RELACIONES
TÓXICAS, ABUSOS Y AUTOLESIONES, UNA EPIDEMIA QUE DAÑA A LOS ADOLESCENTES: LA FE
PROTEGE
La psiquiatra Mar Álvarez explica a familias y
catequistas que se multiplican los problemas de salud mental en adolescentes...
abusos, autolesiones, relaciones tóxicas...
Mar Álvarez-Segura es psiquiatra infantil y juvenil en el Hospital Sant Joan de Déu de
Barcelona, especializada en menores que sufren traumas
por maltratos y violencia. Ha participado en el Encuentro
Europeo de LifeTeen el primer fin de semana de marzo,
explicando a más de 200 catequistas los peligros a
los que se enfrentan los adolescentes hoy.
"Los 3 riesgos más frecuentes hoy
en entornos adolescentes son las relaciones tóxicas y dañinas,
el sufrir abusos y las autolesiones,
incluyendo los intentos de suicidio", detalló.
Frente a todo eso, a los
adolescentes les ayuda y les protege el
pertenecer a grupos, incluyendo grupos de fe y amistad como promueven las parroquias, los
movimientos católicos y sistemas como LifeTeen.
UN BOOM INNEGABLE
DE LAS AUTOLESIONES E INTENTOS DE SUICIDIO
Los profesionales en salud mental
en España coinciden: entre los adolescentes y
jóvenes hay una epidemia de problemas graves en salud mental. "Los profesionales no sabemos
muy bien como reaccionar, estamos aturdidos", admite esta
psiquiatra especializada.
"Las autolesiones
en menores hace cinco años que iban en aumento, pero con la pandemia de
coronavirus se ha triplicado en España, y en mi hospital de
Sant Joan de Déu se ha multiplicado por 6. Ahora nos llegan en un mes tantos
casos como antes en todo un año", señala.
Mar Álvarez-Segura cree que la
pandemia ha sido un detonante, la mecha que ha encendido un combustible previo
compuesto de:
- exceso de
Internet, móvil en el bolsillo,
- ver chats y webs animando a las autolesiones
- y, sobre todo, las familias rotas...
- lo que lleva a pobreza relacional (pocas
personas con quien tener relación real, protectora)
"Se calcula
que en los años 60, cada niño tenía 4 adultos disponibles, capaces de cuidarle
si le pasaba algo. Hoy el modelo se ha invertido: hay un único adulto cercano,
capaz de cuidar, para cada 4 niños", señala la psiquiatra.
"Hace 10 años, en
una guardia de psiquiatría en un hospital, casi no te encontrabas casos
infantojuveniles. Ahora hay un boom", advierte.
LA
TRIPLE D QUE DAÑA A LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES
Los adolescentes se sienten
abrumados por "la triple D: dolor,
desesperanza y desconexión de la realidad", detalla la psiquiatra.
Desconectados de lo real, dolidos
y sin esperanza, buscan tomarse
sobredosis de pastillas o hacerse cortes y lesiones, a veces con riesgo suicida, como "atajo".
Piensan: "me tomo esto y me olvido del problema".
Desconexión de lo real significa
también hiperconexión a un mundo digital falso, que
ellos sienten como más real.
"Hacen chaladuras como cortarse, o asumir retos peligrosos, porque luego
lo suben a redes y chats. Sí, buscan llamar la atención con su dolor, pero
detrás hay un sufrimiento real". La psiquiatra
cree que teleseries de ficción como 13 razones (que
da razones para suicidarse) no ayudan precisamente a aportar esperanza ni
realidad.
El músico católico Luis
Enrique Ascoy trató el tema de la ideación suicida adolescente en esta canción.
Los catequistas y familiares han
de estar atentos ante frases como: "no sirvo
para nada", "lo mío no tiene solución", "me gustaría
desaparecer"... especialmente
si van acompañados de tristeza, irritabilidad y cambios muy rápidos. "Los
adolescentes a veces expresan su tristeza como enfado", detalla.
