EL EXPERTO ADVIERTE: «LA ONU ES UN MECANISMO NEOCOLONIAL CON UNA AGENDA IDEOLÓGICA CONCRETA»
El jurista Stefano Gennarini representa en Nueva
York a C-Fam (Center for Family & Human Rights), desde donde defiende la
vida, la familia y los valores cristianos.
Stefano Gennarini conoce muy bien cómo se
las gasta la ONU a la hora de imponer su
agenda ideológica al resto de países. Aborto, homosexualismo, eugenesia,
transhumanismo... cualquier campo es bueno para intentar
sustituir los valores naturales por los del nuevo hombre que
tienen pensado.
El jurista Stefano Gennarini representa en Nueva York a C-Fam (Center
for Family & Human Rights), desde donde defiende la vida, la familia y los
valores cristianos. En el último número de la Revista Misión, su redactor jefe, Javier Lozano, entrevistó a este buen conocedor de esta organización "neocolonial" plagada de lobbies y magnates.
IMPLEMENTAR
EL PROGRESISMO
"La ONU ya no
cumple con la función para la que fue fundada. Es un mecanismo neocolonial.
EE.UU., la UE y los países occidentales se han convertido en el gran polo de
poder. Este nuevo discurso asume y promueve agendas sociales e
ideológicas muy controvertidas, que incluyen el aborto o la cuestión
LGBT. Los expertos de la ONU están reformulando todos los derechos para
convertir la autonomía sexual en la norma más alta", comienza diciendo.
Para Gennarini, la ONU tiene muy
claro su plan. "Las agencias de las Naciones
Unidas han crecido en poder y en financiación. Esto va creando un sistema, con
políticas generalmente progresistas, que espera su oportunidad para
introducirse en un Estado. No lo digo yo, los mismos oficiales de la
ONU hablan abiertamente de buscar todos los puntos de entrada en cada país para
implementar sus políticas", asegura.
A la pregunta de qué estrategias
utiliza la ONU para imponer sus postulados ideológicos, Stefano denuncia lo
burdas que son. "Pongamos un ejemplo. Le dicen
a un experto en derechos del niño que quieren resaltar la cuestión de género y
le dan un millón de dólares. Él paga a unos investigadores para que realicen un
informe en el que también deberán incluir cuestiones de género. Y
aunque este texto no es vinculante y no tiene autoridad, UNICEF lo citará en
sus programas", explica.
"A su vez
UNICEF recibirá de los mismos países que han pagado al experto fondos para un
programa que promueva estos derechos, pero incluyendo las teorías de género,
que se implementará en países en vías de desarrollo. Así van
imponiendo estas políticas", añade.
Gennarini defiende que algunas
divisiones de la ONU son fábricas de activismo ideológico. "Las agencias de Naciones Unidas tienen divisiones
enteras dedicadas a la labor de presión. La actividad de ONU Mujeres no se
dedica a llevar asistencia a mujeres en países en vías de desarrollo. Se
dedica exclusivamente a promover el feminismo occidental", comenta.
Y, aparecen los grandes nombres
que mueven los hilos de las instituciones mundiales, que, como es sabido y
ratifica Gennarini, trabajan para la ONU. "Existen
fundaciones de creación más reciente como las de Bill Gates o George Soros,
pero también otras históricas como Rockefeller, MacArthur o Ford, que llevan tiempo promoviendo sus políticas a través de la ONU",
apunta.
"En los años
60 estas fundaciones hicieron una presión muy fuerte al Vaticano para el
control de la población. Sabían que para poder promoverlo de manera
eficaz necesitaban el apoyo de la Santa Sede, voz única en
cuestiones morales. Querían que Pablo VI les secundara, pero no lo hizo.
La Humanae Vitae fue también una respuesta a este lobby
internacional fortísimo", añade.
'La actividad de ONU
Mujeres no se dedica a llevar asistencia a mujeres en países en vías de
desarrollo. Se dedica exclusivamente a promover el feminismo occidental'.
El jurista analiza cómo trabajan
estas corporaciones. "Son fundaciones que
empezaron gracias a un multimillonario que tenía la pretensión de
resolver los problemas del mundo.
