JUAN VIVÍA ENGAÑADO Y CREÍA SER BUEN PARROQUIANO
JUAN SÁNCHEZ CONTÓ SU EXPERIENCIA COMO MAESTRO DE REIKI Y SU CONVERSIÓN
EN LA VIGILIA DE ASALTO AL CIELO
El reiki y la Nueva Era (New Age) están
cada vez más extendidas en la sociedad por el supuesto bienestar físico y
mental que producen, pese a que también muchas más personas alertan de que tras
estas prácticas lo que de verdad ocurre es que se abre la puerta al demonio.
Incluso entre los católicos es un gran problema pues estas técnicas se
disfrazan de tal manera que se venden como algo bueno y son adoptadas por
muchos fieles, también por consagrados. Y sus efectos son devastadores.
De esto sabe y mucho, Juan Sánchez, maestro de reiki que durante años
introdujo en estas y otras técnicas a más de 1.500 personas. Y mientras lo hacía, él creía ser católico, era
catequista y participaba en la parroquia, aunque en realidad se había hecho una
religión a su medida en la que él era su propio dios.
Finalmente pudo ver la verdadera cara del mal que se esconde tras el reiki y
tuvo una verdadera conversión que le llevó de verdad a la Iglesia. Su testimonio lo contó en la Vigilia de Asalto al Cielo,
que organiza el padre Álvaro Cárdenas en la parroquia de Colmenar de Arroyo
(Madrid).
LA
NEW AGE SE VENDE COMO ALGO BUENO...PERO CUIDADO
Juan está ahora retirado de la
Armada y llegó al reiki tras intentar curar unas dolencias que tenía y que le
podían impedir seguir con su trabajo. Se inició en terapias naturales para lo
que se hizo naturólogo y llegó a abrir una consulta. Haciendo estos cursos,
empezó "a escuchar cosas de la Nueva Era, técnicas que parecían
maravillosas, y yo entonces era una esponja y comencé a interesarme
por un sinfín de técnicas”.
Con la comunión de su hijo volvió a integrarse en la parroquia, de la que
formalmente no se separaría aunque en la realidad fuera un alejado. Fue en ese
momento cuando por casualidad descubrió el reiki. Juan
recuerda: "me impactó, lo presentaron como algo tan bonito…podía sanar a
la gente, era fantástico para mis consultas y encima podía beneficiarme. Me lo presentaron como algo
esotérico y ahí debí sospechar pero era como los fanáticos y yo lo veía como
algo estupendo”.
FUERZAS QUE VIENEN DEL
DEMONIO
Así fue como accedió al primer
nivel del reiki. “Había contactado con un maestro
de reiki en Torre Pacheco (Murcia), allí me convertí en médium pues cuando
accedemos a muchas de estas terapias estamos llamando a fuerzas que no vienen
de Dios”.
Para explicar a los presentes en qué consiste el reiki, Juan Sánchez dijo que es una “canalización de energía por
imposición de manos” pero no como la que realiza
un sacerdote. “Se llama a una energía que nadie
conoce su procedencia, bueno sí se sabe, pero no se quiere conocer. Viene del
diablo”, contaba.
Y es que por experiencia propia puede decir que mediante el reiki se “producen curaciones que luego pasan facturas muy
grandes. El reiki se divide
en varios niveles. El primero a es nivel físico, hace falta que esté la persona
presente para hacerle ese esoterismo. Se me enseñó un símbolo que es abrir la puerta
al diablo para hacer una llamada de energía que no viene de Dios”.
DEL
PRIMER NIVEL A LA MAESTRÍA
De ahí pasó a un segundo
nivel. “Nos representaban a los guías reiki como ángeles de
la guarda pero no eran más que demonios a los que estaba invocando”, alertaba
Juan. En este nivel, ya no hace falta que esté la persona delante para que se
le pueda aplicar esta “energía”.
El demonio -recuerda Juan- le iba
engañando a través de estas prácticas, pues “las
terapias eran mucho más efectivas cuando practicaba reiki” y pasó a formar parte de su vida diaria
mientras él seguía acudiendo a la parroquia.
Pero necesitaba más y buscó llegar al máximo nivel, la maestría. “Estaba dispuesto a pagar hasta un millón de pesetas
(hablamos de 1999) para lograrla”.
Estando de vacaciones, unos amigos le hablaron de un maestro de reiki y
contactó con él para que le diera la maestría. Y finalmente lo consiguió. “Ya era jefe de los médium y yo podía iniciar a otros a ser uno. Había
entregado toda mi vida al demonio aunque él ponía todo muy bonito”, contaba
a los presentes en la parroquia de Colmenar de Arroyo.
