Enfermó
de Covid-19 y le negaron tratamiento y alimentación
Michael Hickson,
tetrapléjico de 46 años de edad, dejó de ser alimentado e hidratado y se le
denegó el tratamiento tras enfermar de Covid-19 en el Centro Médico de St.
David's South de Austin (Texas, EE.UU). Su esposa, Melissa, explica lo
sucedido: «Me quedé impotente viendo cómo ejecutaban a mi marido».
(LSN/InfoCatólica)
Michael
Hickson quedó tetrapléjico y con afección neurológica debido a las lesiones que sufrió durante una
reanimación cardiopulmonar después de sufrir un paro
cardíaco repentino mientras
llevaba a Melissa al trabajo en mayo de 2017. Melissa y sus cinco hijos
permanecieron al lado de Michael durante su recuperación.
El hombre tuvo que ingresar en el hospital hace unas semanas después de contraer COVID-19 y
la consiguiente neumonía. Se sospecha que el
coronavirus le llegó por una persona que le daba atención en su hogar y que a
su ver trabajaba en una residencia de ancianos.
Michael
estaba consciente aunque no podía comunicarse verbalmente. Respondió a los chistes,
sacudió la cabeza y lanzó un beso a su esposa durante una llamada de FaceTime. Melissa preguntó si podía rezar con su marido y sus hijos, a lo que él
asintió con la cabeza.
Sin embargo, la doctora que le
atendía le dijo a Melissa que su marido sería internado en un hospicio en
contra de su voluntad. En una conversación grabada, la doctora del St. David le
dijo a Melissa que su marido no recibiría tratamiento debido a su discapacidad,
a pesar de sus deseos:
Doctora del St. David: «Por lo tanto, a partir de ahora, su calidad de vida...
no tiene mucha»
Melissa: «¿Qué quiere decir? ¿Qué porque está paralizado con una
lesión cerebral no tiene calidad de vida?»
Doctora: «Correcto».
Mientras la esposa de Michael
y otro familiar litigaban en el tribunal para decidir quién sería el tutor
permanente de Michael, un juez nombró a una organización del área de Austin
llamada Family Eldercare como tutor temporal.
Family Eldercare ordenó a la
doctora que no tratara a Michael y que lo trasladara a un hospicio. La médico
aseguró a la familia que no tenía nada que decir sobre la vida o la muerte de
Michael: «en este momento, vamos a hacer lo que
creemos que es mejor para él junto con el estado... esta es la decisión tomada
entre la comunidad médica y el estado».
Michael se quedó sin comida ni
tratamiento durante seis días, a pesar de la voluntad de Melissa de salvar a su
marido. Falleció de las enfermedades no tratadas el 11 de junio de 2020.
Melissa ha declarado
tras la muerte de su marido:
«Estoy luchando
para entender cómo y por qué ha podido suceder esto. Perdí a mi mejor amigo, mi
mejor mitad, la otra mitad de mi corazón. Fui despojada de mis derechos
como esposa, y me quedé impotente viendo cómo ejecutaban a mi marido. Ahora no tengo marido, soy viuda a los
47 años. Mis hijos se quedaron sin padre para celebrar el Día del Padre. Todo
nos fue arrebatado. No tengo otras palabras para expresar lo que siento hoy,
excepto herida, enfadada y frustrada».
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