De los últimos semidioses que existieron en la zona de Huacho, hace 369 años, se menciona a una piedra grande, “bruta y malformada” que conservaba una señora indígena, Catalina Manhuan, en Huacán (Santa Rosalía), en Luriama (Santa María).
Este monolito había estado en una "huaca" destruida por extirpadores de idolatrías en años anteriores. Lo denominaban “huanca”, o sea una piedra semidios que te concede favores por conexión espiritual (igual que la imagen de un santo católico de hoy); las huancas son alargadas. Catalina Manhuan la conservaba y rendía culto. La tenía en una de sus huertas, al lado de un granado. A la llegada del extirpador de idolatrías de 1650, todos sus paisanos la delataron y ella declaró que era cierto. Para salvar a su huanca ella la había mandado ocultar, quedando en una acequia. De ahí la recogió Felipe de Medina, el extirpador de idolatrías, quien informa todo esto. Menciona, además, que Fernando Tanta, líder de Huacán, era esposo de Catalina y que ambos tenían mucha estimación en este ídolo por haber estado en un sitio sagrado para ellos. Añade como comentario sobre los indígenas de estas tierras, que veneran cualquier piedra que les traiga la memoria de sus antepasados.
Fuente: Felipe de Medina. 1650. “Dioses ídolos de Huacho Antiguo: Dios Choque Ispana, Corquín, Huancas de Luriama y Chaquira”. Publicado por la Revista Guara de la UNJFSC, 2007.
Por Alejandro Smith Bisso (2019).
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