Acaba de publicarse en español el libro Símbolos Judeocristianos entre Ciencia y Fe: Reflexiones con Carmen Hernández, escrito por Giorgio Ricci.
La Sierva de Dios María del
Carmen Hernández Barrera –en adelante Carmen-
fue junto con Francisco José Gómez Argüello Wirtz –en adelante Kiko- cofundadora de la realidad eclesial
llamada Camino Neocatecumenal , que comenzó su andadura en las barracas de
Palomeras Altas de Madrid allá por 1964, de un modo absolutamente providencial
y alejado de planes preconcebidos, inspirado por la Virgen María ,
y que ha resultado ser una iniciación cristiana reconocida por la
Iglesia como instrumento válido para la formación católica en
los tiempos actuales, tanto en su modalidad de catecumenado prebautismal como
postbautismal, y de la cual Dios se ha servido para llevar a las parroquias de
la Iglesia universal la renovación del Concilia Vaticano II.
El libro de Ricci es bastante original, no sólo porque presenta una faceta de Carmen poco conocida, sino
porque además lo hace de un modo novedoso y en un lenguaje eminentemente
divulgativo: va dirigido al gran público, alejándose de un tono científico tan
sólo reservado para especialistas.
Símbolos judeocristianos entre
ciencia y fe, libro de Giorgio Ricci sobre Carmen Hernández.
Giorgio Ricci es un científico católico que tiene la
experiencia de que ciencia y fe son perfectamente compatibles en su persona, algo que ya de por sí resulta
interesante por ir en contra del imperante discurso laicista que pretende
convencernos de todo lo contrario. Como reza el aserto latino: contra factum non valet argumentum. Licenciado (1969-1974) y doctor en Ciencias Químicas
por la Universidad de La Sapienza de Roma (fundada en 1303 por el Papa
Bonifacio VIII) desarrolló su actividad científico-docente durante
37 años como profesor titular de bioquímica en el
Departamento de Ciencia y Tecnología Química de la Universidad de Tor Vergata
(Roma), llegando a publicar durante su carrera más de 150 artículos científicos
de impacto internacional, sobre los estudios de estructura y
función de enzimas que fue llevando
a cabo.
Giorgio Ricci nació en el seno de
una familia católica practicante, como el mismo cuenta en esta entrevista realizada por Medjugorje Italia TV.
Fue en 1969 cuando
conoció a la Sierva de Dios, como él mismo señala en el
libro, porque ella impartió las catequesis iniciales del Camino Neocatecumenal
en su parroquia romana, Santa Francesca Cabrini, acompañada de
Kiko y el presbítero boloñés Francesco Cuppini,
y se incorporó a la comunidad naciente, lo cual supuso un cambio muy importante
en su vida, una de cuyas principales consecuencias fue hacer la iniciación
cristiana según este carisma, formando junto con Cristina Cremona una familia cristiana que Dios ha bendecido con 10 hijos.
LA
QUÍMICA Y EL SÍMBOLO DE LA TÚNICA BLANCA
Como el propio autor cuenta en el
libro, fue en el año 1998, en una celebración de la Eucaristía en la que
estaban presentes Kiko y Carmen, cuando tras proclamarse
el Evangelio de la Transfiguración del Señor, ocurrió lo siguiente:
"En una
Eucaristía celebrada en la cripta de la parroquia de los Mártires Canadienses
en Roma, allá por 1998, Kiko y Carmen estuvieron presentes junto con
las primeras cuatro comunidades de Roma, incluida la mía – la primera de Santa Francesca Cabrini – y se
proclamó el evangelio de la Transfiguración. Fue entonces cuando, en una breve
resonancia, hice mención de lo que la física podría decir nuevamente
sobre el símbolo de la túnica blanca, que se da a niños y adultos
después del bautismo. Carmen quedó muy impresionada y me invitó a investigar
más a fondo las posibles innovaciones que la ciencia podría revelar hoy.
Así fue como comencé a trabajar en ello, comenzando por lo que la propia Biblia
nos dice sobre este símbolo. Me di cuenta de que la túnica blanca aparece con
especial relevancia en el Apocalipsis, connotando las
inmensas filas de los elegidos".
De este modo se inició una relación con Carmen más estrecha que la habitual de catequista a catecúmeno,
que se da de manera habitual en esta realidad eclesial, y que en el caso de la
Sierva de Dios, el cardenal Paul Josef Cordes, siendo Presidente Emérito del
Pontificio Consejo Cor Unum, no dudó en calificar de ‘dirección
espiritual’, en la presentación de la obra de la Sierva de Dios
titulada Diarios
1979-1981.
EL
ARCOÍRIS Y OTRAS SIMBOLOGÍAS
Fue a partir de 1998 cuando
Carmen fue solicitando la ayuda de Giorgio para avanzar en esta dirección,
incorporando a su predicación la riqueza de los avances de la ciencia moderna
aplicados a los distintos símbolos de la espiritualidad católica. Así lo indica
el autor en la obra refiriéndose a uno de los símbolos incluidos
en ella, el arco iris:
"Pero vayamos
a lo que más nos interesaba saber a Carmen y a mí, a saber, el
arcoíris como símbolo en la espiritualidad judeocristiana y los
posibles enriquecimientos que pueden derivarse de la ciencia moderna. Hay que
decir enseguida que el arcoíris aparece pocas veces en la Sagrada Escritura,
pero ciertamente con un formidable valor simbólico. De hecho, en el Génesis
leemos que después del gran diluvio, cuando las nubes dejaron de derramar agua
sobre la tierra [...]"
