Austeridad es usar lo que se tiene a la mano sin
gastar recursos en lo que no se necesita, sino en mejorar la situación actual.
La vida austera tiene una repercusión en la vida armoniosa con el entorno
natural. El hombre austero puede tener una vida plena y comprometida con el
cuidado del medio ambiente.
LA AUSTERIDAD ES UNA
VIRTUD
Jesús
vivió la virtud de la austeridad tanto en su vida como carpintero y su vida de
predicación a la gente. En ambas facetas de su vida podemos ver a un Jesús que
valora el trabajo y vive con lo que necesita, sin gastar en objetos que sean
superfluos. Con claridad podríamos decir que Jesús nos invita a vivir la
austeridad como una virtud en la que sepamos gastar con prudencia y caridad
nuestros bienes.
Podemos
decir que hay diferentes maneras de entender la austeridad. Una de ellas es
saber gastar los recursos para aprovecharlos de manera óptima. De este modo la
austeridad no es sólo gastar menos, sino gastar mejor. Otro modo de entender la
austeridad es como sobriedad o sencillez en nuestras actividades y gastos.
El cristiano
rige su vida por la caridad porque ha reconocido en Cristo al Dios salvador
misericordioso que da la gracia. Ambas, caridad y austeridad pueden conjugarse
en una vida práctica que de abundantes frutos. Una de las maneras en que ellas
se pueden conjugar es a través de la generosidad de nuestros bienes con los que
lo necesitan. Por ejemplo, en vez de complacernos a nosotros mismos con ropa
nueva abundante, podemos comprar alguna prenda nueva para un necesitado. Lo
mismo podemos hacer con nuestros alimentos, diversiones, etc.
Esta
austeridad en consonancia con la caridad ya la anunciaba San Juan Bautista como
un antecedente del Reino de Dios predicado por Jesús: Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no
tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo.» (Lc. 3, 11) Esta
austeridad también se puede vivir en un contexto del cuidado del medio
ambiente.
AUSTERIDAD, CARIDAD Y
CONSCIENCIA ECOLÓGICA
El
cristiano guía su vida por la caridad antes que por la ley y que por la obediencia.
Esta vida también se puede practicar en el cuidado del medio ambiente pues el
mundo es creatura de Dios, y como tal su dignidad debe ser respetada. También
se puede tener caridad con el planeta, al partir de una actitud de hijos de
Dios que se comportan adecuadamente con las creaciones de su Padre.
La vida
de austeridad pretende alejarnos de los gastos superfluos y centrarnos en lo
verdaderamente importante. De este modo podemos saber que el cuidado del medio
ambiente es importante y que se puede lograr en la vida diaria con acciones
sencillas y la práctica de ciertas virtudes.
Austeridad
también significa tener consideración con el medio ambiente natural. Para
cuidar nuestro entorno podemos hacer un gasto sabio de nuestros recursos. En
vez de usar más materiales podemos pensar más en cómo usar menos. Por ejemplo:
podemos usar menos plástico y compartir el automóvil con nuestros compañeros de
trabajo. También podemos ser creativos para reusar los envases y empaques que
pueden no sólo ser basura.
Recordemos
siempre que la caridad debe ser la virtud guía del cristiano junto con la
humildad. Una manera de mostrar la caridad está en la austeridad que no sólo
significa usar menos, sino usar con generosidad, cuidado y sabiduría, para así
mostrar nuestro amor por Dios, el prójimo y el mundo natural creado que nos
rodea.
Gabriel González Nares
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