La oración consiste en elevar el corazón a Dios. Cuando una persona ora, entra en una relación personal con Dios, en una relación de amistad con Dios.
Por: Catholic.net | Fuente: www.buenanueva.net
1. ¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
La
oración consiste en elevar el corazón a Dios. Cuando una persona ora,
entra en una relación personal con Dios, en una relación de amistad con
Dios.
La oración es la elevación del alma a Dios o la petición al Señor de
bienes conformes a su voluntad. La
oración es siempre un don de Dios que sale al encuentro del hombre. La
oración cristiana es relación
personal y viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su
Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo, que habita en sus corazones. (CIC-C #534)
El esfuerzo de orar diariamente es parte muy importante de la vida
cristiana.
2. ¿POR QUÉ VAMOS A
HABLAR DE ORACIÓN EN UN CURSO DE TEOLOGÍA, BASADO EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATÓLICA?
Porque el Catecismo de la Iglesia Católica dedica
una quinta parte (20%) de sus páginas al tema de la oración, en forma muy extensa y explícita.
Son tan
detallados los capítulos que el Catecismo dedica a la oración, que hasta trae consejos prácticos para orar y también habla de los errores en que
pueden caer los orantes.
Trata
todas las formas de oración, inclusive la de la contemplación, que erróneamente
se ha creído que está reservada para vocaciones especiales.
Así que,
el tratamiento que da el Catecismo de la Iglesia Católica a la oración
denota la importancia que le asigna el Magisterio de la
Iglesia a este tema.
3. ¿CÓMO SE
APRENDE A ORAR?
Como orar
es parte sumamente importancia de la vida cristiana, es lógico
preguntarse ¿cómo orar?
Orar no
se aprende de la misma manera de materias que estudiamos, o técnicas que podamos
aprender.
A pesar
de que parezca extraño, orar se aprende orando. La oración es un don de
Dios, pero extrañamente se obtiene orando.
En la
forma de aprender la oración, ésta se parece más bien a la natación o a
conducir un carro: hay que nadar para aprender a nadar, y para aprender a
manejar un vehículo hay que manejarlo.
4. ¿QUÉ
IMPULSA A LAS PERSONAS A ORAR?
Lo que de
veras impulsa a las personas a orar es el deseo de Dios. Dios nos ha creado para El. Dios ha impreso en nosotros la necesidad de comunicarnos con El. Eso es la oración.
Aquéllos
que no les gusta mucho la espiritualidad o el contacto con Dios, si les llega un momento de impotencia o angustia o soledad, es en esa situación cuando de manera casi natural y sin
pensarlo mucho, claman a Dios.
No hay
más que oír los testimonios de personas secuestradas, enfermos terminales,
presos de manera injusta, etc. para darnos cuenta de cómo instintivamente
buscaron a Dios.
Pero no hay que esperar estar en situaciones
extremas para comunicarnos con Dios, porque Dios siempre está allí para quien
quiera comunicarse con El.
A veces
nos olvidamos de Dios. Vivimos como si Dios no
existiera o no estuviera siempre con nosotros. Recordemos lo que aprendimos en la Primera
Comunión: Dios está en todas partes. Y en todas partes
significa también al lado nuestro.
Aunque
neguemos a Dios o tratemos de evadirlo, Él siempre está allí para
nosotros. Él nos busca antes
de nosotros buscarlo a Él. En eso consiste el don de la oración,
en que Dios está siempre buscándonos.
Te sientes solo, no tienes con quien hablar. Y allí está Dios. Él siempre está. Él no se
muda.
Estás en
peligro y surge esa exclamación de impotencia, de ayuda. Y Dios está allí.
La
oración es algo tan humana y tan necesaria como comer, como
respirar, como amar.
Todas las religiones y, de modo particular, toda la historia de la
salvación, dan testimonio de este deseo de Dios por parte del hombre; pero es Dios quien primero e incesantemente
atrae a todos al encuentro misterioso de la oración. (CIC-C #535)
5. ¿POR QUÉ
PODEMOS DECIR QUE LA ORACIÓN ES UN PRIVILEGIO?
