«Mi reino está dentro de vosotros» (Lc 17-21)
Tú
saliste a esperarle.
Con
la ilusión con que se espera a un amigo, a una novia.
Tus
ojos le buscaron, anhelantes, en el andén de la vida, entre las cosas.
Pusiste
en la búsqueda toda la inteligencia y todo el amor.
Y
cuando volviste solo y decepcionado tras la espera…, él estaba esperándote a
ti.
Dios
tiene su casa instalada en tu vida.
Ese
es el andén a donde llega siempre.
«Yo no existo fuera de Dios; Dios no existe fuera de mí» (Ángeles Silesius)
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