
testimoniar mejor el amor infinito de Dios", subrayó.
Citando a Benedicto XVI,
Francisco aclaró que la "principal tarea" del Sínodo es "volver
a poner a Dios en el centro".
El Papa citó las palabras de
Benedicto XVI al Sínodo de los Obispos de 2012, cuando tras afirmar que "Dios ha hablado, ha roto el gran silencio" planteó
"cómo hacer llegar esta realidad al hombre de
hoy para que se convierta en salvación". Un mensaje que, según
Francisco, supone "la cuestión
fundamental" y "principal tarea del Sínodo, volver a poner a
Dios en el centro".
"CÓMO
QUIERE JESÚS A SU IGLESIA"
De esta forma, expresó algunas
notas que explican "cómo quiere Jesús a Su
Iglesia: busca estar unida y ser fraterna, escucha y dialoga; bendice y anima, ayuda a quienes buscan al
Señor, sacude saludablemente a los indiferentes, pone
en marcha itinerarios para instruir a las personas en la
belleza de la fe. Una Iglesia que tiene a Dios en el centro y, por
consiguiente, no crea división internamente",
aclaró.
También llamó a que los "nuevos desafíos culturales y pastorales" se
traten "con una actitud interior cordial y
amable, para poder confrontarnos sin miedo" y ser "una Iglesia que acoge, no con las
puertas cerradas".
"En el diálogo
sinodal, en esta hermosa `marcha en el Espíritu Santo´, podemos crecer en la
unidad y en la amistad con el Señor para observar los retos actuales con su
mirada [para convertirnos] en una Iglesia que no impone cargas y
repite `vengan todos los que están afligidos y agobiados. La Iglesia de
las puertas abiertas a todos, todos, todos", expresó.
"TENTACIONES
PELIGROSAS"
Antes de concluir, renovó su
llamamiento a "caminar juntos, humildes,
vigoroso y alegres".
Frente a las "dificultades y los retos" anunciados,
invitó a ofrecer "la mirada de Jesús que
bendice y que acoge, que nos libra de caer en tentaciones peligrosas".
Entre ellas, destacó las de "ser una Iglesia rígida, una aduana que se acoraza contra el mundo y mira hacia el pasado; la de ser una
Iglesia tibia, que se rinde
ante las modas del mundo; la de ser una Iglesia cansada, replegada en
sí misma".
Unas 464 personas,
entre especialistas, teólogos, invitados y padres y madres sinodales con
derecho a voto acudirán a las sesiones de la primera asamblea general del
Sínodo de la Sinodalidad.
Del mismo modo, también invitó a
seguir el Sínodo como un recordatorio de que la Iglesia "tiene siempre necesidad de purificación" y de "ser reparada": "Todos
nosotros somos un Pueblo de pecadores perdonados, siempre necesitados de volver
a la fuente, que es Jesús, y emprender de nuevo los caminos del Espíritu para
que llegue a todos su Evangelio".
DESPEJA
"TEMORES": "ES UNA CONVOCATORIA DEL ESPÍRITU SANTO"
Por último, llamó a suavizar las expectativas sobre el Sínodo cuya primera asamblea comienza este
miércoles y finaliza el próximo 29 de este mes. La segunda sesión del mismo
tendrá lugar exactamente en un año, en octubre de 2024, en lo que es una
ampliación anunciada en octubre de 2022 "para que los frutos del proceso sinodal
alcancen su plena madurez".
Otro de los cambios es el de la
localización de las sesiones de la Asamblea General del Sínodo: tendrán
lugar en el Aula Pablo VI, y no en las aulas sinodales, como estaba previsto en
un principio, debido al gran número de participantes:
464 personas acudirán entre especialistas, teólogos, invitados
y los 365 padres y madres sinodales con derecho a voto.
"Si el Pueblo
santo de Dios con sus pastores, provenientes de todo el mundo, alimentan expectativas,
esperanzas e incluso algunos temores sobre el Sínodo que
comenzamos, recordemos una vez más que no se trata de una reunión política, no
es un parlamento, sino de una convocación en el Espíritu; no
de un parlamento polarizado, sino de un lugar de gracia y comunión", concluyó Francisco.
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