¿Cómo
orar en grupo?, ¿cómo dirigir un
rato de oración que de verdad le llegue al corazón a mis amigos o seres
queridos? Hoy te quiero compartir el secreto.
Y ya que somos familia: ¡empiezo enviándote un abrazo gigante! Desde
Catholic Link queremos abrazar la realidad que estás viviendo. Aplaudimos cada
esfuerzo (por más mínimo que parezca) que estés haciendo por convertirte en
esperanza para mucha gente.
¡No te rindas! Te quiero contar que hago
muchos talleres con jóvenes y adultos y algo que me sorprende es que la mayoría
de ellos no tiene quién los escuche.
Tiene
un corazón con ganas de expresar sus tristezas, alegrías, miedos y
preocupaciones. ¡Pero no tienen un espacio seguro para
compartirlo!
¿Y SI ORGANIZAMOS MOMENTOS DE ORACIÓN CON NUESTROS
AMIGOS?
No hablo solo de tu comunidad
de Iglesia. También hablo de tus amigos del barrio, de tus colegas del trabajo,
de tus compañeros de universidad, de tus primos. ¿Por
qué no los invitas a un espacio para compartir cómo están?
¿Por qué no les propones
un espacio espiritual para recargarse de fuerzas para seguir luchando? Te quiero compartir seis pasos
para que diseñes una experiencia espiritual que abrace fuertemente a tus
amigos, por más que se sientan alejados de la Iglesia.
PRIMER PASO: INVÍTALOS PERSONALMENTE
Llámalos, mándales un audio,
escríbeles por Whatsapp. Diles que te gustaría vivir un
momento espiritual con ellos. Explícales
que no es exclusivo para creyentes y que tampoco será un momento lleno de
charlas ni nada de eso.
Diles que es un espacio para
compartir la vida y rezar por los enfermos y por la esperanza. Coordina bien la
fecha y la hora para que tengas listo todos los detalles.
SEGUNDO PASO: COMPARTE LA VIDA
Empieza la reunión diciéndoles
que es un espacio para compartir el corazón. Diles que el Dios en el que crees
se preocupa muchísimo por la vida de sus hijos. ¡Y
ellos están en esa lista! Que no es un espacio de juicio, es un espacio
para escucharse como hermanos.
Pueden
compartir qué les apaga la vida, y luego qué les enciende la vida. Es muy importante que no haya juicio, consejos ni opiniones,
simplemente se escucha con el corazón.
Después de que alguien
comparta, intenta promover que le regalen un gesto. Puede ser un signo de
abrazo o con los dedos se puede formar un corazón.
TERCER PASO: HÁBLALES DE JESÚS
Después de que todos hayan
compartido, cuéntales sobre Dios. Diles que los mira con profundo amor, que
está en medio de todo lo que viven. Que no manda pandemias como castigo ni
busca el dolor de la gente.
Simplemente
diles que está con ellos, de forma incondicional. Que los acompaña
como esa fuerza que los mueve para seguir adelante.
Diles
que se sientan libres de hablar con Él en el momento de oración. Sin rencor
ni resentimientos. Dios los mira con profunda compasión.
CUARTO PASO: PREGÚNTALES SOBRE SUS ENFERMOS
Pídeles que todos digan por
qué personas les gustaría orar. Familiares
enfermos, padres sin trabajo, hermanos tristes,
profesores contagiados, abuelitos asustados.
En fin, hay muchos por quienes
podemos orar. Hagan una lista, escriban por el chat de Zoom o que cada uno lo
diga en voz alta.
QUINTO PASO: ¡OREN JUNTOS!
Con todo lo vivido tienes
suficiente materia prima para orar. Intenta hacer una oración muy cercana, sin
palabras o términos extraños para que tus amigos no se sientan tan extraños.
Usa palabras fáciles, dile a
Dios sobre lo que acabas de escuchar. Que lo compartido sea tu principal
materia prima para elegir el contenido de la oración. Usa música si gustas, los
recursos que se te ocurran.
Pero intenta que la
experiencia sea muy cercana y amigable para tus amigos que no están
acostumbrados. El Dios de la vida los abrazará.
SEXTO PASO: DISFRUTA LAS CONSECUENCIAS
Dios no se deja ganar en
generosidad. Él actúa en tus amigos, sean o no católicos. Tu tarea es
ayudarlos a que puedan ver a Dios actuando ya en sus vidas.
A veces, basta con tan solo
ofrecerles una experiencia de
mucho amor y compasión.
El cristianismo nos mueve a vivir con el corazón atento al corazón del otro.
¡Interésate
por la vida de tus amigos! No porque sea un consejo de marketing pastoral, sino porque de eso se trata
nuestra fe. ¡Bendito Dios por los hermosos momentos
que vivirán juntos en esa oración!
CONSEJOS FINALES
Ojalá seas capaz de convertir
esa experiencia de oración en algo muy cercano, familiar, de amigos. Al
terminar, relájense un poco, jueguen algo, escuchen música, coman, brinden,
pero por favor, no dejen de complementar la experiencia de oración con un
compartir fraterno.
Ambos complementan la
experiencia cristiana. Que el Dios de la vida te siga moviendo a vivir con
tanta valentía, que puedas convertirte en esperanza para tus amigos.
La próxima vez que estés
pensando ¿cómo orar en grupo?, ¿cómo compartir una
experiencia espiritual inolvidable? ¡Vuelve a estos seis pasos y espera lo
mejor!
Y
si no tienen fuerza, ánimo, que el Dios de la vida sigue abrazándote tan fuerte
como desde el primer segundo de tu existencia. ¡Resiste!
Escrito por Fernando Merino
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