TODO LO QUE DEBES SABER DEL «SANTO DE TODO EL MUNDO»
La devoción a San Antonio de Padua está extendida
por todo el mundo. Cada 13 de junio en numerosas localidades de todos los
continentes el santo sale en procesión.
El 13
de junio la Iglesia celebra la fiesta de San Antonio de Padua, uno de los santos más conocidos
y cuya devoción está más extendida por el orbe. Vivió tan sólo 36 años, tiempo
suficiente para convertirse en uno de los santos más universales, considerado
por León XII como “el santo del todo el mundo”, nombrado
Doctor de la Iglesia por Pío XII, que le atribuyó el título de “Doctor Evangélico”. Su devoción es universal,
siendo además considerado como el santo más milagroso, debido a las gracias y
hechos extraordinarios realizados por su intercesión tanto estando él todavía vivo
como todavía hoy.
¿QUIÉN
ES SAN ANTONIO DE PADUA?
De nombre Fernando, tras su paso
a la vida religiosa optó por el de Antonio. Nació en Lisboa
en 1195, siendo de este modo el
santo portugués más universal, aunque sea conocido por la ciudad de Padua, en
la que se encuentran sus restos, y cuya basílica es un centro internacional de
peregrinación. Estudió en la escuela catedralicia de Lisboa, pero más adelante,
en torno a 1210, ingresó en el monasterio de
canónigos regulares de San Agustín de San Vicente de Fora. Allí estuvo dos años, cuando pidió permiso para
trasladarse a Coímbra, donde permanecería ocho años profundizando en su
formación religiosa, pero también en otros ámbitos del saber.
En 1220 Fernando
conoce por primera vez a los franciscanos después de que las reliquias de
cinco misioneros franciscanos martirizados en Marruecos fueran llevadas a
Coímbra. Esto será un elemento esencial en su camino de fe, pues en septiembre
de ese año decide ingresar en la orden los frailes menores fundada por San Francisco de Asís.
A su vez, surge en él una fuerte vocación misionera y al martirio, motivo por el cual decide ir a a Marruecos. Pero en África
cae gravemente enfermo y debe regresar a su patria. Pero el barco, debido a los
vientos acaba en Sicilia tras un naufragio. De Sicilia se dirigió a Asís, donde
San Francisco había convocado a los frailes. Fue entonces cuando fue invitado a
dirigirse a la región de Romaña, al eremitorio de Montepaolo.
Durante los siguientes años se
descubre el tremendo carisma de predicador de San Antonio de
Padua, por lo
que es enviado a predicar por todo el norte de Italia y el sur de Francia,
donde tuvo que combatir con las herejías de su tiempo, como la de los
albigenses. Durante dos años enseñó también Teología en Bolonia, siendo uno de
los primeros franciscanos en dedicarse a esta enseñanza.
Posiblemente, entre 1227 y 1230
fue nombrado ministro provincial del norte de Italia,
teniendo que visitar los numerosos conventos de la zona, donde Padua para él
fue siempre un lugar especial. Se cree que fue en esta ciudad en la que San
Antonio escribiría sus Sermones para
los domingos, una de las grandes obras que ha dejado a la Iglesia.
Después de la Pascuade 1231, y
estando exhausto, aceptó retirarse con otros frailes a Camposampiero
(pueblecito a pocos kilómetros de Padua) huésped del conde Tiso. Allí pidió que
le acondicionaran un sencillo refugio sobre un gran nogal, donde pasaba las jornadas
en contemplación con Dios y en diálogo con las gentes humildes de la aldea. Es
durante esta permanencia cuando se le apareció el Niño Jesús y dialogó con él, como testificará el conde
Tiso.
El 13 de junio de 1231 sintió un
fuerte malestar. Puesto en una carreta es llevado a Padua, donde el mismo ha
pedido poder morir. Llegado a la Arcella, un barrio a las puertas de la ciudad,
murmurando las palabras "Veo a mi
Señor", murió a la edad de unos 36 años. Algunos días después, con solemnes funerales, Antonio
fue sepultado en Padua, en la iglesita de Santa María Mater Domini, su refugio
espiritual en los períodos de intensa actividad apostólica.
Al cabo de un año de su muerte,
la devoción de los paduanos y la fama de tantos prodigios realizados hicieron que
el papa Gregorio IX lo proclamase santo el 30 de mayo
de 1232, sólo 11 meses después de la muerte. En 1946 la Iglesia proclamó a san Antonio de Padua "Doctor de la Iglesia Universal", con el
título de Doctor Evangelicus.
¿POR
QUÉ SAN ANTONIO ES CONSIDERADO EL SANTO MÁS “MILAGROSO”?
