A veces fuerte, a veces no puede ni con ella misma.
Pero no
se da por vencida.
Es mamá,
a veces amiga, a veces amante.
No trates
de entenderla, hay días en que el mundo se le viene encima, pero nunca tira la
toalla.
Ella no
se rinde, ella sigue…
No le
hables de amor, háblale de proyectos.
Anda
siempre de frente, que de tontos está cansada.
Háblale
de sueños y realidades, Abrázala, dale espacio, pero no mucho.
Y
quiérela, para que nunca más dude de que es una mujer que vale muchísimo.
Si no vas
a tolerar sus miedos, sus tiempos, sus deseos y sus estados de ánimo mejor no
vayas.
Porque
pudo sola y va a poder siempre…
Porque
ella nunca se rindió. Ella sigue…
—AD
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