He visto algunas partes del funeral de Benedicto XVI. La liturgia siempre perfecta. Ahora bien, es el momento de pasar a liturgias 2.0. Un escenario como ese, una liturgia como esa, debe ser abordada por un buen director de cine. Tienen que preguntar a varios directores de cine: ¿cómo hubierais enfocado esta ceremonia vosotros en una película?
El
funeral no debe estar pensado primariamente para los presentes en la plaza,
sino para una audiencia planetaria. Y eso requeriría cambios que no voy a
explicar aquí. Pero resulta inconcebible que en el año 2023 una cámara no
siguiera el recorrido hasta la cripta vaticana. Una cámara que, de cerca,
transmitiera todos los pequeños detalles del enterramiento.
Para el
funeral en la plaza, no estoy pensando en espectáculos profanos, en actos
llamativos de carácter no sacro. Para nada.
Fijémonos
que todo lo que aparece en El padrino,
salvo los asesinatos, son escenas comunes, escenas familiares, enfoques dentro
de una casa particular, cosas así. Pero el arte es lo que hace que esa película
sea visionada una y otra vez, y otras películas sobre la mafia hayan sido
completamente olvidadas. El Caballero de la
mano en el pecho de El Greco
¿tiene algo de espectacular? Y, sin embargo,
es una obra maestra en la historia de ese siglo.
En esa
plaza teníamos todo: sobre todo el hecho (el funeral de un papa), el marco,
miles de clérigos, obispos y cardenales. Si un director no puede hacer una obra
de arte con eso, no lo podrá hacer con nada.
♣ ♣ ♣
Vuelvo a
reiterar que, en mi modesta opinión, encima del ataúd (incluso de un papa) no
es el lugar para colocar el evangeliario. Visualmente es más rotundo el féretro
sin nada encima. Menos mal, ¡menos mal!, que
no les ha dado por empezar a colocar objetos y más objetos sobre la tapa.
Ni
siquiera creo que el escudo papal embellezca más ese féretro. En el caso de un
pontífice romano, pienso que la desnudez de todo ornato resulta más imponente.
P. FORTEA
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