Estos chicos a menudo caen en un "efecto bucle": se quedan ensimismados en su
problema, su dolor, y no salen de eso. "El adolescente, por la psicología de su edad,
es algo egocéntrico: se piensa que su problema es único, que
nadie se enamoró antes que él, que nadie sufrió antes que él", añade la psiquiatra. Por eso,
la comunidad, la familia, el pertenecer a algo, ayuda y previene en este
sentido.
RELACIONES
TÓXICAS: A VECES, MUTUAMENTE DAÑINAS
"A pesar de
tanto discurso social sobre la igualdad y el respeto, en España cada
vez hay más adolescentes metidos en relaciones tóxicas. Es un cambio que hemos
visto en los últimos 10 años. Se ve en esas relaciones basadas en el
control asfixiante de uno sobre el otro, algo que antes era mucho menos
frecuente", señala Mar Álvarez-Segura. Según
algunas cifras del Ministerio de Sanidad español, 1 de cada 5
chicas jóvenes sufriría un control asfixiante por parte de su pareja actual.
Además, asegura, "abundan las relaciones en que ambos
miembros se insultan y humillan mutuamente, tanto psicológica como físicamente. Son relaciones muy viciadas,
pero que no dejan. Es un tema del que no se habla mucho", advierte.
A veces, los
adolescentes son como trofeos para su pareja: los colecciona, o los captura y los exhibe.
"Los catequistas
y adultos deben estar atentos si ven que unos chicos, de repente,
cambian de golpe su relación con compañeros y catequistas y se hacen
completamente dependientes de su nueva pareja, están pegados a
ella todo el día, cambian su forma de vestir, de actuar...", advierte la experta.
Una fe fuerte, con confianza
filial en Dios, puede proteger de esto, añade. "Si
sabes que todos somos hijos de Dios, sabes que, ante todo, eres eso, Hijo de Dios, que
eres importante y valioso para Dios, tu Padre, y eres eso antes que esposo o
esposa, o madre o padre. En la adolescencia y juventud, saber eso te
permite crear un noviazgo sano, y luego un matrimonio
sano".
DETECTAR
Y PREVENIR LOS ABUSOS A MENORES
"Hace 30 años
nadie hablaba de abusos sexuales a menores en ningún entorno, ni médicos, ni
psicólogos, ni escuelas...", señala la
psiquiatra. Pero existían, estaban ahí, en cualquier lugar donde alguien fuerte
podía acceder a un chaval débil o vulnerable.
También a este respecto han de
estar atentos catequistas, padres, maestros y sacerdotes. Hay señales en los
menores que despiertan las alarmas. Por ejemplo, cuando
niños pequeños muestran conductas muy sexualizadas o conocimientos sexuales que
no deberían conocer
los niños, o cuando niños que eran tranquilos pasan a ser agresivos, o eran
sociables y ahora buscan el aislamiento, o pierden hábitos que tenían
controlados (dormían solos pero ahora se niegan), o se quedan abstraídos
incluso en juegos que antes les gustaban...
Hay materiales para ayudar a catequistas y formadores en prevención de abusos,
especialmente pensando en niños más pequeños. Los materiales más modernos están
llenándose de ideología de género y de ideología trans. Esta experta prefiere
utilizar materiales algo más antiguos y muy usados, los de "El
cuento de Kiko".
"Lo desarrolló
una comisión europea hace años. Es amable y adecuado. Enseña al niño a distinguir
entre secretos buenos -que no hacen daño, como una fiesta
sorpresa- y secretos malos -los que nos hacen sentir mal, nos hacen daño, y dañan
a otros-. Recordaremos que una persona que te quiere no te hará
guardar un secreto malo", detalla.
LA REGLA DE KIKO, A
PARTIR DE 3 AÑOS: DÓNDE TE PUEDE TOCAR LA MANO
La psiquiatra, respecto al tema de abusos, recomienda trabajar con la Fundación
Anar, porque "es
de las mejores que trabajan este tema y son amables con las instituciones
religiosas, porque
hay instituciones hostiles a las entidades católicas y hasta consideran que una
entidad católica será nido de abusadores de por sí. Cuando el problema es una
familia que daña al niño, hay que hablar con el familiar que no sabía nada, y
acudir ya a servicios sociales".
