LA VIRGEN MARÍA, LAS ALMAS VÍCTIMAS Y LOS
DEMONIOS
La Santísima Virgen ha seleccionado un pequeño ejército de almas nobles que están preparadas para soportar todo y ofrecerse libremente a Dios como un holocausto para la redención de las almas. Ella las ha seleccionado para luchar directamente contra los demonios y son quienes romperán el poder de las legiones de Lucifer en la tierra y lo despojarán de al menos, una parte de las víctimas con las que ya contaban como suyas.
Estas almas seleccionadas soportarán con valentía los ataques de los demonios. Ellas sufrirán posesiones con el fin de liberar del yugo del maligno las almas de nuestros semejantes. Ellas tomarán el lugar de los culpables para así poder liberarlos del poder del demonio que ya les oscureció la comprensión y que trata de endurecer su equivocada voluntad. Es una batalla mundial entre la ferocidad del demonio y el amor a las almas víctimas por la cruz.
Las almas víctimas soportarán sufrimientos corporales, así como ataques dirigidos en contra de los poderes sensibles del alma.
A cambio, ellas vencerán a través de sus ayudas espirituales, y su naturaleza, por decirlo de alguna forma, será aplastada por torturas demoníacas. Sus poderes espirituales aumentarán en la misma proporción a la cantidad de sufrimiento que soporten. Porque en cada sufrimiento amoroso recibirán un aumento de amor. El poder de los demonios disminuirá gradualmente, al menos externamente. Toda su energía se agotará en los ataques contra estas almas víctimas.
Si el alma víctima persevera en su sacrificio, su influencia aumentará después y la del demonio disminuirá poco a poco. De ahí deduciremos que el alma víctima triunfará y que el enemigo estará completamente aplastado. Esta batalla entre el alma víctima y el demonio es un verdadero duelo a muerte. Son como dos gladiadores obligados a luchar hasta que uno se convierta en víctima en el campo de batalla.
“CON USTEDES TODO ES AMOR, PERO CON NOSOTROS TODO ES ODIO”
El demonio está lleno de odio hacia todo lo bueno. A él le encanta el mal sólo por que odia el bien. “Un demonio me dijo que él seduce a los hombres hacia diferentes vicios no porque le agraden los vicios sino porque él desprecia las virtudes”. Cada vez que el demonio ve un alma virtuosa o bien intencionada que Dios podría usar para lograr algún fin que valga la pena, su odio se convierte en llamas y trata por todos los medios posibles de privar a esa alma de esa virtud y hacerla incapaz de hacer el bien. Él es incapaz de predecir cómo serán los resultados de sus ataques. “Él me dijo: ‘No sabemos a dónde vamos’”.
Él utiliza todas las oportunidades para hacer el mal y ciegamente persigue su odio contra el bien sin saber a dónde lo llevará su locura y su aflicción de espíritu maligno.
DIRIGIDO POR ORGULLO, ÉL SIEMPRE ESPERA EL ÉXITO Y LA VICTORIA
“Tengo demasiado orgullo” dijo, “para creer que voy a fracasar en mi intento”.
Por ello procede a ciegas hacia su propia humillación, la cual es pieza clave para provocar un resultado con grandes cosas buenas. “El demonio mismo me dijo que hay muchas cosas que no haría si pudiera saber con anterioridad cuál sería el resultado”. Todas estas declaraciones fueron verificadas en reales batallas entre demonios y sus víctimas.
El demonio está al tanto de que existen estas almas virtuosas que se ofrecen a sí mismas como víctimas y sabe que ellas son capaces de lograr grandes cosas buenas. Pero Impulsado por el odio, el las ataca sin saber cuáles serán las consecuencias, y no duda de su propio éxito. Él quiere conseguir su control con el fin de corromperlos y despojar a Dios de su honor. Dios le permite esto, pero una vez que los demonios han emprendido el combate libremente para combatir a estas almas, Dios obliga a sus emisarios continuar la batalla hasta el final.
EL DEMONIO, O BIEN PUEDE CONQUISTAR O PUEDE SER CONQUISTADO
“Él me dijo: ‘Parece como si Dios nos dijera: ‘¡Adelante’ y yo tengo que continuar”, y a pesar de su orgullo para emprender una batalla con una imposible victoria, él sabe y admite que el amor ganara. ‘Porque’, dice, ‘el amor es más fuerte que el odio”. La batalla de las almas víctimas en contra de los demonios provoca que estas almas sean santificadas.
El demonio dice que cierto número de almas están bajo el dominio de todos los demonios que rondan los alrededores de la Tierra. El propósito no es la propia posesión demoníaca en el sentido estricto, sino más bien el control del alma a través de sus pecados y de su disposición a atarse al mal. Él se refiere a estas almas como sus propios premios de usurpación porque de esta manera él les nubla el corazón poco a poco logrando así que su regreso al bien sea moralmente casi imposible.
