Cuando no perdono a alguien que me ha lastimado, a nivel espiritual, lo que sucede es que ato a esa persona a mi pie.
Ahora
camino con ella, voy a todos lados con ella, está atada a mí.
Y si son
muchos, los llevo a todos atados a mí mismo.
Aunque
nadie los ve, aunque nadie se dé cuenta, camino con todos ellos.
Llevo
algunos atados a mis pies, otros a mis manos, otros a mi cuello.
Es una
verdad universal.
El PESO tienes que sacártelo de encima.
De lo
contrario, te cansas, te agotas, te sientes pesado, no avanzas.
Tienes
que desatar.
Cuando
desatas, la persona ya no te controla, ya no te maneja, ya no te manipula.
“Perdón significa: Soltar a alguien… renunciar a mi derecho de arrastrarlo por la vida”.
O sea
(una vida interior propia).
Donde
nadie ve.
Cuando
nos llenamos de resentimiento nos alejamos del piso de la gracia, nuestro
fundamento.
Nos
descalificamos al perdernos.
Sus
Gracias.
Eso es
literalmente una 'desgracia'.
Los
hombres y mujeres del UNO podemos hacer milagros
y el Perdón es uno de ellos.
Porque
Perdonar es Milagroso.
Cuando
perdonamos genuinamente soltamos a esa persona que nos lastimó; no esperamos
nada de ella, ni siquiera disculpas, nada.
Sólo lo
hacemos.
𝑬𝑳 𝑷𝑬𝑹𝑫Ó𝑵 𝑨𝑳𝑬𝑱𝑨 𝑫𝑬𝑳 𝑽𝑰𝑵𝑪𝑼𝑳𝑶 𝑻𝑶𝑿𝑰𝑪𝑶
Algo que ayuda a perdonar es que el que nos lastimó soltó su veneno sobre nosotros, su propia frustración, su propio dolor.
Cuando no
lo perdonamos, estamos reteniendo esa sustancia tóxica en nuestro sistema y
terminamos intoxicados, envenenados.
Perdónalo,
Suéltalo y aléjate.
Si te
siguen maltratando, aléjate.
Si es tu
pareja, busca ayuda.
𝑬𝑳 𝑷𝑬𝑹𝑫Ó𝑵 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒉𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂: 𝑳𝒂 𝑷𝒂𝒛 𝒚 𝒍𝒂 𝑺𝒆𝒓𝒆𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅.
María del Carmen
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