San Antonio es conocido también
como el santo de los Milagros, o el taumaturgo, o sea, aquel que obra
prodigios. De hecho, es conocido
mundialmente como el santo más milagroso, fama que ya tenía en vida, pues además de su
humildad y su prodigiosa predicación, lo acompañaba con hechos extraordinarios
que extendieron su fama de santidad, hasta tal punto de que fue canonizado
menos de un año después de su muerte.
León XII le llamaba
el “santo de todo el mundo” porque su imagen está por todos los rincones del mundo, de ahí que se
haya solicitado, y con éxito, su intercesión en numerosas ocasiones. Son
decenas de miles las gracias y milagros concedidos por intercesión de San
Antonio de Padua. Es también conocido por las tradiciones que dicen que es
especialista en las causas difíciles, en encontrar
cosas perdidas y también en encontrar marido a las jóvenes.
¿CUÁLES
SON LOS MILAGROS MÁS CONOCIDOS QUE SAN ANTONIO HIZO EN VIDA?
La realidad es que ya en vida
realizó numerosos milagros, muchos de los cuales están plasmados en la basílica
de Padua. Uno de ellos ocurrió precisamente en esta ciudad. Un joven llamado
Leonardo pateó a su madre en un arranque de ira. Arrepentido, confesó su falta
a San Antonio quien le dijo: "El pie de aquel
que patea a su propia madre, merece ser cortado". Leonardo corrió a
casa y se cortó el pie. Enterado de esto, San Antonio tomó el miembro
amputado del joven y milagrosamente lo reunió al cuerpo.
Otra cualidad extraordinaria de
San Antonio era su capacidad de leer las almas, como al notario disoluto de
Le-Puy, que alejado de la fe y de todo temor de Dios, San Antonio le
predijo que moriría mártir y así fue.
En otra ocasión, se presentó
delante del santo un gran pecador, decidido a cambiar de vida y reparar todos
los males cometidos. Se arrodilló a sus pies para hacer la confesión, pero fue
tal su conmoción que no logró abrir la boca, y lloraba desconsoladamente.
Entonces el fraile le aconsejó apartarse y escribir sobre una hoja todos sus
pecados. El hombre obedeció y volvió con una larga lista. Fray Antonio leyó
todos los pecados en voz alta y le devolvió la hoja. De repente, el penitente miró la hoja y la vio totalmente limpia. Los pecados
desaparecieron del alma del pecador e incluso del papel.
Como se ha dicho anteriormente,
San Antonio es conocido en todo el mundo por su patronazgo especial para
encontrar las cosas perdidas y esto se debe a un hecho de su vida que ocurrió
en Montpellier (Francia). Recuerda la revista de El Pan de los Pobres que
un novicio se fugó del convento y se llevó consigo un salterio con notas
explicativas, de gran valor, y que el santo usaba en la enseñanza. El hecho
ocurrió de noche. La tradición dice que apenas el santo lo supo, se puso a
rezar. Cuando el novicio llegó a un puente, se le apareció el diablo en forma
horrible que le dijo: “Regresa al
convento y devuelve el libro a Antonio, de lo contrario te mato y te tiro al
río”. El novicio
asustadísimo vio que la figura monstruosa crecía enormemente y se le echaba
encima. Corrió y postrado a los pies del Santo reconoció su error, devolvió el
libro y pidió ser readmitido en la comunidad.
Uno de los milagros más conocidos
es el de la mula. Durante un debate con un hereje acerca de la presencia de
Jesús en la Eucaristía, el hereje retó a San Antonio a que demostrase con un
milagro la presencia real de Cristo en la hostia consagrada, prometiendo que si
lo lograba se convertiría. El franciscano le explicó entonces que encerraría a
su mula en el establo durante varios días sin darle de comer, después la
llevaría a la plaza delante de la gente poniéndole delante forraje. Al mismo
tiempo pondría la Sagrada Forma ante el animal, y si éste se arrodillaba ante
Cristo Eucaristía ignorando la comida es que el milagro se había producido.
Llegó el día y ante la mula San Antonio le muestra el Cuerpo de Cristo y le
dice: “En virtud y en nombre del Creador, que yo a
pesar de ser indigno, tengo verdaderamente entre las manos, te digo, oh animal,
y te ordeno acercarte enseguida y con humildad y ofrécele la debida veneración”.
Antes de que terminase de hablar la mula bajó la cabeza y se arrodilló.
En Ferrara se produjo el milagro
del niño recién nacido que habló. Cuenta la tradición que debido a los celos un
padre no quería ni tan siquiera tocar al hijo nacido pocos días antes porque
creía que era fruto de un engaño de su mujer. San Antonio tomó entonces en
brazos al recién nacido y le dijo: "Te ordeno
en nombre de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, nacido de la Virgen
María, que me digas con voz clara para que todos lo puedan oír, quién es tu
padre". El bebé, mirando a los ojos de su padre dijo: "¡Este es mi
padre!". Y
dirigiéndose al hombre, el santo añadió: "Toma
a tu hijo, ama a tu mujer que es inocente y merece toda tu confianza".
¿QUÉ
ES EL PAN DE SAN ANTONIO?
Cada 13 de junio, en la
festividad de San Antonio, las iglesias que llevan su nombre suelen repartir el
llamado "pan de San Antonio", devoción que
proviene del milagro con el que revivió Tomasito, un bebé de 20 meses. Su madre le dejo solo un rato y lo
encontró poco después, sin vida, ahogado en un barreño de agua. Desesperada
invocó la ayuda del santo y en su oración hizo un voto: si obtenía la gracia
daría a los pobres tanto pan cuanto pesase el bebé. El hijo recobró
milagrosamente la vida y nació así la tradición del «pondus
pueri», una oración con la cual los padres, a cambio de protección para
los propios hijos, prometían a san Antonio tanto pan cuanto era el peso de los
hijos. En este milagro tiene su origen la Obra del Pan de los Pobres y después
la Caritas Antoniana, , las organizaciones antonianas que se ocupan de llevar
comida, y artículos de primera necesidad y asistencia a los pobres de todo el
mundo.
La devoción a San Antonio de
Padua y la promesa de la mujer se mantienen vivas en muchas parroquias. Estas iglesias suelen tener pequeñas cajas con el lema "Para el pan
de los pobres", cuyo
objetivo es recaudar dinero para poder ayudar a los más necesitados.
¿POR
QUÉ SON TAN IMPORTANTES LOS SERMONES DE SAN ANTONIO?
San Antonio destacó en muchos
aspectos, pero tuvo una gran relevancia por su predicación y por los sermones
que dejó a la Iglesia. De hecho, el Papa Pío XII cuando le
declaró Doctor de la Iglesia en 1946 le atribuyó el título de “Doctor
Evangélico”, porque en sus
escritos ponía de manifiesto de manera magistral la belleza del Evangelio.
De este modo, los sermones son la gran obra literaria y teológica de San Antonio.
Se tratan de un tratado de doctrina sagrada en forma de recopilación de
sermones, con los que el santo se propuso exponer toda la Escritura analizando
las lecturas propuestas para la liturgia dominical y festiva de su época. Los
escribió con la finalidad específica de ofrecer a sus hermanos un instrumento
de formación para la vida cristiana. Los argumentos tratados son normalmente
los de la fe y de las buenas costumbres. El Santo ofrece a los predicadores
instrumentos para la predicación: cómo enseñar a los fieles la doctrina del
Evangelio, cómo valorizar los sacramentos, sobre todo la penitencia y la
eucaristía.
En la Audiencia General del 10 de
febrero de 2010, el Papa Benedicto XVI quiso hablar específicamente sobre los
sermones de este santo portugués, mostrando con su particular claridad la
importancia de estos escritos.
“En el último
periodo de su vida, san Antonio puso por escrito dos ciclos de
‘Sermones’, titulados respectivamente Sermones dominicales y Sermones sobre los santos, destinados a los
predicadores y a los profesores de los estudios teológicos de la Orden
franciscana. En ellos comenta los textos de la Escritura presentados por la
liturgia, utilizando la interpretación patrístico-medieval de los cuatro
sentidos: el literal o histórico, el alegórico o cristológico, el tropológico o
moral y el anagógico, que orienta hacia la vida eterna. Hoy se redescubre que
estos sentidos son dimensiones del único sentido de la Sagrada Escritura y que
la Sagrada Escritura se ha de interpretar buscando las cuatro dimensiones de su
palabra. Estos sermones de san Antonio son textos teológico-homiléticos, que
evocan la predicación viva, en la que san Antonio propone un verdadero
itinerario de vida cristiana. La riqueza de enseñanzas espirituales contenida
en los ‘Sermones’ es tan grande, que el venerable”, explicaba el Papa alemán.