Orar es
un privilegio. La oración es un privilegio.
Orar es hablar con Dios: decirle y escucharle. ¿Nos damos cuenta, entonces, el privilegio que significa que nosotros -simples
creaturas- podamos dirigirnos a nuestro Creador para pedirle, para rogarle, para decirle cosas… y
que Él nos escuche?
La
oración es uno de esos regalos inmensos y utilísimos que Dios nos ha dado y que
no terminamos de apreciar ni de aprovechar suficientemente.
Consideremos
algo: ¿Podemos hablar con el Papa? ¿Puede
alguien lograr hablar con cualquier persona que se le ocurra, y de manera
instantánea? ¡Y nosotros podemos dirigirnos a Dios cada
vez que queramos y de manera instantánea! Ese
privilegio lo tenemos los seres humanos con Dios.
LA ORACIÓN ES UN PRIVILEGIO.
6. ¿PARA
QUÉ SIRVE LA ORACIÓN?
La
oración purifica. La oración nos ayuda a resistir las tentaciones.
La oración nos da fortaleza en nuestras debilidades. La oración remueve
el temor, aumenta nuestra fuerza, nos capacita para aguantar. La oración
nos hace felices.
“El hombre no puede vivir sin orar, lo mismo que no puede vivir sin
respirar” (Juan Pablo II).
"Si los pulmones de la oración y de la Palabra de
Dios no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, nos arriesgamos a
ahogarnos en medio de las mil cosas de todos los días. La oración es la
respiración del alma y de la vida". (Benedicto XVI, 25-4-2012)
El Papa
Benedicto XVI hablaba de "la prioridad que
debemos dar a Dios, a la relación con Él en la oración, tanto personal como
comunitaria. Sin la capacidad de pararnos a escuchar al Señor, a dialogar
con Él, se corre el riesgo de agitarse y preocuparse inútilmente por los
problemas y las dificultades, incluidas las eclesiales y pastorales".
(Benedicto XVI, 25-4-2012)
Benedicto
XVI recordaba que los santos "han
experimentado una profunda unidad de vida entre oración y acción, entre amor
total a Dios y amor a los hermanos". (Benedicto XVI,
25-4-2012)
Por esta
misma razón la Madre Teresa de Calcuta nos dice: “es
necesario que encontremos el tiempo de permanecer en silencio y de contemplar,
sobre todo si vivimos en la ciudad donde todo se mueve velozmente. Es en
el silencio del corazón donde Dios habla” (Beata Teresa de
Calcuta).
“La oración es la fundamentación de la vida espiritual” (Cardenal Nguyen Van Thuan).
“Muchas vocaciones están en crisis, no se realizarán. Muchas
familias sufren dificultades, se separarán y se pelearán. Mucha gente
pierde el gusto por la vida y el trabajo, están descontentos y vacíos. Y todo
esto porque se ha abandonado la oración” (Beata
Teresa de Calcuta).
La oración es la llave que abre nuestro corazón y
nuestra alma al
Espíritu Santo; es decir, a su acción de transformación en nosotros. Al
orar, permitimos a Dios actuar en nuestra alma -en nuestro entendimiento y
nuestra voluntad- para ir adaptando nuestro ser a su Voluntad. (cfr. Catecismo
de la iglesia católica #2825-1827)
¿Cómo conocer y seguir la Voluntad de Dios? Orando de manera regular y
frecuente. Así estamos en sintonía con Dios y conoceremos sus deseos.
7. ¿POR QUÉ
A VECES SE HABLA DEL CAMINO DE LA ORACIÓN?
La
oración es un camino, un camino de relación personal
con Dios. Santa
Teresa de Jesús hablaba de un “camino de
amistad con Aquél que
sabemos nos ama”.
Y es un
camino, porque esa relación con ese Amigo que sabemos nos ama nos llevará a una amistad muy íntima con El aquí en la tierra, la cual continuará
para toda la eternidad.
8. ¿POR QUÉ
PODEMOS DECIR QUE ORAR ES UNA AVENTURA?
Porque siendo la oración un camino, puede tener sus tropiezos, va a
tener momentos de emociones, tendrá sus altibajos. Y tiene una
meta, que es la unión con Dios.
