Hay movimientos en la Iglesia que "tienden a formar una ecclesiola, de personas que se sienten superiores. Estos no son el pueblo santo y fiel de Dios", dice el Papa durante la entrevista.
El Papa ha concedido una
entrevista a la revista Credere -disponible
desde este jueves 8 de febrero- en la que vuelve a la cuestión de las
bendiciones para las parejas homosexuales, tema tratado en el documento Fiducia Supplicans:
"Nadie se escandaliza si doy la bendición a un empresario que explota a la
gente, mientras que se escandalizan si se la doy a un
homosexual".
Francisco repite lo que ya se
mencionó en la audiencia al Dicasterio para la Doctrina de la Fe que redactó la
declaración: "No bendigo un 'matrimonio
homosexual', bendigo a dos personas que se aman y les pido también que recen por mí",
explica.
MOVIMIENTOS
"ALGO EXQUISITOS"
"Siempre en
las confesiones, cuando llegan estas situaciones, personas homosexuales,
personas casadas nuevamente, siempre rezo y bendigo. La bendición no se le debe
negar a nadie. Todos, todos, todos. Atención, hablo de personas: las
que son capaces de recibir el Bautismo", dice el
Papa al director de Credere, Vincenzo Vitale.
"Los pecados
más graves son aquellos que se disfrazan con una apariencia
más 'angelical'. Nadie se escandaliza si doy mi bendición a un
empresario que quizás explota a la gente: y esto es un pecado gravísimo.
Mientras se escandaliza si se lo doy a un homosexual... ¡Esto es hipocresía!
Todos debemos respetarnos unos a otros. ¡Todos! El corazón del documento es la
acogida", recuerda Francisco.
En la entrevista con el semanario,
que celebra diez años de su fundación, el Papa recorre los años de su
pontificado entre confidencias personales, como sus
diálogos con los ancianos o sus memorias de Buenos Aires, o temas muy actuales, entre ellos el Jubileo, un
"acontecimiento de gracia" ante el
cual es necesario "redescubrir el valor y la
necesidad de la oración".
El Papa habla también de los
movimientos eclesiales y de la realidad de los países latinoamericanos, donde
se habla en un lenguaje "sencillo". "También hay realidades 'sofisticadas', que no llegan, movimientos algo
exquisitos", o más bien "refinados".
Estos movimientos, afirma, "tienden a formar una ecclesiola, de personas que se sienten superiores. Estos no son el pueblo santo y fiel de Dios. El pueblo
de Dios está hecho de creyentes que saben que son pecadores y siguen adelante.
No estoy en contra de los movimientos que hacen tanto bien".
"El movimiento
– explica el Pontífice – es bueno cuando
te inserta en la Iglesia real, pero si son selectivos, si te separan de la Iglesia, si te hacen pensar que eres un cristiano especial, esto
no es cristiano".
La respuesta del Papa sobre el
papel de la mujer: "La Iglesia es mujer, es
esposa. Pedro no es una mujer, no es una esposa. ¡La Iglesia como esposa es más
importante que Pedro como ministro!". Luego añade que "es importante abrir el trabajo en la Curia a las
mujeres", subrayando cómo las mujeres "ayudan al
ministerio".
"Lo más
importante no es el papel ministerial de las mujeres, pero la presencia de las
mujeres es fundamental", comenta el Papa. "Ahora hay varias mujeres y habrá más, porque lo
hacen mejor que nosotros los hombres en ciertos encargos". Finalmente,
cuando se le pregunta si se da cuenta de que ha iniciado "un cambio de época" desde este punto de
vista, el Papa responde: "¡Realmente no! Me
dicen que sí... Estoy avanzando lo mejor que
puedo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario