La mejor de una oración de una esposa por su esposo y viceversa a partir de mi primera experiencia de un taller de oración para matrimonios.
Por:
P. Evaristo Sada LC | Fuente: La-oración.com
Este fin de semana tuve el primer taller de
oración para matrimonios. Salí lleno de gratitud. El Espíritu Santo estuvo
presente y activo en todo momento, pero el sábado por la tarde lo hizo de
manera especial.
HICIMOS UNA PROCESIÓN
EUCARÍSTICA MEDITANDO EN EL CAMINO DE LA VIDA COMO PEREGRINACIÓN AL CIELO Y, DE
ALTAR EN ALTAR, FUIMOS AGRADECIENDO A DIOS LOS DONES QUE NOS HA DADO PARA
ALCANZARLO.
En el primer altar cada uno
agradeció el don de su esposo o esposa.
En el segundo, el don de sus hijos.
En el tercero, el don de los amigos.
En el cuarto, el don de Cristo Buen Pastor.
Y en el quinto, el don de la Virgen María, en cuyos brazos
nos abandonamos y ponemos nuestra confianza. No vamos solos por el camino.
Al final, las parejas renovaron sus promesas matrimoniales. Cuando vi el amor,
la convicción y la emoción con que lo hacían, di muchas gracias a Dios al
palpar de cerca la belleza del amor esponsal.
MISERICORDIA: AMOR SIN
CONDICIONES
Mientras pasaba cada matrimonio ante Cristo Eucaristía para renovar sus
promesas, pensaba en la historia que había detrás de cada uno de ellos:
donación mutua, hijos, alegrías, sufrimiento, virtudes, pasiones, miseria,
perdón, misericordia... Cuando confirmaban el uno al otro su fidelidad y
entrega sin límites hasta la muerte, pude tocar la grandeza de la misericordia.
Seguramente subirían al altar cargando heridas y dolor, pero el amor era más
fuerte y prevaleció el amor.
La pregunta de si el otro lo merecía, de inmediato quedaba desplazada por la
misericordia: la misericordia es el amor a quien no
lo merece. Es amor sin condiciones, hasta el extremo.
"Así adquieren vida las palabras del Señor
sobre el perdón, este Amor que ama hasta el extremo del amor. La parábola del
siervo sin entrañas, que culmina la enseñanza del Señor sobre la comunión
eclesial, acaba con esta frase: "Esto mismo hará con vosotros mi Padre
celestial si no perdonáis cada uno de corazón a vuestro hermano". Allí es,
en efecto, en el fondo "del corazón" donde todo se ata y se desata.
No está en nuestra mano no sentir ya la ofensa y olvidarla; pero el corazón que
se ofrece al Espíritu Santo cambia la herida en compasión y purifica la memoria
transformando la ofensa en intercesión." (Catecismo de la Iglesia
Católica 2843)
ORACIÓN PARA LAS PAREJAS CASADAS
Al ver los retos tan grandes que les planteaba su vocación como esposos y
padres, comprendí que una gran forma de oración de las personas casadas es la
oración de intercesión y les sugerí que en adelante se propusieran rezar todos
los días esta oración el uno por el otro:
Señor, te lo suplico, concede a mi esposo(a) (decir
en voz alta el nombre), la gracia de hacer la experiencia de tu amor, y que al
final de su vida alcance la salvación eterna.
MARÍA, PONGO ESTA INTENCIÓN
EN TUS MANOS.
¿SE LE PUEDE DESEAR ALGO MEJOR A LA PERSONA QUE MÁS AMAS?
Yo creo que ésta es una oración muy poderosa. Una oración que renueva cada día
el amor esponsal, que cambia la herida en compasión y que, no me cabe la menor
duda, Dios escucha complacido.
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