El camino de la oración es toda una aventura: no conocemos todo lo que nos espera. Podemos atisbar algunas cosas, pero también habrá sorpresas.
Por eso
la oración requiere un verdadero
deseo de estar con el Amigo. Y ese deseo no basta que sea un deseo
fugaz, sino una verdadera decisión, clara y firme, de relacionarse con el
Amigo.
Y pueda
que ese camino se dificulte a veces, pueden haber obstáculos y como es un
camino hacia arriba, se hará estrecho y empinado.
SERÁ
UNA VERDADERA AVENTURA HASTA LLEGAR A LA META DE VIVIR CON DIOS Y EN DIOS.
9.
¿CUÁLES SON LAS FORMAS ESENCIALES DE ORACIÓN CRISTIANA? (CIC-C #550)
Las formas esenciales de oración cristiana son la bendición y la adoración, la oración de
petición y de intercesión, la acción de gracias y la alabanza.
10. ¿QUÉ ES LA ORACIÓN DE
BENDICIÓN?
Una
oración de bendición es aquélla que pide
a Dios su bendición sobre nosotros. La forma más breve de esta oración es “Dios te bendiga”.
Sin
embargo, las bendiciones de Dios están continuamente fluyendo hacia nosotros
sus creaturas: su Misericordia, su Bondad, su
cercanía, su atención… todo esto son bendiciones.
11 ¿POR QUÉ DEBEMOS ADORAR A
DIOS?
Adoración es lo que hace la persona cuando se reconoce creatura de Dios y
dependiente de Él, su Creador.
Toda
persona que comprenda esto y lo recuerde, está adorando a Dios.
Por eso
quien adora a Dios se pone de rodillas ante El y hasta se postra en el suelo.
Esta
actitud interior (en el corazón y en la mente) y exterior (con la postura)
muestra la verdad de la relación entre Dios y el hombre: Dios es grande y nosotros somos pequeños.
Sin
embargo, nunca es el hombre mayor que cuando se arrodilla o se postra ante Dios
libremente.
¿QUÉ ES ADORAR A DIOS?
Es reconocerlo como nuestro Creador y nuestro Dueño
Es reconocerme en verdad lo que
soy: hechura de Dios, posesión de Dios.
Dios es mi Dueño. Yo le
pertenezco.
Adorar a Dios, entonces, es tomar
conciencia de nuestra dependencia de Él y de la consecuencia lógica de esa
dependencia: entregarnos a Él y a su Voluntad.
= = = = = = = = = = = = = = = =
Tú eres
mi Creador, yo tu creatura, Tú mi Hacedor, yo tu hechura, Tú mi Dueño, yo tu
propiedad. Aquí estoy para hacer tu Voluntad.
12. ¿EN QUÉ CONSISTE LA ORACIÓN DE
PETICIÓN?
La
oración de petición tiene dos partes:
1º) la seguridad de que mi oración es escuchada por Dios y
2º) la total renuncia de una respuesta de Dios de acuerdo a
mi plan.
Por eso se habla de la oración
de entrega: me someto de antemano al plan de Dios para mí. No
busco mi voluntad sino la Voluntad de Dios.
Y la
respuesta de Dios puede ser: Sí, No o aún No.
13. ¿QUIÉNES –ESPECIALMENTE- NOS ENSEÑAN A ORAR ASÍ?
Jesús
y la Virgen.
Cuando Jesús estaba
a punto de morir, experimentó a los niveles más profundos el temor
humano. Sin embargo oró así: «Abbá, o
sea, Padre, si para Ti todo es posible, aparta de Mí esta copa. Pero no se haga
lo que Yo quiero, sino lo que quieres Tú.» (Mc 14, 36). Nuestra
oración debe ser así siempre, aun en los momentos de tribulación.
La
respuesta de la Santísima Virgen María a Dios a través del Arcángel San Gabriel fue
esta: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» (Lc
1, 38)
14. ¿CUÁLES SON LAS DIVERSAS FORMAS DE LA ORACIÓN
DE PETICIÓN? (CIC-C #553)
La oración de petición puede adoptar diversas formas: petición de perdón o
también súplica humilde y confiada
por todas nuestras necesidades espirituales y materiales.
15.
¿EN QUÉ CONSISTE LA INTERCESIÓN? (CIC #554)
La intercesión consiste en pedir en favor de otro.
La intercesión debe extenderse
también a los enemigos. “Amen a sus enemigos y recen por sus
perseguidores, para que así sean
hijos de su Padre que está en los Cielos.” (Mt 5,
44-45)
El cristiano, entonces, debe orar por todos, por
los que ama y son cercanos, por los que no son tan cercanos y aún por los
enemigos.
16.
¿POR QUÉ DEBEMOS DAR GRACIAS A DIOS?
Todo lo que
somos y tenemos nos viene de Dios. Pensemos bien: ¿qué tenemos que no nos viene de Dios?
La
Iglesia da gracias especialmente en la Eucaristía, que significa acción
de gracias.
17. ¿QUÉ SIGNIFICA
ALABAR A DIOS?
Dios no
necesita nuestros aplausos. Pero nosotros
sí necesitamos expresar espontáneamente nuestro gozo genuino por todo lo que
Dios es y nos da.
Alabar a
Dios es como piropear a Dios. El existe y es Bueno con nosotros. Y
sus cualidades son maravillosas.
Y al
alabar a Dios nos unimos a la alabanza eterna que sucede en el Cielo y que
cantan los Ángeles y los Santos.
Esto es
lo que hacemos en la Misa cuando rezamos o cantamos “Santo,
Santo, Santo”, porque antes ha dicho el Sacerdote: “unidos a los Ángeles y Santos del Cielo, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria”.
18.
EN RESUMEN: ¿CUÁLES SON LAS DIVERSAS
FORMAS DE ORACIÓN?
8. Adoración
7. Alabanza
6. Entrega
5. Agradecimiento
4. Reparación
3. Arrepentimiento
2. Intercesión
1. Petición
19. ¿POR QUÉ
LOS CRISTIANOS ADOPTAMOS DIFERENTES POSTURAS AL ORAR?
Los
cristianos, especialmente los católicos, tenemos un lenguaje corporal en la
oración, sobre todo esto se nota en las celebraciones litúrgicas: nos arrodillamos, juntamos las manos, hacemos
genuflexiones, a veces estamos de pie.
Postura
de pie ante Dios expresa reverencia (uno se pone de pie cuando entra alguien de
más autoridad a un sitio ¿no?). También indica atención y
disponibilidad. Por eso nos ponemos de pie para escuchar el
Evangelio.
Manos
extendidas: posición orante que indica alabanza.
Postura
sentada ante la presencia de Dios indica que el cristiano escucha en su
interior. Medita la Palabra de Dios en su corazón.
Postura
de rodillas indica que la persona se hace pequeña ante la presencia de Dios
infinito. Reconoce su total dependencia de Dios.
Postración: la persona adora a Dios.
Manos
juntas: la persona se recoge dentro de sí y se une a Dios, evitando las
distracciones exteriores. También indica el gesto inicial de petición.
MODOS
DE ORAR DE SANTO DOMINGO
20. ¿BASTA ORAR SÓLO CUANDO
SE TIENE GANAS DE HACERLO?
No
basta. Quien ora sólo cuando tiene ganas pareciera que no toma a Dios en
serio. La oración requiere perseverancia y
fidelidad, como cualquier relación de amor y amistad.
21. ¿CÓMO SE PUEDE ORAR
CON LA BIBLIA?
La Biblia
es como un manantial de oración. Orar con la Palabra de Dios
significa usar las palabras y los eventos de la Biblia para orar.
Con los
Salmos oramos con las palabras de Espíritu Santo, pues los Salmos son
inspirados por el Espíritu Santo.
Con
diferentes pasajes de la Biblia podemos orar también. Se lee un pasaje o
se toma un pasaje que hayamos oído en la Misa. Luego se medita sobre esto, es decir, se reflexiona
sobre lo que Dios quiere decirnos con ese evento de la Sagrada Escritura.