RECOMENDACIONES
PARA CATEQUISTAS
Mar Álvarez-Segura señala
que catequistas y monitores pueden hacer algunas cosas
para ayudar a los adolescentes que sufren, pero no pueden hacerlo todo, no son profesionales. Deben
evitar "escaquearse" del tema pero
también deben evitar creerse superhéroes que puedan solucionarlo todo por sí
mismos. No hay que ser huidizo, pero tampoco alarmista.
La actitud prudente, dice, es la
de observar con atención, vigilar y comentar
las sospechas con algunos adultos más para
mejorar la vigilancia.
La psiquiatra Mar
Álvarez en el Encuentro Europeo de LifeTeen 2022, habla de salud mental
adolescente y de cómo la fe y la comunidad ayudan al joven.
LOS CATEQUISTAS DEBEN
RECONOCER QUE:
- Nos cuesta hablar
de dolor y sufrimiento (y eso nos tienta a acallarlo u ocultarlo)
- pero callar no evitará estos daños a los chavales,
- y hablar no potenciará más daño.
Las autolesiones
son peculiares porque se "contagian": si un catequista hace una sesión en grupo sobre
autolesiones, o sobre anorexia y bulimia, hay riesgo de que unos chicos imiten
a otros en este comportamiento. En ese tema, es mejor que el catequista se acerque al joven
en privado y le haga preguntas abiertas, porque lograr que el joven hable siempre le ayudará y aliviará su
tensión.
Un catequista puede decir al
joven: "Siento que estás pasando un momento
difícil, y me gustaría que me dieses una oportunidad para poder ayudarte".
La frase "siento que" permite
al muchacho decir que sí, o que no. Después se puede plantear el tema, por
ejemplo: "¿Te da miedo hablar de la relación
con tu novio?"
Al joven siempre le ayudará
sentir que tiene un catequista cerca que le aprecia, le valora, está disponible
y le escuchará. "Los catequistas, los
grupos, las comunidades de iglesia, son factor de protección para los menores. Dan sensación de pertenencia y eso protege mucho",
insiste la psiquiatra.
"Como catequistas,
si estáis ahí cada semana, podéis ser mucho más significativos para los
adolescentes que sus psicólogos o psiquiatras. Y al darles un
grupo hacéis muchísimo por ellos", añade.
La psiquiatra advierte que ni
catequistas ni profesionales ni consagrados pueden prometer cosas como "te vamos a proteger completamente y nunca te
volverá a pasar" o "llámame en
cualquier momento, 24 horas al día". Lo que pueden decir es
"te vamos a intentar ayudar" y "puedes hablar conmigo cuando
vengas a catequesis". Ofrecer horas, espacios de
encuentro.
Es bueno dejar claro que para
ayudarle, necesitaremos hablar con más gente. No
hay que caer nunca en secretos del tipo: "no se lo diré a nadie".
EN RESUMEN, MAR
ÁLVAREZ-SEGURA OFRECE ESTAS IDEAS:
- Catequista,
joven: no estás solo, hay gente en la Iglesia que ayudará
- Habla con el joven herido, pero antes ora... y consulta a otros
- Habla al joven y hazle preguntas abiertas; hablar le ayudará
- Puedes hacer charlas en grupo con jóvenes sobre abusos (porque no crea efecto
llamada) pero no sobre suicidio o lesiones (eso sí que tiene efecto llamada)
- Catequista: no eres un superhéroe, no desesperes, ni intentes arreglarlo tú solo.
- Catequista: habla con otros responsables de catequesis; y habla con la
familia, a menos que sea gravemente dañina.
- Recuerda que Dios ama a todas las personas más que tú, no
desesperes, los planes de
Dios nos desbordan.
- Recuerda Corintios 2 Cor 4,7-8: "Llevamos este tesoro en vasos de barro, para
que aparezca la extraordinaria grandeza del poder de Dios".








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