Deja que las cosas se rompan, deja de esforzarte por mantenerlas pegadas.
Deja que la gente se enoje.
Deja
que te critiquen, su reacción no es tu problema.
Deja que todo se derrumbe, y no te preocupes por el después.
¿A
dónde iré? ¿Qué voy a hacer?
Nadie se
ha perdido nunca por el camino, nadie se quedó sin refugio.
Lo que
está destinado a irse se irá de todos modos.
Lo que
tenga que quedarse, seguirá siendo.
Demasiado
esfuerzo nunca es buena señal, demasiado esfuerzo es signo de conflicto con el
universo.
Relaciones.
Trabajos.
Casa.
Amigos y grandes amores.
Entrega
todo al creador, riega cuando puedas, ora y baila, pero luego deja que florezca
lo que debe y que las hojas secas se caigan solas.
Lo que se
va siempre deja espacio para algo nuevo, esa es la ley universal.
Y nunca
pienses que ya no hay nada bueno para ti, solo que tienes que dejar de contener lo que hay que dejar ir.
Solo
cuando tu viaje termine, entonces terminarán las posibilidades, pero hasta ese
momento, deja que todo se derrumbe, deja ir,
déjalo ser.
Libro "Comer, Rezar y Amar".
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