Además, Benedicto XVI agregaba
que “en estos sermones, san Antonio habla de la oración
como de una relación de amor, que impulsa al hombre a conversar dulcemente con
el Señor, creando
una alegría inefable, que suavemente envuelve al alma en oración. San Antonio
nos recuerda que la oración necesita un clima de silencio que no consiste en
aislarse del ruido exterior, sino que es una experiencia interior, que busca
liberarse de las distracciones provocadas por las preocupaciones del alma,
creando el silencio en el alma misma. Según las enseñanzas de este insigne
Doctor franciscano, la oración se articula en cuatro actitudes indispensables
que, en el latín de san Antonio, se definen: obsecratio, oratio, postulatio,
gratiarum actio. Podríamos traducirlas así: abrir confiadamente el propio
corazón a Dios; este es el primer paso del orar, no simplemente captar una
palabra, sino también abrir el corazón a la presencia de Dios; luego, conversar
afectuosamente con él, viéndolo presente conmigo; y después, algo muy natural,
presentarle nuestras necesidades; por último, alabarlo y darle gracias”.
San Antonio de
Padua (1195-1231), portugués de nacimiento y gran predicador en la ciudad
italiana, donde murió, fue canonizado por el Papa Gregorio IX apenas un año
después de su muerte, tales eran su fama de santidad y el número de milagros
obtenidos por su intercesión. En la imagen, en un cuadro de Bartolomé Esteban
Murillo (1618-1682).
¿POR
QUÉ SE REPRESENTA A SAN ANTONIO CON EL NIÑO JESÚS EN BRAZOS?
El arte ha representado durante
los últimos siglos a San Antonio de Padua junto al niño Jesús, y esto se debe a
que al final de sus días, el santo tuvo una aparición del propio Jesús como
niño. En mayo de 1231 pocos meses antes de morir se trasladó a Verona y de ahí
al castillo de Camposampiero del conde Tisso, donde había una comunidad de
franciscanos. En el bosque tenía una pequeña cabaña, donde pasaba gran parte
del día centrado en la oración. Fue en ese lugar donde tuvo
lugar la visión del Niño Jesús. El conde, que espiaba con frecuencia al santo, presenció
esta visión. San Antonio le prohibió que lo divulgara hasta que él hubiera
muerto. En este sentido, una vez que se hizo conocido este relato a finales del
siglo XV se comenzó a representar a San Antonio con el niño Jesús en los
brazos.
CRONOLOGÍA
DE SAN ANTONIO DE PADUA
El Pan de los Pobres,
la revista de los devotos de San Antonio, recoge algunos de los momentos más
relevantes de su vida y de su posterior devoción:
-1195: San
Antonio de Padua nace en Lisboa, cerca de la catedral, en la que fue bautizado,
cuyo nombre de bautismo era Fernando.
-1201-1210: Fernando Martín o Martins estudia en la escuela catedralicia.
-1210: Ingresa
en la Orden de los Canónigos Regulares de San Agustín en Lisboa.
-1212: Se
traslada al monasterio de Santa Cruz de Coimbra, donde se dedica por entero a
la plegaria y al estudio.
-1220: El
rey Pedro de Portugal regresa de una campaña en Marruecos con las reliquias de
frailes franciscanos mártires. En ese momento nace en su interior el anhelo de
dar su vida por Cristo y le anima a ingresar en los Frailes Menores (eremitorio
de San Antón de Olivares), con el nombre de Fray Antonio (San Antonio de
Padua). Hace la profesión religiosa y en diciembre se traslada a Marruecos.
-1221: Cae
gravemente enfermo y en la nave en la que regresaba una tempestad llevó la nave
hasta Sicilia. En mayo asiste al capítulo general de la Orden, en Asís, y un
mes después se retira al eremitorio de Monte Paolo, en la Emilia-Romaña.
-1222: Comienza
su misión de predicador itinerante por Romaña. A su predicación moral y
penitencial hay que asociar su acción pacificadora, su enseñanza de la Sagrada
Escritura a sus hermanos frailes, su enfrentamiento con los herejes, etc.
-1223: Continúa con la predicación y
además es nombrado Maestro en Teología por San Francisco, que le envía a
enseñarla a sus frailes en Bolonia.
-1224: Desde el otoño de 1224 hasta finales de 1227, San Antonio predica en
el sur Francia, región muy afectada por la herejía albigense.
-1226: San
Antonio de Padua es nombrado “custodio” de
los frailes de la región de Limoges (Francia).
-1227: Regresa a
Italia y asiste en Asís al capítulo general. Es enviado como ministro
provincial a la Emilia.
-1228: Predica en presencia del Papa Gregorio IX, en San Juan de Letrán, y es
por el Papa para escribir los “Sermones dominicales”.
-1230: Aasiste en Roma al capítulo
general y luego es enviado nuevamente a Roma por el Papa Gregorio IX, para
arbitrar en la interpretación de la regla de los franciscanos. En verano San
Antonio de Padua regresa a Padua, donde predica y escribe los “Sermones de las
solemnidades”.
