La muerte no tiene que ser vista como algo desagradable. ¡Es el encuentro definitivo con Dios!
Por: Mario Santana Bueno | Fuente:
diocesisdecanarias.es
¿CÓMO
ENTENDEMOS LOS CATÓLICOS LA MUERTE?
De lo único que tenemos certeza es que algún día moriremos.
La realidad de la muerte está presente en nuestra vida cada día, cada momento.
1.- ¿CÓMO ENTIENDE LA SOCIEDAD LA MUERTE?
La muerte en la sociedad es para muchas personas un tabú. La
gente no quiere siquiera que se nombre la palabra "muerte",
piensan que así se ignora esa realidad. Por otro lado, estamos siempre viendo la muerte como espectáculo, en la
televisión, en los accidentes. Vemos que la muchas personas disfrutan viendo
una y otra vez las imágenes donde hay personas que mueren...
- ¿Tienes miedo a la muerte?
- ¿Por qué?
- ¿Qué experiencias tienes de la muerte
de otras personas?
2.-
LA MUERTE PARA LOS CATÓLICOS
Para los católicos, la muerte forma parte de la vida; no es
una ruptura especialmente importante. Nosotros nos fiamos de Jesús que dio su
vida por nosotros para que nosotros tengamos vida eterna. Creemos que Jesús resucitó y también nosotros resucitaremos con
Él.
* ¿Te fías tú de Jesús y de lo que Jesús dijo sobre
la muerte, de su propia muerte y de la nuestra?
3.- ¿POR QUÉ EXISTE LA
MUERTE? ¿POR QUÉ TENEMOS QUE MORIR?
La respuesta nos la da la Biblia: "Así pues, por medio de un solo hombre entró el pecado
en el mundo, y con el pecado la muerte, y la muerte pasó a todos porque todos
pecaron." (Romanos 5, 12).
"El pago que da el pecado es la muerte; pero
el don que da Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro
Señor."
La muerte existe en el mundo como consecuencia del pecado. Como nosotros
también somos pecadores, un día moriremos. Desde la fe vemos que en la muerte
unidos a Cristo también resucitaremos con Él.
- ¿Crees que el pecado produce
"muerte" en distintos aspectos de la vida?
- ¿Produce el pecado muerte física? ¿En
qué casos? ¿Por qué?
4.-
¿CÓMO AFRONTAMOS LOS CATÓLICOS LA MUERTE?
Con serenidad, con confianza. Para nosotros la muerte no es "nada del otro mundo". Nos fijamos en
Jesús cuando vio que su muerte se aproximaba y tratamos de tener sus mismas
actitudes y su confianza en el Padre Dios: "Adelantándose unos pasos, se inclinó
hasta el suelo, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de esta copa
de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." (Mateo 26, 39)
Hay que aprender a aceptar la muerte como algo que forma parte de la vida. Esto
se logra poco a poco, fiándonos de Dios, poniendo en Él nuestra confianza. Los
cristianos sabemos que todo no acaba con la muerte. Sabemos que el amor es más
fuerte que la muerte.
Cuando muere una persona que queremos, nuestro
amor hacia ella permanece intacto y, aunque pasen los años, el amor no muere
nunca. Si hemos amado a Jesús con toda nuestra vida y con todo nuestro corazón,
podemos decir con el apóstol san Pablo: "Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte
ganancia. Pero si viviendo en este cuerpo puedo seguir trabajando para bien de
la causa del Señor, entonces no sé qué escoger. Me es difícil decidirme por una
de las dos cosas: por un lado, quisiera morir para ir a estar con Cristo, pues
eso sería mucho mejor para mí; pero por otro lado, es más necesario por causa
de ustedes que siga viviendo." (Filipenses 1, 21-24).
- ¿Te fías de verdad de lo que dice la
Palabra de Dios? ¿Por qué?
5.-
LOS CATÓLICOS ¿CREEMOS EN LA REENCARNACIÓN?
No. Los cristianos en general no creemos en la reencarnación.
