REDACCIÓN CENTRAL, 05 Ene. 17 / 06:35 pm (ACI).- En el marco
de la Fiesta de la Epifanía del Señor que se celebra el 6 de enero en Roma y
muchas diócesis del mundo, aquí una oración para rezar en familia, comunidad, grupo
o de manera personal.
Todos alrededor del pesebre o
nacimiento dicen: “En el Nombre del Padre y del Hijo Y del espíritu Santo.
Amén”.
Himno
Reyes que venís por ellas, no busquéis estrellas
ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Mirando sus luces bellas, no sigáis la vuestra ya, porque
donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Aquí parad, que aquí está quien luz a los cielos
da: Dios es el puerto más cierto, y si habéis hallado puerto no busquéis
estrellas ya.
No busquéis la estrella ahora: que su luz ha
oscurecido este Sol recién nacido en esta Virgen Aurora.
Ya no hallaréis luz en ellas, el Niño os alumbra
ya, porque donde el sol está no tienen luz las estrellas.
Aunque eclipsarse pretende, no reparéis en su
llanto, porque nunca llueve tanto como cuando el sol se enciende.
Aquellas lágrimas bellas la estrella oscurecen ya, porque
donde el sol está no tienen luz las estrellas. Amén.
Lectura Bíblica:
Mt. 2, 1-12
“Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos
magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?
Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo».
Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda
Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del
pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.
En Belén de Judea, –le respondieron–, porque así está escrito por el
Profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judá,
ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de
ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel"».
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con
precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén,
diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente
acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también
vaya a rendirle homenaje».
Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en
Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando
vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron
al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego,
abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. Y como
recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes,
volvieron a su tierra por otro camino".
Si se desea, en este momento tres
miembros de la familia colocan las imágenes de los reyes magos en el pesebre
junto al Niño Jesús.
Reflexión de San Juan Pablo II
“En esta fiesta de la Epifanía del Señor, el evangelio
de san Mateo habla de una misteriosa estrella, que guió a los Magos
primero hasta Jerusalén y después hasta Belén, donde adoraron al Niño Jesús
(cf. Mt 2, 2. 7. 9. 10).
La estrella que conduce a los Magos hacia Cristo
evoca la rica simbología de la luz, muy presente en la Navidad. Dios es luz, y el
Verbo hecho hombre es "luz del mundo" (Jn 8, 12), luz que guía
el camino de las gentes”.
Oración
Señor Jesús: que a imitación de los Magos de Oriente vayamos también
nosotros frecuentemente a adorarte en tu Casa que es el Templo y no vayamos
jamás con las manos vacías.
Que te llevemos el oro de nuestras ofrendas, el incienso de nuestra
oración fervorosa, y la mirra de los sacrificios que hacemos para permanecer
fieles a Ti, y que te encontremos siempre junto a tu Madre Santísima María, a
quien queremos honrar y venerar siempre como Madre Tuya y Madre nuestra. Amén.
Se pueden añadir también algunas
peticiones y para concluir se reza un Padrenuestro, un Avemaría y tres veces el
Gloria.
Todos concluyen diciendo: “En el
Nombre del Padre y del Hijo Y del espíritu Santo. Amén”.
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