SOBRE LAS ALMAS CUYAS VOLUNTADES HAN SIDO SOMETIDAS AL CONTROL DEL DEMONIO
“Cada vez que tengo la voluntad de un individuo, entonces yo me burlo de su Dios”. Sin embargo admite que la conversión de esta alma no es imposible. “Ellos pueden arrepentirse pero es muy difícil”. Afortunadamente, hay almas víctimas que están a la mano para poder arrebatarlas de las garras del demonio y que no sigan siendo torturadas.
De acuerdo con las confesiones de los demonios, cuando ellos pierden su poder en la batalla contra estas almas víctimas, no sólo pierden a la víctima sino también ellos mismos se hacen impotentes al perder el control de las almas a las que ya habían convertido en sus esclavas a través del pecado.
Después de liberar a estas almas por quienes las víctimas han sufrido y han tomado revancha por la Justicia Divina, ellas se pueden beneficiar nuevamente de la misericordia de Dios y se pueden convertir fácilmente por sí mismas. El diablo ya no tendrá ningún poder para impedir que lo hagan.
“Le pregunté a uno de los demonios conquistados, quien se vio forzado a liberar a varias almas que él guardaba en la esclavitud del pecado: ‘¿Están todas estas almas convertidas’ ‘A lo que él respondió:’ ‘De hecho algunas lo están; las otras podrían estarlo si así lo quisieran’. Los demonios inutilizados permanecen en sus víctimas como en una prisión, sin ser capaces de ir a otra parte o pueden ser externamente activos.
Ellos están a la espera de la derrota de toda su banda. Tan pronto como su líder haya perdido todo lo que él y sus asociados poseían en la tierra, tienen que volver al infierno llevándose a todos sus asistentes con él.
“Un demonio me dijo: ‘No podemos permanecer en la tierra si ya no tenemos control aquí’” “Otro demonio me dijo una vez después de que yo le había obligado a abandonar una monja a la que le había realizado un ritual de exorcismo: ‘Dame lo que poseo en la tierra y la dejo de una vez, pero si tengo que salir de ella tendré que renunciar a todo y volver al infierno. Por esta razón Dios nos permite defendernos hasta el final’“.
LOS DEMONIOS SE ENCARGAN QUE LOS PECADOS DEL HOMBRE SEAN LOS QUE LES DEN PODER SOBRE ELLOS
Dios permite que los demonios se queden con lo que han ganado si es a través de la propia voluntad equivocada del hombre, pues es sólo a través del libre albedrío que ellos pueden quitarle al hombre lo que ellos mismos le han permitido a través de su libre albedrio. Y es sólo a través del sufrimiento voluntario de éstas almas víctimas que los demonios pueden ser despojados de lo que el hombre les ha dado a través de sus pecados.
“Durante el exorcismo de un alma víctima le pregunté al demonio: ¿cuándo cesarían los sufrimientos de esta víctima? Él respondió que dependía enteramente de la misma alma de la víctima. Ella sólo tenía que desear la interrupción de su sufrimiento y dejar a los demonios en paz en lugar de luchar con ellos para robarles a sus almas cautivas. ‘Ella debe permanecer con su amado (Jesús)’ dijo el demonio de la víctima ‘y la dejaremos en paz… ¿Por qué ella se entromete con nuestra familia? Es porque ella no lo quiere de otra forma, esto la complace’”.
Esta confesión mostró que el alma víctima amaba sufrir y que es sólo a través del sufrimiento que esta alma podía entrar al reino del demonio y arrebatarle las almas que éste ya tenía ganadas.
LA VIRGEN MARÍA CONDUCE A LAS ALMAS SUFRIENTES
Según las confesiones constantes de los demonios es la Santísima Virgen quien conduce a estas almas sufrientes contra los demonios y las obliga a luchar por las almas hasta que ellos son dominados. La Santísima Virgen ata a una gran cantidad de estos demonios a una u otra víctima. Cuando una multitud de ellos se vuelve indefensa, otra multitud encontrará el mismo destino…
“‘Ninguna criatura humana débil, un alma víctima, nunca debe dominar el humillado orgullo de los demonios. Ella (La Santísima Virgen) misma debe venir a aplastarnos’ Gritó un demonio vencido y humillado, ‘ni piensen que dos débiles como tú y ella (el exorcista y la víctima) tienen que humillarme de tal manera…’”
Cuando el poder del demonio es consumido por su ira, él se convierte en un cobarde. La valentía es una virtud y el demonio no tiene tal virtud. De ahí que no es valiente, sino que es salvaje solo hasta que se le acabe la energía. Tan pronto como su fuerza lo abandona, se convierte en un ser débil. “‘¡Misericordia, misericordia! ¡Oh, cómo sufro, basta! ¡Suficiente! ¡No puedo soportarlo más! ¡Estoy perdido! ¡Estoy triste! ¡Ten piedad de mí y no me dejes sufrir tan terriblemente!’ Tales son los gritos del demonio, incluso el del más fuerte, tan pronto como él es dominado”.