22. ¿CÓMO PUEDE
CONVERTIRSE EN ORACIÓN MI ITINERARIO DEL DÍA?
Todo lo que sucede, cualquier encuentro que se dé, puede ser una ocasión
de oración. y, mientras más profundamente vivimos en atención a dios y en su presencia, mejor podemos entender el mundo que nos rodea.
El que
está unido a Dios desde las primeras horas de la mañana es capaz de bendecir a
todas las personas, inclusive a sus enemigos.
A lo
largo del día vas poniendo todos tus problemas en manos de Dios. Así
tienes más paz en tu corazón e irradias esa paz. Tienes la paz del Cielo y la trasmites a los
demás.
Cuando
hay que tomar una decisión, te preguntas qué haría
Jesús en tal situación.
Todo
miedo cede con la presencia de Dios. Si estás cerca de Dios, estás
fuerte en los momentos difíciles.
Das
gracias y te alegras de todo lo bueno. Pero también soporta las
dificultades con que tropiezas.
La idea es vivir en atención a Dios, dándote cuenta de que Dios está
allí a tu lado. En eso consiste vivir en la presencia de Dios.
23. ¿POR QUÉ NECESITAMOS AL ESPÍRITU SANTO
CUANDO ORAMOS?
Somos débiles pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo
pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como
con gemidos. (Rom 8, 26)
El Espíritu Santo es nuestro maestro de oración. El
Espíritu Santo vive en nosotros y con nosotros, y habla dentro de nosotros
cuando oramos de veras. El Espíritu Santo ora en nosotros,
realmente. Por eso debemos repetir mucho: Ven Espíritu Santo. Enséñame a orar. Ayúdame
a orar.
24. ¿DÓNDE SE PUEDE
REZAR?
Se puede
rezar en cualquier lugar. Sin embargo, un católico siempre buscará los
sitios donde Dios “habita” de manera
especial. Estos son sobre todo las Iglesias católicas, donde nuestro
Señor está presente vivo, con todo su ser de Hombre y todo su ser de Dios.
Es
importante, entonces, ir a estos lugares sagrados, donde Dios nos espera con su
presencia viva.
Pero
además es importante orar en cualquier parte: en el colegio, en la casa,
en la oficina, en el metro, aún en una fiesta o en medio de amigos,
bendiciéndolos a todos con nuestra oración.
25. ¿CUÁNDO SE DEBE REZAR?
Desde los
primeros tiempos los cristianos oran al menos
por la mañana y por la tarde. También en las comidas.
Quien no
reza con regularidad seguro que no orará nunca.
Quien ama
a una persona y ni siquiera toma contacto con esa persona durante el día,
pronto dejará de amarla o no la ama de veras. Si la ama, constantemente
le estará enviando mensajes y llamadas de atención y cercanía.
Así con Dios. En la mañana es necesario dedicar el día a
Dios, ofrecerle las acciones y oraciones de ese día, pedir su bendición y su
compañía durante el día.
Al final del día, pensar
en qué cosas he hecho que no hubiera hecho Jesús y pedirle perdón por haberlo
ofendido con esas acciones. Ponerse en sus manos y pedir su
bendición nuevamente para la noche.
26. ¿POR QUÉ DECIMOS
SIEMPRE EN LAS ORACIONES LITÚRGICAS “POR CRISTO NUESTRO SEÑOR”?
Porque
nuestra oración se dirige a nuestro Padre, a Papá Dios, pero llega a Él sólo si, al menos
implícitamente, oramos en nombre
de Jesús.
Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea
glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi
Nombre. (Jn 14, 13-14)
ORACION
Gracias, Señor, porque podemos comunicarnos
contigo a través de la oración.
Gracias porque en cualquier momento y
en cualquier sitio podemos hablarte y Tú nos escuchas.
Gracias por el privilegio que es la
oración.
Gracias, Espíritu Santo, porque eres
nuestro Maestro de Oración.
Gracias porque cuando no sabemos
cómo orar, Tú nos indicas y nos guías.
Queremos imitarte, Jesús, en tu
oración de entrega a la Voluntad del Padre.
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