-1231: Predica en Padua durante toda la
Cuaresma. En mayo se traslada al eremitorio de Camposampiero y muere el 13 de
junio en el convento de La Arcella.
-1232: Menos de un año después de su
muerte, el 30 de mayo, San Antonio de Padua es canonizado en la catedral de
Espoleto por el Papa Gregorio IX.
-1263: Exhuman su cuerpo en presencia de San Buenaventura y se encuentra su
lengua incorrupta.
-1946: El 16 de
enero, el Papa Pío XII proclama a San Antonio de Padua “Doctor
de la Iglesia”.
ORACIÓN
A SAN ANTONIO DE PADUA
Oh san Antonio, el
más clemente de todos los santos, tu amor por Dios y todas sus criaturas te
valió poderes milagrosos en esta tierra. Te lo imploro, intercede en mi favor.
Susurra mi ruego a la oreja del Niño Jesús, que tanto amaba acurrucarse entre
tus brazos… (exprese aquí su petición)…
Oh san Antonio,
santo de los milagros, cuyo corazón está colmado de compasión humana, te lo
ruego, concédeme mi plegaria y te estaré por siempre agradecido. Amén
NOVENA
A SAN ANTONIO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
ORACIÓN
PARA CADA DÍA
Gloriosísimo San Antonio de
Padua, que por vuestro increíble poder, recibido de Dios nuestro Señor, obráis
tantos milagros y sois la admiración del mundo, a Vos acudo y suplico que me
alcancéis lo que os pido, si es voluntad del Señor y de María Santísima, y lo
más conveniente para mi alma.
DÍA
I - MUERTE.- INSIGNE San Antonio de Padua, que resucitasteis a tantos muertos, pedid al Señor
que me guarde de caer en pecado mortal y que me conceda la gracia de morir
después de recibidos los Santos Sacramentos.
Récese cada día un Padrenuestro,
Avemaría y Gloria, y, como final, el Responsorio con su oración.
DÍA
II - ERROR.- AMABILÍSIMO San
Antonio Padua, que guiasteis a tantas almas por el camino del cielo, alcanzadme
la gracia de perseverar en la fe y en el amor de Dios.
DÍA
III - MISERIA. - PIADOSÍSIMO San
Antonio de Padua, que os distinguisteis por vuestra compasión hacia los
desgraciados, haced que sepa conformarme con la voluntad de Dios en todas mis
tribulaciones.
DÍA
IV - DEMONIO.- PODEROSÍSIMO San Antonio de Padua, que libráis de los ataques del espíritu maligno a
cuantos os invocan, obtenedme la gracia de que jamás consienta en las
tentaciones de los enemigos de mi alma.
DÍA
V - ENFERMOS CURADOS.- CARITATIVO San Antonio Padua, que curáis las enfermedades del cuerpo y del
Espíritu, rogad por mí, a fin de que, con salud del alma y del cuerpo, en todo
tiempo sirva fielmente al Señor.
DÍA
VI - EL MAR.- MARAVILLOSO San Antonio de Padua, que hasta sobre el mar dejasteis sentir
vuestro poder, guiadme en medio del proceloso mar de la vida y protegedme en
todos los peligros, para que no se pierda mi alma.
DÍA
VII - LOS PRESOS.- COMPASIVO San Antonio de Padua, que rompéis las cadenas de la cautividad y de las
malas pasiones, rogad por vuestro devoto a fin de que nunca me deje esclavizar
por los vicios y pecados.
DÍA
VIII - BIENES PERDIDOS.- BENDITÍSIMO San Antonio de Padua, que hacéis hallar las cosas perdidas, logradme que
recobre lo que pueda perder y que conserve cuanto aprecio y, en especial, la
gracia y amistad de Dios.
DÍA
IX - POBREZA.- MISERICORDIOSÍSIMO
San Antonio de Padua, que socorréis a los pobres y
necesitados; auxiliadme en mis penas y tribulaciones, y haced que yo halle en
Vos el consuelo y bienestar que necesito.
PLEGARIA
Recuerda, Señor, que tu
misericordia y tu ternura son eternas. Con la confianza que nos da el sabernos
hijos tuyos e invocando la intercesión de tu siervo san Antonio, al que
atiendes con largueza, te presentamos nuestras peticiones: ...... ...... ......
ORACIÓN FINAL
Dios todopoderoso y eterno, tú
que has dado a tu pueblo en la persona de san Antonio de Padua un predicador
insigne y un intercesor poderoso, concédenos seguir fielmente los principios de
la vida cristiana, para que merezcamos tenerte como protector en todas las
adversidades. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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