LOS DEMONIOS EXPERIMENTAN OTRAS HUMILLACIONES QUE LES CAUSAN FURIA Y RABIA
Cuando torturan a sus víctimas y éstas se convierten en santos. Estas nobles almas hacen rápidos progresos en el camino hacia la perfección. “Con el fin de humillar al demonio le hice notar el progreso de las almas que él había atormentado: ‘Basta con mirar esa alma, qué hermosa que es. Tú la hiciste tan hermosa. Cuando veas en el juicio final su grandeza, puedes gloriarte de ese hecho y decir: ‘¡Este es mi trabajo!’” Este sarcasmo lo hizo volver loco. Pero él siguió la batalla mientras tenía fuerza.
Su orgullo no le permitía creer que iba a ser conquistado, ni que iba a fallar en arruinar esa alma
“Nunca me permito desanimarme”, me dijo, “mientras tenga poder, voy a seguir mis ataques. No retrocederé”. El demonio se avergüenza especialmente cuando alguna de sus víctimas anteriores (las que inicialmente estaban lejos de Dios) se convierten, se santifican, y finalmente luchan para quitarle más almas.
Es una tortura insoportable para el demonio ser encarcelado en el alma víctima y estar atado a ella.
“Un panorama que es virtuoso le causa un dolor intenso, porque muchas veces se le ha oído gritar: ‘¡Prefiero estar en el infierno que en esta sucia persona’ Una vez más, me dijo: ‘¿Tú crees que es un placer estar en esta maraña y ser testigo de todos esos actos de amor?’”
LOS DEMONIOS QUIEREN QUE LOS LIBEREN Y SE VUELVEN MÁS SALVAJES
“Los demonios suplican a menudo: ‘¡Quiero ser libre! ¡Déjame! ¡Tú tienes el poder para hacerlo! Este es realmente un fuego que brilla intensamente. Déjame marcharme’, entonces le pregunté: ¿Quién te ha confinado a esta persona respondió, ‘La Virgen’; pues bien, le dije, si la Virgen te ha encarcelado entonces es ella quien debe liberarte si así considera que es lo apropiado hacer”. “La unión forzada entre un demonio y otra víctima lo hizo gritar: ‘¡Si tan sólo ella me dejara ser libre’! ¡Este es un fuego que brilla intensamente! Preferiría estar en el infierno que en esta casa llena de suciedad’” Esta súplica del demonio al exorcista avala lo mismo, “¡Déjame! ¡Deja que ella (la víctima) me libere!”
Es una prueba de un hecho peculiar donde un demonio se convierte prisionero de la persona a quien él mismo antes había controlado. En un principio entró en el alma de la víctima como gobernante, como un tirano, con la esperanza de arruinarla, pero fue la paciencia heroica y el sincero amor de la víctima que hizo que su misión rompiera el poder del demonio. Después de perder la pelea él quería escapar de esta batalla humillante. Pero Dios le ordenó: “¡Quédate ahí!” Y él se vio obligado a continuar.
Él tiene que continuar la lucha y no se atreve a dejar el alma hasta que sea vencedor o vencido. Estando preso en su víctima ya no puede vagar ni dañar a la gente tal como le plazca.
Un demonio encarcelado deja salir su ira sobre la persona viva como un animal salvaje encerrado en una jaula, tratando de destruirla para poder escapar. Sin embargo, él no puede escapar. De hecho, el alma víctima sufre por esto, pero el demonio no se libera.
Es por el comportamiento paciente de la víctima que la locura delirante del demonio se hace poco a poco más impotente y cuando ellos sienten que su influencia se va desvaneciendo cada vez más, más furioso se ponen. Ellos mismos lo admiten: “Cuanto más débil nos hacemos, más salvajes nos convertimos.”
LOS APOYOS DE LOS DEMONIOS
Aparte de las personas que han ganado para su lado, los demonios utilizan también sociedades secretas como tropas de ataque. Con ayuda del mal sembrado por los demonios, el mal se extiende más y más como un fuego en la pradera. A pesar de esta ayuda, los demonios saben de antemano lo inútil que es esta batalla. También admiten su propia derrota y el fracaso final de las sociedades secretas en su presente batalla. Reconocen este punto de la siguiente manera: “Vamos a ser lanzados de regreso al infierno, pero no sabemos cuándo. La hora está establecida por vuestro amo, quien es también nuestro amo. Lucifer no es nuestro amo; él es nuestro líder”. Por Amo se refieren a Dios.
Dios ha ordenado que siempre haya demonios sobre la tierra para poner a prueba a la humanidad. Pero los principales líderes tendrán que volver al infierno y los que quedan se debilitarán. Ellos ya no serán capaces de seducir a los hombres. Los mismos demonios dijeron esto. También dijeron que una vez que sean derrotados, vendrá el tiempo en que serán humillados también los miembros de las sociedades secretas. “La Virgen va a destruir las sociedades secretas. Ella misma ya se ha puesto en contra de ellas. Ustedes se salvarán por la ‘Torre de Babel’”.
