Una de las procesiones más multitudinarias del
mundo
Más de cinco
millones de fieles participaron en Filipinas en la procesión anual del Nazareno
Negro, llamada «Traslación».
(Fides) Esta fiesta es una manifestación de la devoción popular en Filipinas que
tiene más de cuatro siglos de
antigüedad, con millones de devotos poniendo sus esperanzas en el Cristo
sufriente. El tema de «Traslación 2019» es «Devotos del Señor Jesús Nazareno: elegidos para
servirlo». El punto culminante del programa es la tradicional procesión
que discurre por las calles de Manila con una estatua, en madera negra, que
representa a Cristo llevando la cruz al Calvario.
La estatua del Nazareno Negro
fue traída a Manila en 1607 por
misioneros agustinos de México. También se cree que fue parcialmente quemado y ennegrecido cuando el
galeón que lo transportaba se incendió en un viaje transpacífico desde
México, otra colonia española en esa época.
Mons. Hernando Coronel, rector
de la iglesia de San Juan Bautista, en el distrito de Quiapo, Manila, explicó a
la Agencia Fides: «La fiesta del Nazareno Negro
gira en torno a la devoción a Cristo sufriente, con quien los filipinos se
identifican, en su vida marcada por la pobreza y el sufrimiento cotidiano. En
la Traslación, una procesión de casi 24 horas, la estatua es acompañada desde la tribuna de Quirino, en el Parque Rizal,
en el centro de Manila, hasta la Iglesia del Nazareno de Quiapo». Para
la ocasión, muchos sacerdotes se ocupan
de las confesiones, las bendiciones y la dispensación de los sacramentos.
Durante la Santa Misa
celebrada, el arzobispo de Manila, cardenal Luis Antonio Tagle, en su homilía,
dijo que «la devoción al Nazareno Negro es amor a Jesús y no fanatismo. Un verdadero devoto ama: la esencia de la
devoción es el amor. El fanático solo se aferra a algo que da valor a sí
mismo. El devoto ama a Jesús. El
fanático no ama», recordó el Cardenal a los fieles.
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