Meditación y oración para cada día del mes de Junio, dedicado a Sagrado Corazón.
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Junio ha sido proclamado como el mes dedicado al
Sagrado Corazón de Jesús, para que oremos por El con fervor y entrega.
Les presentamos una meditación para orar cada día, inspirada en los nardos, esa
flor que tanto agrada al Señor.
Oremos para que el Sagrado Corazón de Jesús aumente nuestra fe.
Recordemos que es el primer viernes el que se dedica a la celebración del
Sagrado corazón y el primer sábado de mes el cual es consagrado a nuestra Madre
la Virgen María.
NARDO DEL 1RO DE JUNIO:
¡Oh Sagrado Corazón, Luz en este mundo de
oscuridad!
Meditación: Corazón
Sagrado, en llagado y martirizado por
nuestros pecados, sé nuestra Luz para vivir sólo en Ti, y así poder seguir
nuestro camino para llegar un día a habitar junto al Padre Celestial
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh
Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame
Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido
sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan
Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
Florecilla: Que sepamos plasmar en nuestro pobre corazón, lo
que nos enseñó el Hijo de Dios. Meditemos cuán poco sabemos de Él.
Oración: Diez
Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
NARDO DEL 2 DE JUNIO
¡Oh Sagrado Corazón, Llama ardiente!
Meditación: El
Corazón de mi Jesús tanto amó, que en llama de fuego se presentó para
purificar, para salvar, para amar… ¡Pero quién lo ha de mirar!. Si muchos lo llegamos hasta a despreciar, a no buscar, a
ignorar, pues no queremos que nos venga a señalar las miserias y tibiezas que
nuestro pobre corazón encierra. Seamos ardientes amantes de Cristo, consumidos
por el Fuego de Su Amor, para poder así limpiar nuestro corazón y llegar a
servir a nuestro Dulce Señor.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz,
enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea
guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan
Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
Florecilla: Hagamos una buena confesión, ofreciéndosela al
Sagrado Corazón de Jesús.
Oración: Diez
Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
NARDO DEL 3 DE JUNIO:
¡Oh Sagrado Corazón, refugio del Niño Dios!
Meditación: En una Doncella latía un Pequeño que
renovaría la tierra vacía, ya que en ella sembraría semillas para llenarla de
Vida. Aquel pequeño Corazón era el Sol que con Su calor nos enseñaría lo que es
el Amor, con Su Luz a no perdernos en la oscuridad, con Su Omnipotencia a
aumentar nuestra Fe, con Su silencio el valor de hacernos pequeños y con Su
Presencia la Única Senda, pues Él es el
Rey.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo
Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu
Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea
guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan
Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
Florecilla: Comulguemos
pidiéndole al Señor tener un corazón pequeño, y que sea El nuestro único
sustento.
Oración: Diez
Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
NARDO DEL 4 DE JUNIO:
¡Oh Sagrado Corazón, cuan manso y humilde sos!
Meditación: ¡Ay! de nosotros los hombres, todos queremos ser SEÑORES, si, con mayúsculas… no queremos ser pequeños, debemos competir, ser los mejores,
hinchar nuestro corazón de orgullo, llenarnos de vanidad. Ser manso…
eso es de débiles, de aquellos que poco saben, que no
poseen imagen. Pero a pesar de eso, sabes Señor, te lo digo al oído, con
vergüenza: "Yo soy cristiano, he sido
bautizado…".
¡Oh! mi Dulce Señor, cuanto te he profanado
si estoy lleno de estos pensamientos mundanos. Tú, el Corazón más humilde y el
más sublime, el más manso, el Todopoderoso. Tú nuestro Dios hermoso, mi Dulce
Esposo. Me olvidé de Tu Imagen, por ser yo la imagen de un dios pagano, de
aquel que produce el escarnio de lo que Tú en mi pusiste de santo. ¡Perdóname Señor!.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y
haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo
al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir
siempre si. Amén.
Florecilla:
Ofrezcamos una jornada de silencio,
comparando la vida de Jesús con la nuestra.
Oración: Diez
Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
NARDO DEL 5 DE JUNIO:
¡Oh Sagrado Corazón, qué tierno sos!
Meditación: Dicen
que una vez la Santísima Virgen a un niño se le presentó, le habló del Amor y
de su Corazón, pero el niño que sorprendido la escuchaba se atrevió a
preguntarle por el Niño Dios. De tal modo, una conversación parecida a ésta se
escuchó: Perdón,
Virgen María, ¿pero si voy al Cielo voy a poder jugar con el Niño Jesús?. La Virgen sonriendo contestó: "Sí,
en el Cielo se te da todo lo que buscas con un corazón de niño". El
pequeño prosiguió: ¿Al fútbol también podré jugar
con Él?.
La Virgen contestó: Si así lo deseáis... El niño: Ah, pero siempre va a ganar Jesús, porque Él es el mejor, es Dios. La Virgen, llena de ternura, contestó: "No, mi amor, porque en el Cielo no hay competencia
y mi Jesús siempre deja ganar…". A lo que el niño, poniéndose a
llorar respondió: "Entonces yo no quiero
ganar, sólo quiero ser como Jesús...".
¡Qué lección la de la Madre de Dios!. Ella
nos muestra la humildad y la ternura del Corazón de Su Hijo, que todo nos da,
nos deja hasta querer ¨ganar¨ para que
podamos aprender a ser como El, y ver que el Rey, todo Poder, trabaja en la
pequeñez. ¿Qué nos queda entonces a nosotros?.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y
haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo
al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir
siempre si. Amén.
Florecilla: Que
tratemos de ser niños guiados por la voz de nuestra Madre, practicando la
humildad.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO, MÁS AUMENTA MI FE
No hay comentarios:
Publicar un comentario