El exorcista supone que el demonio quiere decir por ‘Torre de Babel’ a toda voluntad perversa de intentar un ataque arrogante que acabará con la deshonra de estos en una confusión general, al igual que la gente mala del Antiguo Testamento que intentaron erigir la torre de Babel para entrar en el cielo. “‘Las almas crucificadas son las únicas’, dijo el demonio, ‘que van a hacer la guerra en contra de nosotros… Un alma fiel es más poderosa que el infierno, pero un alma crucificada es más poderosa que mil infiernos”. Así las almas víctimas traerán la paz de nuevo a la Iglesia cuando hayan terminado su sufrimiento.
EL PROCESO DE LA CAÍDA DE LOS DEMONIOS CON LA INTERVENCIÓN DE MARÍA
“Cuando el demonio confesó su futura caída lo presioné para que me diera más información ¿Así que en ese momento vamos a compartir la misericordia de Dios, en lugar de un castigo?” “Él respondió ‘¡Muy cierto! … ¡Y si no fuera por su poderoso brazo! (el de la santísima Virgen)’ ¿Es su brazo el que frena el brazo de Dios? ‘Sí, y es por ello que ella desea almas víctimas”
A partir de estas confesiones del demonio se puede concluir que la Santísima Virgen selecciona almas víctimas nobles que estén dispuestas a sufrir por el amor de Dios. La Santísima Virgen les permite dar batalla a los demonios que deambulan por la tierra reprimiendo a la Iglesia y arruinando a las almas.
De esta manera La Santísima Virgen ofrece un remedio a todos nuestros grandes males: Ella libera a la Iglesia y a las almas del poder de estos demonios, consuela y aplaca el Corazón de su Hijo Amado, ella ofrece redención para la justicia de Dios en lugar de los pecadores e implora la misericordia de Dios en su nombre. Por último, nos aleja de la justicia vengadora de Dios o al menos mitiga los castigos.
Ella no olvida a esas almas nobles a las que les ordena llevar a cabo su plan. Ellas son santificadas por la cruz que han aceptado por propia elección, y por medio de la Santísima Virgen, se les prepara una recompensa ante Dios al igual que la sumisión y la grandeza de su amor. Evidentemente, los objetivos previstos por la Santísima Virgen son de mayor importancia. Eso hace que sea comprensible el por qué Dios debería permitir a estas almas seleccionadas ser sometidas a la influencia y (a veces) a la posesión real de Satanás.
Los resultados prácticos finales son medidos en la escala de un omnipotente y todopoderoso Dios que justificará el calvario de estas terribles pruebas con el fin de lograr su objetivo final.
Es cierto que habrá almas inocentes encomendadas a la crueldad de los demonios. Sin embargo, ¿Dios no permitió que su Hijo unigénito quién era inocente y santo sufriera y muriera en la cruz con el fin de liberar al mundo de la potestad de Satanás y así lograr la salvación de las almas? No fueron sus enseñanzas y su oración sino su amarga pasión y muerte por las que Él nos redimió.
¿Y no fue con el consentimiento de la Virgen Santísima el sacrificio de su Divino Hijo mientras ella permanecía de pie junto a la Cruz? ¿Acaso ella no nos ofreció sus penas para aplastar a los poderes del infierno y lograr la salvación de las almas? Lo que hizo tan heroicamente por nosotros a través del sacrificio de su amado Hijo para que Ella lo sigue haciendo por nosotros hoy.
A pesar de la piedad de su corazón materno Ella sacrifica a sus hijos amorosos, las almas víctimas, al permitirles sufrir en beneficio de la Iglesia y por la salvación de las almas, en vista de la gloriosa victoria que Ella alcanza sobre los poderes del infierno.
“Este es el programa de la Santísima Virgen. Lo que he dicho acerca de esto es la real verdad. No es una teoría diseñada por mí, ni una enseñanza que voy a promover, sino se trata de una realidad que deseo dar a conocer y de una veracidad que creo definitivamente puedo probar. Las confesiones de los demonios lo demuestran; las revelaciones sobrenaturales dan testimonio de ello”.
“… Es a través de los generosos sufrimientos de las almas víctimas que la Santísima Virgen busca hacer redención por las ofensas cometidas contra el Sagrado Corazón de su Divino Hijo“.
“Por lo tanto, ella desea mitigar su ira, restaurando y conciliando la Divina Justicia para obtener la gracia y la misericordia para los pecadores. El plan de Él es dar batalla constante a los demonios.
Arrebatarle un gran número de almas que ya tienen con ellos, para luego lanzar a los inútiles demonios de vuelta al infierno. El trabajo de las almas víctimas es una obra de misericordia hacia los pecadores, así como una obra de restauración y conciliación por las culpas de los pecadores”.
