EL PAPA FRANCISCO, AL 25º DÍA DE GUERRA EN UCRANIA, DEDICÓ PALABRAS FUERTES A LA SITUACIÓN
A medida que se alarga la guerra de Ucrania, los mensajes de condena del
Papa Francisco se hacen más rotundos, aunque sin llegar a mencionar a Rusia.
Este domingo 20, tras el rezo del Ángelus, el Papa habló de
la "violenta agresión contra Ucrania", una "repugnante
guerra", que no tiene "ninguna justificación".
Sus palabras desde la
ventana del Palacio Apostólico este domingo fueron:
“Lamentablemente, la violenta agresión contra Ucrania no cesa, una masacre sin sentido
donde las atrocidades se repiten cada día. No hay ninguna
justificación para ello. Pido a todos los actores de la comunidad
internacional que hagan un verdadero esfuerzo para poner
fin a esta repugnante guerra”.
El Papa recordó que “también esta semana han caído misiles y bombas
sobre civiles, ancianos, niños y madres embarazadas”.
Además explicó que el sábado por
la tarde visitó a niños ucranianos heridos que se recuperan
en el hospital infantil del vaticano, el
Hospital Niño Jesús. “Están aquí en Roma. A uno le falta un brazo, el otro
tiene una herida en la cabeza... Niños inocentes”, exclamó. (Aquí crónica y fotos de
la visita a los niños ucranianos).
Después hablo de los
refugiados que huyen de la guerra, las bombas y las balas.
“Pienso en los
millones de refugiados ucranianos que tienen que huir, dejándolo
todo atrás, y siento una gran pena por aquellos que ni siquiera tienen la
oportunidad de escapar. Tantos abuelos, enfermos y pobres, separados de sus
familias, tantos niños y personas frágiles, se dejan morir
bajo las bombas, sin poder recibir ayuda y sin encontrar seguridad,
ni siquiera en los refugios antiaéreos. ¡Todo esto es inhumano! De hecho, es incluso
sacrílego, porque va contra la santidad de la vida humana, especialmente
contra la vida humana indefensa, que debe ser respetada y protegida, no
eliminada, ¡y que está por encima de cualquier estrategia! No lo
olvidemos: es cruel, inhumano y sacrílego. Recemos en silencio por los que sufren”.
AGRADECIMIENTO
A LOS PASTORES Y AL NUNCIO
Dio las gracias a los clérigos y
religiosas que comparten la tragedia del pueblo en Ucrania. "Gracias, queridos hermanos y hermanas, por este
testimonio y por el apoyo concreto que ofrecen valientemente a tantas personas
desesperadas".
También dio gracias al Nuncio Apostólico en Ucrania,
Visvaldas Kulbokas, que permanece en Kiev con sus colaboradores desde el comienzo
de la guerra y “que con su presencia me acerca
cada día al pueblo ucraniano martirizado”.
Francisco pidió que el mundo no
se acostumbre a la guerra y violencia y animó a vigilar que no se abuse de los
refugiados, que son vulnerables. “Pensemos en esas
mujeres, en esos niños, que, con el tiempo, sin trabajo, separados de sus
maridos, serán buscados por los buitres de la sociedad.
Protejámoslos, por favor”, exhortó, probablemente refiriéndose a las
noticias sobre redes de prostitución y tráfico
de personas que buscan aprovecharse de niños y mujeres
ucranianas desamparados.
El Pontífice invitó de nuevo a
todos a unirse en la oración el próximo 25 de marzo “para
realizar un acto solemne de Consagración de la
humanidad, especialmente de Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María,
para que Ella, la Reina de la Paz, obtenga la paz para el mundo”.
DATOS
DE NACIONES UNIDAS SOBRE NIÑOS, CIVILES Y HOSPITALES VÍCTIMAS
La invasión empezó el 24 de
febrero y se cumplen ya 25 días de guerra. Según Naciones Unidas, a 19 de marzo habrían muerto como víctimas de la invasión rusa en
Ucrania 847 civiles, de los que 64 son niños; además 1.400 civiles han sido
heridos. Naciones Unidas detalla que estos son los casos verificados, porque
hay muchos más en las zonas de mayor violencia y bombardeo continuado (Jarkov,
Mariupol, etc...) que no pueden verificarse aún. La Fiscalía
General de Ucrania cifra en 115 los niños muertos y 140 los niños heridos.
La Organización Mundial a fecha
de 17 de marzo había registrado 43 ataques contra instalaciones
médicas en Ucrania, según su director
general, el etíope Tedros Adan Gebreesus.
Voluntarios de
Cáritas Polonia atienden refugiados en la frontera de Polonia y Ucrania; 2
millones de ucranianos han entrado en Polonia huyendo de la guerra. En cuanto
a los refugiados, a 19 de marzo, según ACNUR (Naciones Unidas para los
Refugiados, que cita a los gobiernos como fuente) había 2
millones en Polonia, 527.000 en Rumanía, 360.000 en Moldavia (el
país más pobre de Europa), 300.000 en Hungría, 245.000 en Eslovaquia y 184.000
en la Federación Rusa.
MEDITACIÓN
SOBRE EL EVANGELIO: ¿ECHAMOS A DIOS LA CULPA DE LAS DESGRACIAS?
Antes del rezo del Ángelus,
Francisco comentó el Evangelio del día, como es habitual, recordando que nos
encontramos a mitad de Cuaresma. Analizó Lucas 13, 1-9, cuando se comenta que “Pilato había ordenado matar a algunos galileos”. Jesús
pregunta: “¿Quién tiene la culpa de estos hechos terribles? ¿Quizás aquellas personas eran más culpables que
otras y Dios las ha castigado?”
Son las preguntas ante el mal: "¿Se trata de un castigo de Dios? ¿Es
Él quien envía una guerra o una pandemia para castigarnos por nuestros pecados?
¿Y por qué el Señor no interviene?”
Francisco considera que pensar
así es caer en la tentación de echarle a Dios la culpa de los males. "Cuántas veces le atribuimos nuestras desgracias y
las desventuras del mundo a Él que, en cambio, nos deja siempre libres y, por
tanto, no interviene nunca imponiéndose, tan solo proponiéndose; a Él, que nunca usa la violencia, sino que, por el
contrario, sufre por nosotros y con nosotros”.
Jesús explica en
Lucas 13 que los galileos que mató Pilatos y otras personas que murieron en una
torre que se derrumbó "no eran más culpables que otras y no fueron víctimas de un Dios despiadado y
vengativo, que no existe. De Dios no puede venir nunca el mal, porque Él «no
nos trata según nuestros pecados» (Sal 103,10), sino conforme a su
misericordia”.
Pero después Jesús advierte: «Si no os convertís, pereceréis todos del mismo modo» (Lc
13,5). El Papa lo explica: "Convirtámonos del mal, renunciemos a aquel
pecado que nos seduce, abrámonos a la lógica del Evangelio: ¡porque
donde reinan el amor y la fraternidad, el mal ya no tiene poder!”
Añadió que “¡Dios
cree en nosotros! Se fía de nosotros y nos acompaña con paciencia”. Y pidió a los fieles no desanimarse. “Dios es Padre y te mira como un padre: como el mejor de
los papás, no ve los resultados que aún no has alcanzado, sino los frutos que
puedes dar; no lleva la cuenta de tus faltas, sino que realza tus
posibilidades; no se detiene en tu pasado, sino que apuesta
con confianza por tu futuro”,
dijo.
Ángelus del Papa del 20
de marzo: habla de Lucas 13 y de la "repugnante guerra" en Ucrania
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