La Palabra de Dios nos dice:
"Y así como todos han de morir una sola vez y
después vendrá el juicio." (Hebreos 9, 27)
No hay reencarnación después de la muerte. Tenemos la seguridad tal y como nos
dice la palabra de Dios: "Esto es muy cierto: Si morimos con Él, también
viviremos con Él; si sufrimos, tendremos parte en su reino." (2 Timoteo 2, 11).
- ¿Por qué crees tú que hay personas
que piensan que la reencarnación es posible?
- ¿Piensas que las personas tenemos con
una sola vida la posibilidad de llegar a ser felices con Dios?
6.-
¿QUÉ HAY DESPUÉS DE LA MUERTE?
Ya hemos dicho que para los cristianos la muerte es sólo el
final de la vida terrena, pero no el final de la vida. Lo que creemos los
católicos es lo siguiente: Creemos que tenemos un alma inmortal creada por Dios que no muere con la muerte
sino que pervive en una vida eterna. No es
que seamos dos cosas distintas. El ser humano es una unidad. Yo soy alma y
cuerpo a la vez. Mi cuerpo muere, pero mi "yo"
pervive eternamente.
- ¿Qué es para ti el "alma"?
- ¿Puede ir alma y cuerpo por separado?
- ¿Crees que el ser humano está formado por
dos partes distintas o más bien es una unidad?
7.-
¿QUÉ ES ESO DE LA "VIDA ETERNA"?
La vida eterna no es igual a esta vida. Cada persona que muere vivirá en la vida eterna lo que ha
elegido previamente en esta vida. Jesús nos da la salvación (la vida eterna),
pero no nos obliga a aceptarla. Eres tú quien tiene que aceptarlo en tu vida de
una manera voluntaria, amorosa. En la vida
eterna, una vez muertos, los católicos creemos que hay tres posibilidades para
el ser humano. Tu "yo personal", lo
que llamamos "el alma", pasará a
una de estas tres opciones:
1. El cielo, contemplando a Dios.
2. El purgatorio, purificándose para poder entrar en comunión con Dios.
3. El infierno, quedará definitivamente separada de Dios.
- ¿Cómo te imaginas lo que es la
"vida eterna"?
- ¿Disfrutamos en esta vida ya de algo
de la "vida eterna"?
- ¿Cómo puede entrar una persona en la
"vida eterna"?
8.-
¿QUÉ ES EL JUICIO FINAL DESPUÉS DE LA MUERTE?
Los católicos creemos que una persona cuando muere queda
sometido a un juicio inmediato del Señor, que decidirá definitivamente su
suerte. En el Nuevo Testamento hay varios ejemplos donde se nos habla de que la
persona nada más morir, recibirá su retribución según hayan sido sus obras en
la tierra:
- Lc 16, 19-22: parábola de Epulón y Lázaro.
- Lc 23,43: Jesús al buen ladrón.
Cada persona, al morir, recibe en su alma
inmortal la "herencia" según en su
vida haya aceptado a Jesús como su salvador y su vida haya sido coherente con
el mensaje de su salvador.
- ¿Cómo te imaginas el juicio final?
- Si Dios es tan bueno ¿Cómo nos va a hacer
un "juicio"?
- ¿Qué nos salva: sólo la fe o sólo las
obras?
9.-
¿QUÉ ES "EL CIELO"?
Para los cristianos, el cielo es la vida definitiva junto a
Dios, para siempre, para toda la eternidad. Mientras estamos en esta vida
caemos y nos alejamos de Dios con frecuencia. El cielo es el estar con Dios
para toda la eternidad. En el cielo seremos totalmente felices y de una manera
definitiva, una felicidad absoluta. San Pablo nos dice: "Ni ojo vio, ni oído oyó, ni el hombre pudo
pensar lo que Dios ha preparado para los que le aman." (1 Cor 2,9). Al cielo llega inmediatamente una persona que acaba de morir en gracia y
amistad con Dios. "Cuando vaya y les prepare sitio, vendré de
nuevo y les acogeré conmigo; así, donde estoy yo estarán también ustedes. Y
para ir adonde yo voy, ya saben el camino. " (Jn 14,3-4) Vivir en el cielo es estar con Cristo. La Palabra de Dios nos habla del cielo
dándole varios nombres distintos: vida, luz, banquete de bodas, vino del reino,
casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso...