Fuentes:
http://www.corazones.org/articulos/mother_adela/sufrimiento_vida_santo.htm
http://www.mysticsofthechurch.com/2010/09/mary-crushes-serpent-virgin-marys-role.html
http://www.catholicbible101.com/maryversusthedevil.htm
La Santísima Virgen ha seleccionado un pequeño ejército de almas nobles que están preparadas para soportar todo y ofrecerse libremente a Dios como un holocausto para la redención de las almas. Ella las ha seleccionado para luchar directamente contra los demonios y son quienes romperán el poder de las legiones de Lucifer en la tierra y lo despojarán de al menos, una parte de las víctimas con las que ya contaban como suyas.
Estas almas seleccionadas soportarán con valentía los ataques de los demonios. Ellas sufrirán posesiones con el fin de liberar del yugo del maligno las almas de nuestros semejantes. Ellas tomarán el lugar de los culpables para así poder liberarlos del poder del demonio que ya les oscureció la comprensión y que trata de endurecer su equivocada voluntad. Es una batalla mundial entre la ferocidad del demonio y el amor a las almas víctimas por la cruz.
Las almas víctimas soportarán sufrimientos corporales, así como ataques dirigidos en contra de los poderes sensibles del alma.
A cambio, ellas vencerán a través de sus ayudas espirituales, y su naturaleza, por decirlo de alguna forma, será aplastada por torturas demoníacas. Sus poderes espirituales aumentarán en la misma proporción a la cantidad de sufrimiento que soporten. Porque en cada sufrimiento amoroso recibirán un aumento de amor. El poder de los demonios disminuirá gradualmente, al menos externamente. Toda su energía se agotará en los ataques contra estas almas víctimas.
Si el alma víctima persevera en su sacrificio, su influencia aumentará después y la del demonio disminuirá poco a poco. De ahí deduciremos que el alma víctima triunfará y que el enemigo estará completamente aplastado. Esta batalla entre el alma víctima y el demonio es un verdadero duelo a muerte. Son como dos gladiadores obligados a luchar hasta que uno se convierta en víctima en el campo de batalla.
“CON USTEDES TODO ES AMOR, PERO CON NOSOTROS TODO ES ODIO”
El demonio está lleno de odio hacia todo lo bueno. A él le encanta el mal sólo por que odia el bien. “Un demonio me dijo que él seduce a los hombres hacia diferentes vicios no porque le agraden los vicios sino porque él desprecia las virtudes”. Cada vez que el demonio ve un alma virtuosa o bien intencionada que Dios podría usar para lograr algún fin que valga la pena, su odio se convierte en llamas y trata por todos los medios posibles de privar a esa alma de esa virtud y hacerla incapaz de hacer el bien. Él es incapaz de predecir cómo serán los resultados de sus ataques. “Él me dijo: ‘No sabemos a dónde vamos’”.
Él utiliza todas las oportunidades para hacer el mal y ciegamente persigue su odio contra el bien sin saber a dónde lo llevará su locura y su aflicción de espíritu maligno.
DIRIGIDO POR ORGULLO, ÉL SIEMPRE ESPERA EL ÉXITO Y LA VICTORIA
“Tengo demasiado orgullo” dijo, “para creer que voy a fracasar en mi intento”.
Por ello procede a ciegas hacia su propia humillación, la cual es pieza clave para provocar un resultado con grandes cosas buenas. “El demonio mismo me dijo que hay muchas cosas que no haría si pudiera saber con anterioridad cuál sería el resultado”. Todas estas declaraciones fueron verificadas en reales batallas entre demonios y sus víctimas.
El demonio está al tanto de que existen estas almas virtuosas que se ofrecen a sí mismas como víctimas y sabe que ellas son capaces de lograr grandes cosas buenas. Pero Impulsado por el odio, el las ataca sin saber cuáles serán las consecuencias, y no duda de su propio éxito. Él quiere conseguir su control con el fin de corromperlos y despojar a Dios de su honor. Dios le permite esto, pero una vez que los demonios han emprendido el combate libremente para combatir a estas almas, Dios obliga a sus emisarios continuar la batalla hasta el final.
EL DEMONIO, O BIEN PUEDE CONQUISTAR O PUEDE SER CONQUISTADO
“Él me dijo: ‘Parece como si Dios nos dijera: ‘¡Adelante’ y yo tengo que continuar”, y a pesar de su orgullo para emprender una batalla con una imposible victoria, él sabe y admite que el amor ganara. ‘Porque’, dice, ‘el amor es más fuerte que el odio”. La batalla de las almas víctimas en contra de los demonios provoca que estas almas sean santificadas.
El demonio dice que cierto número de almas están bajo el dominio de todos los demonios que rondan los alrededores de la Tierra. El propósito no es la propia posesión demoníaca en el sentido estricto, sino más bien el control del alma a través de sus pecados y de su disposición a atarse al mal. Él se refiere a estas almas como sus propios premios de usurpación porque de esta manera él les nubla el corazón poco a poco logrando así que su regreso al bien sea moralmente casi imposible.
