Una niña (hoy mujer) publicó en sus redes una historia que me dejó perplejo. Todo Lima me llamó para que lo lea y viera las fotos. No quiero comentarles más. Espero sus respuestas y compártanlo por favor. La chica, Maria Jose Rodriguez Larrain, lo merece. Su texto es el premio Oscar para mí.
GRANDE PEDRO
Mi papá
le hizo un gran favor a Pedro: asesorar para obtener la visa de trabajo a
Estados Unidos a sus músicos. Pedro quería pagarle de vuelta ese favor, aunque
mi padre le decía que no era necesario. Aún así, él insistía.
Pasaron
unos años y mi papá se encontró de casualidad con su manager, carro a carro, en
un semáforo. Se acordó de esa pequeña “deuda”, aprovechó
la oportunidad para probar suerte y le dijo: “Dile
a Pedro que mi hija Maria José cumple 11 años este jueves. Lo vamos a celebrar
con todas sus amigas en el Pizza Hut de Comandante Espinar a las 5 de la tarde.
Si puede venir estaría mucho más que agradecido.”
Mi papá
pensó que la probabilidad de que vaya era mínima, pero igual no perdía nada
intentando.
Fue así
como el gran Pedro Suárez Vértiz nos sorprendió y apareció en mi cumpleaños. Yo
era su fan y casi me dio un ataque cardiaco cuando lo vi entrar. Vino
directamente a darme un abrazo. Era el año 2000.
Trajo su guitarra y un amplificador.
Nos cantó
todas sus canciones, con algunas modificaciones de letra para que sean “aptas” para niñas púberes: “Qué bellos, qué bellos son tus ojos, los miro y me
enveneno…” y así sucesivamente. Nos hizo reír. También me cantó “happy birthday” versión rock. Fue muy cariñoso
conmigo y mis amigas, nos firmó autógrafos a todas.
Fue
increíble. Pedro y mi papá se convirtieron en grandes amigos. En ocasiones él
solía venir a mi casa y tocaba música en el piano. Verlo nomás era una gran
inspiración.
Estas
palabras nacen como un homenaje a él, para agradecerle por ese gran gesto que
tuvo conmigo y con mi padre. Es un recuerdo que habita en mi corazón y que
nunca olvidaré. Lo admiro muchísimo, no sólo como artista sino principalmente,
como ser humano.
Un gran
hombre lleno de fe y de amor que no hace más que contagiar alegría y ganas de
vivir. Gracias Pedro por todo lo que nos has regalado. Eres un orgullo para
todos los peruanos. Siempre escucho tus canciones, ellas han marcado mi vida y
las seguiré cantando hasta que me muera.
Nos haces
bailar, llorar y reír. He ahí la magia: tu música nos hace sentir. Sentimiento
increíble, te siento de sólo pensar, cuando pienses en volver, alguien que bese
como tú, bailar, “no” lo olvidé, nunca lo
olvidaré.
Gracias por todo. Te queremos mucho. Te
mando un abrazo gigante y espero que esto te haya hecho recordar un momento
increíble. !!!Eres un ser maravilloso y te amamos. Vales un Perú!
Gracias por recibir mis palabras!!! Eres
un ídolo, siempre te leo y me llenas de fe. Y cuando voy en bicicleta te
escucho siempre.
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