FÁTIMA, 20 Abr. 17 / 08:20 am (ACI).- Se cumplen 100 años desde
aquel 13 de mayo de 1917 en el que la Virgen se apareció por primera vez a los
llamados Pastorcitos de Fátima: Lucía dos
Santos, Jacinta
y Francisco
Marto.
ACI Prensa ha hablado con la sobrina de estos últimos, quien asegura que
Dios escogió a sus tíos porque así lo quiso, pero “no
merecíamos nada”.
“La familia, mis abuelos y mis
padres, todos nosotros siempre lo hemos aceptado como un don de Dios. Dios ha
escogido a mis tíos porque así lo quiso, tanto que mi abuelo decía que la
Virgen quería venir a Fátima y había escogido a sus hijos, pero que nosotros no
merecíamos nada. Por lo tanto, siempre lo hemos vivido con mucha sencillez
porque Dios ha escogido y escoge a quién quiere. Nosotros no merecemos nada”.
En una reciente visita a esta pequeña ciudad de Portugal, donde se
dieron las apariciones –la última tuvo lugar el 13 de octubre del mismo año–
ACI Prensa pudo conversar con la sobrina de Jacinta y Francisco, quienes además
serán canonizados por el Papa Francisco el próximo 13 de mayo durante su visita
a la ciudad.
Jacinta Pereira Marto tiene 74 años. “Siento
una alegría muy grande, como es natural, pero esta fiesta no es solo de la
familia, es de Portugal y del mundo entero, porque Nuestra Señora vino para el
mundo. Y ellos son un mensaje para el mundo”, afirmó la sobrina de los
pastorcitos.
“Yo a veces me pregunto cómo dos niños de siete y
nueve años han logrado captar y responder al mismo tiempo el mensaje de Dios”, expresa sobre sus tíos, testigos de las apariciones.
Jacinta cree que “el mensaje de Fátima nos
hace pensar que la Virgen ha venido para que nos volvamos hacia Dios, para que
no olvidemos que Dios nos ama, pero que tenemos que alabarlo y debemos ser
agradecido con Él”.
Jacinta asegura que “la Virgen no pidió
muchas cosas que no podamos hacer. Ella pidió que se rece el Rosario. Y Nuestra Señora había pedido
rezarlo –según decía la propia Lucía– porque
era una oración fácil, para todo el mundo ya que se puede rezar en la iglesia, caminando, en
auto, en cualquier lugar hay posibilidad de rezar el rosario”.
“Yo busco rezar el Rosario todos los días, pero
digo que quien no logre rezar el Rosario que diga al menos una Ave María para
alabar a la Virgen y un Padre Nuestro para agradecer a Dios por ser tan amigo
nuestro. Es que Dios nos quiere muchísimo y a veces nos manda a su Madre para
ayudarnos un poco, para que seamos un poco mejores. Dios quiere que busquemos
ser un poquito mejor cada día, porque pecadores lo somos siempre, no somos
perfectos, pero buscar ser un poquito mejores cada día”.
Jacinta es hija de João, hermano de los pastorcitos Jacinta y Francisco,
y nació en su misma casa.
“Mi padre era dos años mayor que Francisco y tuvo
también el privilegio de estar en la aparición de Valinhos (Valinhos se
encuentra en los alrededores del Santuario y fue el cuarto lugar en el que se
apareció la Virgen, el 19 de agosto de 1917) en agosto, después de que ellos
estuvieran en la aparición de Vila Nova de Ourém”, rememora Jacinta.
Sin embargo, “mi padre estuvo allá, pero no
vio nada. Estaban solamente Francisco, Jacinta y Lucía y mi padre, pero él
decía que por más que abrió los ojos y miró, no vio nada”.
Jacinta recuerda que sus abuelos (padres de Jacinta y Francisco) “no entendían las cosas”.
“Entonces pensaban que sus hijos eran un poco
diferentes a los demás, pero no sabían exactamente de qué forma”, no obstante “mi abuelo siempre creyó”.
“Jacinta fue la primera en decir que Nuestra Señora
se había aparecido y cuando le preguntaban respondía: ‘mis hijos no son
mentirosos, yo los he educado, por lo tanto, si dicen que La vieron, yo creo
que sí La vieron’”.
A pesar de que su abuelo nunca vio a la Virgen, su nieta Jacinta
recuerda que “estuvo en algunas de las apariciones
y aunque decía que no veía nada sí se percataba de que algo sucedía”.
“Él decía que escuchaba un sonido, como de una
abeja dentro de un cántaro, de un recipiente. Pero el milagro del sol él sí lo
vio. Así que, si ya creía antes, siguió creyendo”.
Jacinta se refiere a lo que ocurrió después de la última aparición de la
Virgen María a los pastorcitos: se pudo ver
al sol temblar en una especie de “danza”, según relataron los que los
presenciaron.
En la actualidad, la sobrina de los dos pastorcitos se muestra
convencida de que “Jacinta y mi tío me protegen”.
“No soy nadie, soy pecadora como todo el mundo, pero creo que me protegen,
siento que me protegen y Nuestra Señora también”.
Por Álvaro de Juana
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