SOBRE LAS ALMAS CUYAS VOLUNTADES HAN SIDO SOMETIDAS AL CONTROL DEL DEMONIO
“Cada vez que tengo la voluntad de un individuo, entonces yo me burlo de su Dios”. Sin embargo admite que la conversión de esta alma no es imposible. “Ellos pueden arrepentirse pero es muy difícil”. Afortunadamente, hay almas víctimas que están a la mano para poder arrebatarlas de las garras del demonio y que no sigan siendo torturadas.
De acuerdo con las confesiones de los demonios, cuando ellos pierden su poder en la batalla contra estas almas víctimas, no sólo pierden a la víctima sino también ellos mismos se hacen impotentes al perder el control de las almas a las que ya habían convertido en sus esclavas a través del pecado.
Después de liberar a estas almas por quienes las víctimas han sufrido y han tomado revancha por la Justicia Divina, ellas se pueden beneficiar nuevamente de la misericordia de Dios y se pueden convertir fácilmente por sí mismas. El diablo ya no tendrá ningún poder para impedir que lo hagan.
“Le pregunté a uno de los demonios conquistados, quien se vio forzado a liberar a varias almas que él guardaba en la esclavitud del pecado: ‘¿Están todas estas almas convertidas’ ‘A lo que él respondió:’ ‘De hecho algunas lo están; las otras podrían estarlo si así lo quisieran’. Los demonios inutilizados permanecen en sus víctimas como en una prisión, sin ser capaces de ir a otra parte o pueden ser externamente activos.
Ellos están a la espera de la derrota de toda su banda. Tan pronto como su líder haya perdido todo lo que él y sus asociados poseían en la tierra, tienen que volver al infierno llevándose a todos sus asistentes con él.
“Un demonio me dijo: ‘No podemos permanecer en la tierra si ya no tenemos control aquí’” “Otro demonio me dijo una vez después de que yo le había obligado a abandonar una monja a la que le había realizado un ritual de exorcismo: ‘Dame lo que poseo en la tierra y la dejo de una vez, pero si tengo que salir de ella tendré que renunciar a todo y volver al infierno. Por esta razón Dios nos permite defendernos hasta el final’“.
LOS DEMONIOS SE ENCARGAN QUE LOS PECADOS DEL HOMBRE SEAN LOS QUE LES DEN PODER SOBRE ELLOS
Dios permite que los demonios se queden con lo que han ganado si es a través de la propia voluntad equivocada del hombre, pues es sólo a través del libre albedrío que ellos pueden quitarle al hombre lo que ellos mismos le han permitido a través de su libre albedrio. Y es sólo a través del sufrimiento voluntario de éstas almas víctimas que los demonios pueden ser despojados de lo que el hombre les ha dado a través de sus pecados.
“Durante el exorcismo de un alma víctima le pregunté al demonio: ¿cuándo cesarían los sufrimientos de esta víctima? Él respondió que dependía enteramente de la misma alma de la víctima. Ella sólo tenía que desear la interrupción de su sufrimiento y dejar a los demonios en paz en lugar de luchar con ellos para robarles a sus almas cautivas. ‘Ella debe permanecer con su amado (Jesús)’ dijo el demonio de la víctima ‘y la dejaremos en paz… ¿Por qué ella se entromete con nuestra familia? Es porque ella no lo quiere de otra forma, esto la complace’”.
Esta confesión mostró que el alma víctima amaba sufrir y que es sólo a través del sufrimiento que esta alma podía entrar al reino del demonio y arrebatarle las almas que éste ya tenía ganadas.
LA VIRGEN MARÍA CONDUCE A LAS ALMAS SUFRIENTES
Según las confesiones constantes de los demonios es la Santísima Virgen quien conduce a estas almas sufrientes contra los demonios y las obliga a luchar por las almas hasta que ellos son dominados. La Santísima Virgen ata a una gran cantidad de estos demonios a una u otra víctima. Cuando una multitud de ellos se vuelve indefensa, otra multitud encontrará el mismo destino…
“‘Ninguna criatura humana débil, un alma víctima, nunca debe dominar el humillado orgullo de los demonios. Ella (La Santísima Virgen) misma debe venir a aplastarnos’ Gritó un demonio vencido y humillado, ‘ni piensen que dos débiles como tú y ella (el exorcista y la víctima) tienen que humillarme de tal manera…’”
Cuando el poder del demonio es consumido por su ira, él se convierte en un cobarde. La valentía es una virtud y el demonio no tiene tal virtud. De ahí que no es valiente, sino que es salvaje solo hasta que se le acabe la energía. Tan pronto como su fuerza lo abandona, se convierte en un ser débil. “‘¡Misericordia, misericordia! ¡Oh, cómo sufro, basta! ¡Suficiente! ¡No puedo soportarlo más! ¡Estoy perdido! ¡Estoy triste! ¡Ten piedad de mí y no me dejes sufrir tan terriblemente!’ Tales son los gritos del demonio, incluso el del más fuerte, tan pronto como él es dominado”.