Ten en cuenta que el cielo no es "un lugar" al que vamos, es un estado en
el que se encontrará nuestra vida (el alma).
- ¿Cómo te imaginas el cielo?
- ¿Crees que el cielo es un lugar? ¿Por
qué?
- ¿Cielo y felicidad son lo mismo?
10.-
¿QUÉ ES EL "INFIERNO"?
Es la condenación eterna. Es cuando una persona rechaza
conscientemente en su vida terrenal a Dios. Dios nos invita a salvarnos, nos
invita al cielo, pero los seres humanos somos libres para elegir. Si rechazamos
a Dios, si no lo tenemos en cuenta en nuestra vida, estamos autocondenándonos.
"Tampoco tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar la vida; teman si acaso al que puede acabar con vida y cuerpo en el fuego." (Mt 10,28).
En el Evangelio se puede presuponer por las palabras de Jesús que existen y
existirán personas condenadas en el infierno:
- "el hijo de la perdición":
Jn 17,12
- "vayan malditos al fuego
eterno..." Mt 25,41
La Iglesia católica nunca ha dicho que haya
alguien condenado, aunque sí ha dicho que las almas de quienes mueren en pecado
mortal son llevadas inmediatamente al infierno, donde son atormentadas con
penas inacabables.
"Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él." (1 Jn 3,15)
Los católicos no creemos en el destino. Nosotros no creemos que la vida de cada
persona "esté ya escrita". Cada
ser humano es libre de elegir el estado que quiere para su vida.
Los católicos creemos que para ir al "estado de infierno" (recuerda que el
infierno no es tampoco "un sitio" al
que vamos después de morir...) la persona tiene que tener una voluntaria
aversión a Dios (un pecado mortal) y persistir en ese pecado hasta el final.
- ¿Cuál es el motivo por el cual una
persona puede acabar en el "estado de infierno"?
- ¿Es fácil o difícil ir al infierno?
¿Por qué?
- ¿Qué
quiere decir la gente cuando afirma que "el infierno está
aquí..."?
11.-
¿QUÉ ES EL "PURGATORIO"?
Es un estado, tampoco es un "lugar"
o espacio físico.
La Iglesia siguiendo el consejo de la Escritura
(2 Macabeos 12,46) siempre rezó por los difuntos. Creemos que los que mueren en
gracia y amistad con Dios sin estar, sin embargo, plenamente purificados o con
algún resto de pecado, sufrirán una purificación antes de llegar a Dios.
El rezar por los difuntos, y de una manera
especial la santa misa, ofrecida por los difuntos pueden ayudar a su pronta
purificación.
12.-
¿QUÉ ES LA "RESURRECCIÓN DE LA CARNE"?
Los cristianos católicos creemos que al final de los tiempos
resucitaremos todos. Creemos que del mismo modo que Cristo ha resucitado
verdaderamente de entre los muertos, y vive para siempre, igualmente los justos
después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que Él los
resucitará en el último día:
"Y éste es el
designio del que me envió: que de todo lo que me ha entregado no pierda nada,
sino que lo resucite el último día. Porque este es el designio de mi Padre, que
todo el que reconoce al Hijo y le presta adhesión tenga vida definitiva, y lo
resucite yo el último día."
(Jn 6, 39-40).
Creer en la resurrección de los muertos ha sido
desde sus comienzos el elemento esencial de la fe cristiana: "Ahora bien, si nuestro
mensaje es que Cristo ha resucitado. ¿cómo dicen algunos de ustedes que los
muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y
si Cristo no resucitó, el mensaje que predicamos no sirve para nada, ni tampoco
sirve para nada la fe que tienen. Pero lo cierto es que Cristo ha resucitado.
