Quienquiera que haya
leído algo acerca de ese tribunal misericordioso (modo ironía off) que
fuera el tribunal de la Inquisición, se habrá topado con el bulo del famoso “Malleus
maleficarum”.
¿Qué se dice
habitualmente? Pues que, “el Malleus Maleficarum era la guía
detallada y precisa de cómo la Inquisición torturaba y mataba a las brujas”.
¿Era así?
1.
SUS AUTORES
El Malleus fue escrito principalmente por el P. Heinrich
Kramer, sacerdote dominico, bajo la colaboración de Jacob Sprenger, también de
la misma Orden; ambos inquisidores en Alemania a finales del siglo XV.
Era un hombre poco respetado
por sus pares. Su puritanismo y sus
opiniones acerca de la brujería eran consideradas extremas por la
mayoría de sus contemporáneos. Basta con poner un ejemplo: en 1485, luego de realizar en Innsbruck una investigación
acerca del comportamiento sexual de cincuenta y siete brujas, el obispo local
decidió cerrar las investigaciones diciendo que el diablo estaba más en el
inquisidor que en las mujeres investigadas…
Dos años después Kramer
escribió el Malleus maleficarum con el fin de ganarse la
confianza de sus pares. Acudió a la ayuda de Sprenger para evitar firmar el
libro solo. Vale decir de entrada que el libro no es, como algunos suponen, una
guía de lo que la mayoría de los cristianos del siglo XV creían acerca de las
brujas. Se trata más bien de una opinión exagerada y minoritaria, escrita para
convencer a la población en general de los peligros de la brujería.
2.
EL “APOYO” DE LA
IGLESIA
El Malleus
circula habitualmente junto a dos documentos: una
pequeña recomendación de la Facultad de Colonia y una bula papal titulada “Summis
desiderantes”, del Papa Inocencio VIII.
Comencemos por la bula: se trata de una condena redactada en 1484 contra quienes
impedían el trabajo inquisitorial de Kramer y Srenger, nombrados por Roma en el
norte de Alemania. Allí, el Papa advertía no sólo contra la
superstición, sino también contra los abortos, las violaciones, los hechizos y
las corrientes puritanas que negaban el legítimo uso de la sexualidad dentro
del matrimonio…
Resulta importante recalcar
que la bula está redactada tres años
antes de la edición del Malleus
(1487), por lo que mal puede ser un “apoyo” papal
al libro.
En cuanto a la recomendación
de la universidad de Colonia, se trata de una simple falsificación. Cuando el
texto del Malleus se terminó de escribir, Sprenger lo presentó ante
la Facultad de Teología solicitando su aprobación. La Inquisición condenó rotundamente el libro diciendo que los
procedimientos legales recomendados allí no eran, ni éticos ni legales, y que
su demonología no era compatible con la
doctrina católica. A pesar de todo, Kramer decidió insertar cuatro
firmas falsificadas por lo que, posteriormente, fue enjuiciado y condenado por
la misma Inquisición, en 1490.
3.
EL IMPACTO DEL MALLEUS
La mayoría de los tribunales
de la Iglesia despreciaron la obra. Sin embargo, varios tribunales civiles (que
prontamente se volverían protestantes, a no olvidarlo) lo tomarían como guía
para el enjuiciamiento de las “brujas” en
los países de Lutero, Calvino y incontinente Enrique VIII. Se entiende entonces
por qué, según Henningsen[1],
estudioso de los archivos de la inquisición española, durante la Edad Moderna
fueron quemadas unas 50.000 brujas distribuidas de la siguiente manera: 25.000
en Alemania, 4000 en Suiza, 1500 en Inglaterra y 4000 en la Francia jansenista.
¿Y en España?
Sólo
veintisiete…
Basta de
martillazos entonces…
Que
no te la cuenten…
P. Javier
Olivera Ravasi
[1] Gustav Henningsen, El banco de datos del Santo
Oficio. Las relaciones de causas de la Inquisición española, Madrid, 1977
(cfr. María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y leyenda Negra,
Siruela, Madrid 2018, 284).
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