LOS DEMONIOS EXPERIMENTAN OTRAS HUMILLACIONES QUE LES CAUSAN FURIA Y RABIA
Cuando torturan a sus víctimas y éstas se convierten en santos. Estas nobles almas hacen rápidos progresos en el camino hacia la perfección. “Con el fin de humillar al demonio le hice notar el progreso de las almas que él había atormentado: ‘Basta con mirar esa alma, qué hermosa que es. Tú la hiciste tan hermosa. Cuando veas en el juicio final su grandeza, puedes gloriarte de ese hecho y decir: ‘¡Este es mi trabajo!’” Este sarcasmo lo hizo volver loco. Pero él siguió la batalla mientras tenía fuerza.
Su orgullo no le permitía creer que iba a ser conquistado, ni que iba a fallar en arruinar esa alma
“Nunca me permito desanimarme”, me dijo, “mientras tenga poder, voy a seguir mis ataques. No retrocederé”. El demonio se avergüenza especialmente cuando alguna de sus víctimas anteriores (las que inicialmente estaban lejos de Dios) se convierten, se santifican, y finalmente luchan para quitarle más almas.
Es una tortura insoportable para el demonio ser encarcelado en el alma víctima y estar atado a ella.
“Un panorama que es virtuoso le causa un dolor intenso, porque muchas veces se le ha oído gritar: ‘¡Prefiero estar en el infierno que en esta sucia persona’ Una vez más, me dijo: ‘¿Tú crees que es un placer estar en esta maraña y ser testigo de todos esos actos de amor?’”
LOS DEMONIOS QUIEREN QUE LOS LIBEREN Y SE VUELVEN MÁS SALVAJES
“Los demonios suplican a menudo: ‘¡Quiero ser libre! ¡Déjame! ¡Tú tienes el poder para hacerlo! Este es realmente un fuego que brilla intensamente. Déjame marcharme’, entonces le pregunté: ¿Quién te ha confinado a esta persona respondió, ‘La Virgen’; pues bien, le dije, si la Virgen te ha encarcelado entonces es ella quien debe liberarte si así considera que es lo apropiado hacer”. “La unión forzada entre un demonio y otra víctima lo hizo gritar: ‘¡Si tan sólo ella me dejara ser libre’! ¡Este es un fuego que brilla intensamente! Preferiría estar en el infierno que en esta casa llena de suciedad’” Esta súplica del demonio al exorcista avala lo mismo, “¡Déjame! ¡Deja que ella (la víctima) me libere!”
Es una prueba de un hecho peculiar donde un demonio se convierte prisionero de la persona a quien él mismo antes había controlado. En un principio entró en el alma de la víctima como gobernante, como un tirano, con la esperanza de arruinarla, pero fue la paciencia heroica y el sincero amor de la víctima que hizo que su misión rompiera el poder del demonio. Después de perder la pelea él quería escapar de esta batalla humillante. Pero Dios le ordenó: “¡Quédate ahí!” Y él se vio obligado a continuar.
Él tiene que continuar la lucha y no se atreve a dejar el alma hasta que sea vencedor o vencido. Estando preso en su víctima ya no puede vagar ni dañar a la gente tal como le plazca.
Un demonio encarcelado deja salir su ira sobre la persona viva como un animal salvaje encerrado en una jaula, tratando de destruirla para poder escapar. Sin embargo, él no puede escapar. De hecho, el alma víctima sufre por esto, pero el demonio no se libera.
Es por el comportamiento paciente de la víctima que la locura delirante del demonio se hace poco a poco más impotente y cuando ellos sienten que su influencia se va desvaneciendo cada vez más, más furioso se ponen. Ellos mismos lo admiten: “Cuanto más débil nos hacemos, más salvajes nos convertimos.”
LOS APOYOS DE LOS DEMONIOS
Aparte de las personas que han ganado para su lado, los demonios utilizan también sociedades secretas como tropas de ataque. Con ayuda del mal sembrado por los demonios, el mal se extiende más y más como un fuego en la pradera. A pesar de esta ayuda, los demonios saben de antemano lo inútil que es esta batalla. También admiten su propia derrota y el fracaso final de las sociedades secretas en su presente batalla. Reconocen este punto de la siguiente manera: “Vamos a ser lanzados de regreso al infierno, pero no sabemos cuándo. La hora está establecida por vuestro amo, quien es también nuestro amo. Lucifer no es nuestro amo; él es nuestro líder”. Por Amo se refieren a Dios.
Dios ha ordenado que siempre haya demonios sobre la tierra para poner a prueba a la humanidad. Pero los principales líderes tendrán que volver al infierno y los que quedan se debilitarán. Ellos ya no serán capaces de seducir a los hombres. Los mismos demonios dijeron esto. También dijeron que una vez que sean derrotados, vendrá el tiempo en que serán humillados también los miembros de las sociedades secretas. “La Virgen va a destruir las sociedades secretas. Ella misma ya se ha puesto en contra de ellas. Ustedes se salvarán por la ‘Torre de Babel’”.