De este modo y comenzando por la
luz, el autor va desgranando uno por uno los principales símbolos de nuestra
espiritualidad sobre los cuales Carmen se iba interesando, combinando en los
relatos la Revelación presentada en las Sagradas Escrituras con el magisterio
de la Iglesia y en ocasiones el resultado final de todo el proceso en la
predicación de la Sierva de Dios. Así hablaba Carmen en cierta ocasión:
Kiko y yo pasaremos, como pasa
todo, como pasan todas las congregaciones, pero la Iglesia no; la Iglesia no
pasa con su pila bautismal de renovación y con el sol de la resurrección hacia
el que camina la historia. Hoy estamos
navegando por la Tierra, la Tierra no es estacionaria. El universo está en un
viaje maravilloso hacia la luz: la física de
hoy dice que estamos caminando hacia la luz y la lectura de hoy me emociona:
«Tú eres Pedro». ¿Y sabes lo que sucede seis días después de este evangelio en
Cesarea de Filipo, donde este evangelio se realiza? ¡La Transfiguración!"
Al tema del arco iris le
sigue el sol, la anticoncepción, el aborto, la sal, la
levadura, el vacío, el universo, la célula…
Pero sin duda alguna, sobre toda
la simbología comentada, prevalece lo relacionado con la luz, hasta el punto
que se presenta como anexo la transcripción de la intervención que Kiko y
Carmen llevaron a cabo el 29 de julio de 2002 en el Encuentro Vocacional de Midland, realizado en la XVII Jornada Mundial de la
Juventud llevada a cabo en Toronto , una auténtica obra maestra de síntesis
kerigmático-catequética y conciliación
ciencia-fe sobre la luz.
Especial mención merecen las
palabras de Ricci en relación a la comunión vivida entre Kiko, el P. Mario y la
Sierva de Dios sobre este tipo de catequesis que tanto han fomentado en el
Camino Neocatecumenal la conciliación ciencia-fe como parte de la predicación
inspirada:
"Un
agradecimiento muy especial va para Kiko y el padre Mario, que siempre han
acogido con interés y favor todas las profundizaciones científicas que Carmen
quería. No fue casualidad que para celebrar el 50. aniversario de la fundación
del Camino Neocatecumenal en Roma, Kiko y Mario hayan querido firmemente la
sede del Campus de la Universidad de Tor Vergata, mi universidad, no solo por
el recuerdo de la fantástica JMJ del 2000 con San Juan Pablo II, sino también
por el vínculo simbólico que unía a Carmen al mundo de la ciencia".
El mismo rector, el profesor
Giuseppe Novelli, en su saludo de bienvenida, recordó el asombro y la
admiración de Carmen por el universo que nos rodea:
≪Me han dicho que la
cofundadora del Camino Neocatecumenal, Carmen Hernández, fue una gran
admiradora de la ciencia. Ella era licenciada en químicas y en su catequesis
había una constante referencia a la física, la química, la astronomía [...]
encontrando una fantástica fusión entre ciencia y fe. En su habitación se
vislumbraba una reproducción de nuestro universo. Todo esto hace de este
encuentro entre la universidad y el Camino Neocatecumenal, en presencia del
Santo Padre, un momento de especial relevancia y crecimiento espiritual para
todos≫.
CARMEN
FUE INVESTIGADORA EN ISRAEL
También Carmen fue de algún modo
una científica católica, no sólo porque se licenció en Ciencias Químicas, sino
porque llegó a trabajar como tal en uno de los más importantes centros de
investigación del estado de Israel, el Technion Institute, cuyos científicos han sido galardonados
en varias ocasiones con el Premio Nobel, como cuenta su biógrafo, el Dr.
Aquilino Cayuela en su magnífico libro publicado por la BAC Carmen Hernández. Notas biográficas .
Abundando en el mismo sentido, el
Dr. Francesco Voltaggio señala en su obra Todas
mis fuentes están en ti que en dicho centro Carmen fue
contratada para llevar a cabo tareas de investigación científica
en un proyecto internacional dedicado precisamente a radiaciones solares, directamente relacionado por
tanto con la luz y su transformación en energía química, tema sobre el cual
podría haber hecho la tesis doctoral muy bien pagada, lo que le habría llevado a ser una auténtica pionera de la química-física tanto española como mundial, pero ya tenía
en su corazón el fuego ardiente de su radical vocación misionera, que Dios le
regaló a los diez años en la Capilla del Espíritu Santo en la Catedral de
Tudela –donde viviendo con su familia cursó sus estudios primarios- y que le
llevó a considerar todo pérdida con tal de ganar a Cristo, vocación que finalmente se expresaría en su totalidad
tras conocer a Kiko en Madrid y fundar juntos el Camino Neocatecumenal.
Estamos ante un libro más que recomendable en el que, en tono divulgativo y dirigido
al gran público, ciencia y fe se
dan la mano tanto en el autor, Giorgio Ricci, como en el contenido, como en
quien al fin y a la postre es su principal protagonista, la Sierva de Dios
Carmen Hernández. Un regalo excelente y asequible a cualquier bolsillo frente a
las fechas que se avecinan, y en un momento en el que la conciliación
ciencia-fe está en auge.
Como señala el autor:
≪La ciencia es sin
duda una gran lupa que nos permite ver hoy lo que los hombres veían
confusamente hace solo unos años o no veíamos en absoluto. En este sentido, la
ciencia es una poderosa ayuda para la fe y la Revelación. La
simbología judeocristiana, a la luz de los conocimientos científicos actuales,
revela un escenario sorprendente que nos permite tener una
mayor claridad incluso en los problemas éticos más candentes que sacuden al
mundo contemporáneo≫.
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