Él es el primer fruto de la cosecha. Ha sido el primero en resucitar." (1 Cor. 15 12-14.20)
"¡Y Dios no es un Dios
de muertos, sino de vivos!" (Mc 12,27) Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona: "Jesús le dijo entonces: Yo
soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y
ninguno de los que viven y creen en mí morirá jamás. ¿Crees esto?" (Jn 11,25)
13.- ¿CÓMO RESUCITAN LOS
MUERTOS?
¿QUÉ ES RESUCITAR?
No es volver de nuevo a esta vida material. En la muerte, separación del
alma y del cuerpo, el cuerpo de la persona cae en la corrupción, mientras que
su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su cuerpo
glorificado. Dios en su infinito poder dará a nuestros cuerpos la vida
incorruptible uniéndolos a nuestras almas, por la virtud de la resurrección de
Jesús.
¿QUIÉN RESUCITARÁ?
Todas las personas que han muerto: "No
se admiren de esto, porque va a llegar la hora en que todos los muertos oirán
su voz y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien, resucitarán para
tener vida; pero los que hicieron el mal, resucitarán para ser
condenados." (Jn 5, 28-29).
¿CÓMO RESUCITAREMOS?
Cristo resucitó con su propio
cuerpo: "Vean mis manos y mis pies: ¡soy yo
mismo! Tóquenme y miren: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo
tengo." (Lc 24,39)
Pero Jesús no volvió a la vida terrenal. Del mismo, en Él: "Nosotros somos ciudadanos del cielo, y estamos esperando que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo, que cambiará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso como el suyo. Y lo hará por medio del poder que tiene para dominar todas las cosas." (Filpenses 3, 20-21)
Será un "cuerpo espiritual": "Tal
vez alguno preguntará: "¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de
cuerpo tendrán?" ¡Es una pregunta tonta! Cuando se siembra, la
semilla tiene que morir, para que tome vida la planta. Lo que se siembra no es
la planta que ha de brotar, sino el simple grano, sea de trigo o de otra cosa.
Lo mismo sucede con la resurrección de los muertos: lo
que se entierra es corruptible y lo que resucita es incorruptible. Pues nuestra
naturaleza corruptible se revestirá de lo incorruptible, y nuestro cuerpo
mortal se revestirá de inmortalidad." (1 Corintios 15, 35-37
42.53). Nosotros no sabemos el "cómo" será ese cuerpo, porque ese
conocimiento va mucho má allá de lo que como humanos podemos imaginar y no lo
sabemos sino por la fe.
14.- ¿CUÁNDO RESUCITAREMOS?
Sin duda, en el último día, al fin del mundo. Participar en la misa es también participar en la
resurrección de Jesús: "Jesús les dijo: Les aseguro que, si no comen el cuerpo
del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida. El que come mi
cuerpo y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré el último día.
Porque mi cuerpo es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida. El que come
mi cuerpo y bebe mi sangre, vive unido a mí; y yo vivo unido a él. El Padre ,
que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él. De la misma manera, el que me
coma vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es el
que comieron sus antepasados, que a pesar de haberlo comido murieron. El que
coma de este pan, vivirá para siempre." (Jn 6, 53-58). El
Bautismo también nos hace participar en la resurrección de Cristo:
"Al ser bautizados, fueron sepultados con
Cristo y resucitados también con él, porque creyeron en el poder de Dios que le
resucitó. Por lo tanto, ya que han sido resucitados con Cristo, busquen las
cosas del cielo, donde está Cristo sentado a la derecha del Padre". (Colosenses
2, 12; 3,1)
El creyente espera la resurrección, esperamos "en Cristo": "...el cuerpo es para el
Señor, y el Señor es para el cuerpo. Y así como Dios resucitó al Señor, también
nos resucitará a nosotros por su poder. ¿No saben que su cuerpo es templo del
Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes?
No son ustedes sus propios dueños, porque Dios les ha comprado por un precio.
Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo." (1 Corintios 6, 13-15. 19-20).
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