El exorcista supone que el demonio quiere decir por ‘Torre de Babel’ a toda voluntad perversa de intentar un ataque arrogante que acabará con la deshonra de estos en una confusión general, al igual que la gente mala del Antiguo Testamento que intentaron erigir la torre de Babel para entrar en el cielo. “‘Las almas crucificadas son las únicas’, dijo el demonio, ‘que van a hacer la guerra en contra de nosotros… Un alma fiel es más poderosa que el infierno, pero un alma crucificada es más poderosa que mil infiernos”. Así las almas víctimas traerán la paz de nuevo a la Iglesia cuando hayan terminado su sufrimiento.
EL PROCESO DE LA CAÍDA DE LOS DEMONIOS CON LA INTERVENCIÓN DE MARÍA
“Cuando el demonio confesó su futura caída lo presioné para que me diera más información ¿Así que en ese momento vamos a compartir la misericordia de Dios, en lugar de un castigo?” “Él respondió ‘¡Muy cierto! … ¡Y si no fuera por su poderoso brazo! (el de la santísima Virgen)’ ¿Es su brazo el que frena el brazo de Dios? ‘Sí, y es por ello que ella desea almas víctimas”
A partir de estas confesiones del demonio se puede concluir que la Santísima Virgen selecciona almas víctimas nobles que estén dispuestas a sufrir por el amor de Dios. La Santísima Virgen les permite dar batalla a los demonios que deambulan por la tierra reprimiendo a la Iglesia y arruinando a las almas.
De esta manera La Santísima Virgen ofrece un remedio a todos nuestros grandes males: Ella libera a la Iglesia y a las almas del poder de estos demonios, consuela y aplaca el Corazón de su Hijo Amado, ella ofrece redención para la justicia de Dios en lugar de los pecadores e implora la misericordia de Dios en su nombre. Por último, nos aleja de la justicia vengadora de Dios o al menos mitiga los castigos.
Ella no olvida a esas almas nobles a las que les ordena llevar a cabo su plan. Ellas son santificadas por la cruz que han aceptado por propia elección, y por medio de la Santísima Virgen, se les prepara una recompensa ante Dios al igual que la sumisión y la grandeza de su amor. Evidentemente, los objetivos previstos por la Santísima Virgen son de mayor importancia. Eso hace que sea comprensible el por qué Dios debería permitir a estas almas seleccionadas ser sometidas a la influencia y (a veces) a la posesión real de Satanás.
Los resultados prácticos finales son medidos en la escala de un omnipotente y todopoderoso Dios que justificará el calvario de estas terribles pruebas con el fin de lograr su objetivo final.
Es cierto que habrá almas inocentes encomendadas a la crueldad de los demonios. Sin embargo, ¿Dios no permitió que su Hijo unigénito quién era inocente y santo sufriera y muriera en la cruz con el fin de liberar al mundo de la potestad de Satanás y así lograr la salvación de las almas? No fueron sus enseñanzas y su oración sino su amarga pasión y muerte por las que Él nos redimió.
¿Y no fue con el consentimiento de la Virgen Santísima el sacrificio de su Divino Hijo mientras ella permanecía de pie junto a la Cruz? ¿Acaso ella no nos ofreció sus penas para aplastar a los poderes del infierno y lograr la salvación de las almas? Lo que hizo tan heroicamente por nosotros a través del sacrificio de su amado Hijo para que Ella lo sigue haciendo por nosotros hoy.
A pesar de la piedad de su corazón materno Ella sacrifica a sus hijos amorosos, las almas víctimas, al permitirles sufrir en beneficio de la Iglesia y por la salvación de las almas, en vista de la gloriosa victoria que Ella alcanza sobre los poderes del infierno.
“Este es el programa de la Santísima Virgen. Lo que he dicho acerca de esto es la real verdad. No es una teoría diseñada por mí, ni una enseñanza que voy a promover, sino se trata de una realidad que deseo dar a conocer y de una veracidad que creo definitivamente puedo probar. Las confesiones de los demonios lo demuestran; las revelaciones sobrenaturales dan testimonio de ello”.
“… Es a través de los generosos sufrimientos de las almas víctimas que la Santísima Virgen busca hacer redención por las ofensas cometidas contra el Sagrado Corazón de su Divino Hijo“.
“Por lo tanto, ella desea mitigar su ira, restaurando y conciliando la Divina Justicia para obtener la gracia y la misericordia para los pecadores. El plan de Él es dar batalla constante a los demonios.
Arrebatarle un gran número de almas que ya tienen con ellos, para luego lanzar a los inútiles demonios de vuelta al infierno. El trabajo de las almas víctimas es una obra de misericordia hacia los pecadores, así como una obra de restauración y conciliación por las culpas de los pecadores”.
Fuentes:
http://www.corazones.org/articulos/mother_adela/sufrimiento_vida_santo.htm
http://www.mysticsofthechurch.com/2010/09/mary-crushes-serpent-virgin-marys-role.html
http://www.catholicbible101.com/maryversusthedevil.htm
Publicado por Unción Católica y Profética
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