LLEGÓ
A INICIAR A MONJAS Y CURAS
Siendo ya maestro empezó a
impartir cursos gratis. Primero una tarde a la semana y después varios
días. Hasta 1.500 personas llegó a iniciar durante sus
años como maestro. Hasta
escribió un libro. Y recordaba que mientras hacía esto era catequista, daba
cursillos prematrimoniales e incluso estudiaba Teología.
Por ello, quiere alertar los católicos ante estas prácticas que muchas veces se
presentan como algo bueno. “Llegué a iniciar a varias
consagradas e incluso consagrados. Una de estas consagradas llegó a la maestría
de reiki”, contaba Juan, que dijo
que aún hoy esta religiosa sigue defendiendo sus bondades pese a que él le
explicó su conversión y los males del reiki.
Uno de los 'ganchos' del reiki es la gente que acude
buscando un "bienestar físico"
Sin embargo, en la parroquia
intentaban disuadirle de lo que hacía. Un diácono amigo suyo le entregó un
documento de los obispos de Estados Unidos sobre el reiki, aunque “mi contestación fue que los obispos estaban
equivocados”. Y un
sacerdote le insistía una y otra vez que lo dejara. Ese cura es hoy su párroco
y su director espiritual.
EL
DÍA QUE VIO AL DEMONIO HACIENDO REIKI
Juan contó a los presentes una “anécdota” sobre el peligro del reiki y que
también le hizo reflexionar sobre si debía seguir practicándolo. Esto es lo que
ocurrió:
“Estaba haciendo una sesión de reiki a una señora.
Ella quería solo que le hiciera reiki. Aquella persona se transformó, le empezaron a
dar espasmos bestiales y mientras yo no sabía qué hacer. Su cara se transformó,
era una cara diabólica. Si habéis visto la película de El Exorcista,
pues la cara que vi en la habitación de mi casa en esa señora era peor”.
Dos minutos después esta mujer se calmó y finalizaron la sesión, pero ella no se acordaba absolutamente de nada de lo que le
había ocurrido. “Después de dejar
el reiki comprendí esto, que si no había sido una posesión era una influencian
demoníaca”, confesaba Juan en Asalto al Cielo.
UN
RETIRO ESPIRITUAL QUE LE CAMBIÓ LA VIDA
Tras las insistencias del
sacerdote, Juan acudió a un retiro espiritual para aclarar un poco su mente. Y
su vida cambió a partir de ese momento. Durante aquel fin de semana se pasó la
mayor parte del tiempo delante del Sagrario. Las Escrituras le hablaban de su
realidad. “En ese momento Dios tocó la puerta de mi
corazón de una manera tremenda. Empezó a convertir mi corazón de piedra, primero en arena
hasta el que el sábado me dio la puntilla. Tienes que dejarlo, sentí. Aquella
noche confesé delante de todos mi decisión de dejar el reiki”.
Antes de empezar su testimonio, Juan pidió al padre
Álvaro Cárdenas que le impusiera las manos, una imposición completamente
diferente a las que se hacen en el reiki
LA
CARTA CON LA QUE DEJABA DE ENSEÑAR REIKI
Al llegar a casa el domingo
escribió una carta a todos sus clientes anunciándoles que dejaba el reiki y
avisando a los católicos de los peligros que entrañaba. Muchos no le
comprendieron e incluso le criticaron.
“A partir de ahí comencé una vida de oración para salir de este siniestro mundo y ahora estoy muy
feliz”, afirmaba Juan Sánchez.
SU
CONVERSIÓN Y LA DE UNA DE SUS ALUMNAS
Después ingresó en
la Renovación Carismática y
también ha acudido a uno de los Retiros de Emaús y
desde entonces, recordaba, “mi vida ha cambiado
mucho”. La oración y el rezo del Rosario le ayudaron a salir de la New
Age. Y ahora tiene
un blog en el que
alerta sobre lo que se esconde tras el reiki.
Para concluir, Juan dio gracias a Dios porque una de sus alumnas al leer su
carta en la que dejaba el reiki tuvo un tiempo de reflexión. Al final lo dejó y
al escuchar una de sus conferencias dejó también el yoga. “Con
la ayuda de un sacerdote comenzó un camino de conversión y hoy tiene una vida
de profunda fe”.
Artículo ligeramente
adaptado del original publicado en ReL en marzo de 2017
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