Estos tienen relaciones tanto con países como con las agencias de las Naciones
Unidas a las que dan mucho dinero, a la vez que les hacen ver las políticas que
a ellos les interesa implementar", relata.
"Tienen una
estructura corporativa y generalmente sus dirigentes son también millonarios
que tienen mucho dinero invertido en diferentes compañías. Al final estas
organizaciones filantrópicas promueven muchas veces los intereses económicos de
sus directivos", asegura.
Sobre si hay algún tipo de
resistencia, Stefano apunta que cada vez menos. "Hace
unos años los diplomáticos tenían más autoridad para negociar. Ahora reciben de sus países instrucciones de los ministros de Salud o
de Igualdad, que a su vez han sido financiados por estas agencias de la ONU, y
que también por su parte han recibido dinero de terceros países para imponer
esta agenda. Así se crea este sistema colonial entre los países poderosos y los
más pobres", comenta.
PARECE
INEVITABLE QUE GANEN
C-Fam trabaja, entre otras cosas,
para denunciar esto. "Informamos al mundo
sobre los debates que se están dando en Naciones Unidas, porque la mayoría no
conoce la influencia que tienen los organismos internacionales en sus propios
países, donde se implementan pactos internacionales que los
ciudadanos ni han discutido ni han votado. En 1995 ningún país tenía leyes
de género, ni siquiera los partidos tenían posiciones políticas. Ahora es una
cuestión central", afirma.
Del por qué de estas políticas,
Gennarini se retrotrae al pacto de Beijing de 1995. "Aquel
año se produjo el pacto internacional de Beijing y se ratificó la agenda de
género. A nivel normativo se mantuvo una ambigüedad, pero logró que se
invirtiera mucho dinero y ayuda política en organizaciones que
promovían esta ideología. Hoy esta ideología está presente en todo
el mundo", lamenta.
"Tenemos
relación con más de 50 delegaciones en la ONU y tratamos de obstaculizar esta
agenda. Parece casi inevitable que ganen, pero tenemos que confiar en la
providencia. Pienso en San Juan Pablo II y en la conferencia de
El Cairo de 1994. Se daba por hecho que se iba a declarar el aborto como un
derecho internacional, pero su intervención provocó que se creara una coalición
de países latinoamericanos, árabes y africanos que obstaculizó esta
declaración", apunta.
El jurista reconoce el enorme
papel que tiene el Papa. "La Santa Sede es
muchas veces la única voz amiga de la vida y de la familia en la ONU.
Es muy triste. Hay un sesgo anticristiano en la ONU. Se han ensañado con la
Santa Sede por su enseñanza sobre el matrimonio y la familia, y por hablar
sobre la complementariedad de los sexos. Hace unos años Noruega lideró una
campaña para expulsarla de la ONU, y yo he visto a los representantes de la UE
tratar a esta delegación con desprecio y exigir que no hablasen sobre la
mujer", reconoce.
Gennarini tiene claro que la
respuesta no será política. "Cualquier
esperanza que he puesto en soluciones políticas me ha defraudado. El
testimonio de los cristianos y el anuncio del Evangelio serán la respuesta a la
agenda de género. Puede que incluso en algún lugar haya sangre, y
así tendremos el privilegio de poder testimoniar la fe hasta el martirio.
Mostrar la fe es lo que puede de verdad influir y cambiar las culturas desde su
interior. Se puede tratar de cambiar la cultura por medio de la política, pero
al final es la vida sacramental de la Iglesia la que transforma a los hombres y
a las sociedades", explica.
Contundente defensa de
la vida por Stefano Gennarini en la ONU.
Gennarini concluye con un mensaje
de esperanza. "Cada generación tiene que dar
testimonio. Ojalá que en la nuestra también surja este testimonio fuerte que
ayude a los países a obstaculizar estas políticas antihumanas. Hoy
debemos enfrentarnos con valentía a la agenda transhumanista. Ahora
más que nunca hay que confrontarse directamente con ellos, porque van muy en
serio", expresa.
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