"Entre
tanto, llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron fuera y
mandaron llamarle. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le
avisó:
– Tu madre, tus
hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.
Él les contestó:
– ¿Quiénes son mi
madre y mis hermanos?
Y mirando a los que
estaban sentados a su alrededor, añadió:
– Estos son mi
madre y mis hermanos. Todo el que hace la voluntad de Dios, ese es mi
hermano, mi hermana y mi madre."
La familia de Jesús la forman todas las personas de buena voluntad. A nosotros nos puede ocurrir como a los familiares de Jesús, creernos con poder sobre Él e intentar manipularlo, sacarlo de su camino. Porque nos consideramos sus elegidos (sacerdotes y religiosos), podemos creernos por encima de los demás y con el poder de decidir sobre Jesús. Él nos indica claramente, que su familia está formada por todos los que cumplen la voluntad de Dios, es decir, todos aquellos en los que el amor está por encima de todo. El día en que todos podamos considerarnos una gran familia, aquel día seremos verdaderos discípulos de Jesús, su familia.
La familia de Jesús la forman todas las personas de buena voluntad. A nosotros nos puede ocurrir como a los familiares de Jesús, creernos con poder sobre Él e intentar manipularlo, sacarlo de su camino. Porque nos consideramos sus elegidos (sacerdotes y religiosos), podemos creernos por encima de los demás y con el poder de decidir sobre Jesús. Él nos indica claramente, que su familia está formada por todos los que cumplen la voluntad de Dios, es decir, todos aquellos en los que el amor está por encima de todo. El día en que todos podamos considerarnos una gran familia, aquel día seremos verdaderos discípulos de Jesús, su familia.
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