VATICANO, 27 Ene. 17 / 06:18 am (ACI).- El Papa Francisco, durante
la homilía de la Misa
celebrada en la Casa Santa Marta el 27 de enero, animó a los cristianos a ser
valientes y a confiar en Dios, porque “Dios nos
libra de la pusilanimidad, ese pecado que nos paraliza, que nos quita la
esperanza, la valentía, la paciencia”.
Ese pecado, advirtió, “nos hace tener miedo
de todo" y "nos quita la memoria
del paso de Dios por nuestras vidas”.
El Santo Padre también recordó las palabras de la Carta de San Pablo a
los Hebreos: “hermanos, traed a la memoria los días
pasados”.
“La memoria de los días del entusiasmo, del andar
adelante en la fe, de los primeros pasos en la fe. No se entiende la vida cristiana sin memoria. No solo no se
entiende, sino que no se puede vivir cristianamente sin memoria. La memoria de
la salvación de Dios en mi vida, la memoria de los problemas de mi vida”, señaló el Papa.
“Nos preguntamos: ¿de qué forma el Señor me ha
salvado de estos problemas? La memoria es una gracia: la gracia de pedir”, explicó.
El Papa exhortó a pedir: “‘Señor, que no me
olvide de tu paso por mi vida, que no me olvide de los buenos momentos, tampoco
de los malos, de la gracia de la cruz’. El cristiano es un
hombre de memoria”.
Francisco destacó otro aspecto importante presente en la Carta a los
Hebreos: la esperanza.
“La esperanza, mirar al futuro. Así como no se
puede vivir una vida cristiana sin la memoria de los pasos dados, tampoco se
puede vivir una vida cristiana sin mirar al futuro con la esperanza del
encuentro con el Señor”.
El Santo Padre señaló que “la vida es un
suspiro, ¿verdad? Pasa. Cuando uno es joven piensa que tiene mucho tiempo por
delante, pero luego la vida nos enseña aquella expresión que decimos todos:
‘¡cómo pasa el tiempo! ¡Esta persona, que hace poco era un niño, y ahora se
casa! ¡Cómo pasa el tiempo!’”.
La Carta a los Hebreos, dijo, invita a vivir el presente “con valentía y
paciencia”, aunque sea “muchas veces doloroso y
triste”.
El Santo Padre explicó que “todos somos
pecadores, pero seguimos adelante con valentía y con paciencia. No nos quedamos
quietos, cerrados, porque eso no nos hará crecer”.
El Papa advirtió contra el riesgo de excedernos en la prudencia: “no arriesgarse, ser prudentes. Sí, es cierto, la
prudencia, pero también te puede paralizar, te puede hacer olvidar la gracia
recibida, te puede quitar la memoria, te puede quitar la esperanza porque no te
deja avanzar”.
También comparó a un cristiano con el alma restringida con una persona
que viste con ropas de mala calidad y que, cuando le sorprende un aguacero por
la calle, se contraen los tejidos: “eso es tener el
alma restringida, eso es la pusilanimidad. Se trata de un pecado contra la
memoria, la valentía, la paciencia y la esperanza”.
“El Señor nos hace crecer en la memoria, nos hace
crecer en la esperanza, nos da, cada día, coraje y paciencia, y nos libra de la
pusilanimidad, del tener miedo de todo. Cuidado con tener el alma restringida
para conservarla. No olvidemos las palabras de Jesús: ‘Quien quiera conservar
la propia vida, la perderá’”, dijo.
Lectura comentada por el Papa Francisco:
Hebreos 10:32-39
32 Traed a la memoria los días pasados, en que después de ser
iluminados, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate,
33 unas veces expuestos públicamente a ultrajes y tribulaciones; otras,
haciéndoos solidarios de los que así eran tratados.
34 Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os
dejasteis despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais
una riqueza mejor y más duradera.
35 No perdáis ahora vuestra confianza, que lleva consigo una gran
recompensa.
36 Necesitáis paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de
Dios y conseguir así lo prometido.
37 Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá
sin tardanza.
38 Mi justo vivirá por la fe; mas si es cobarde, mi alma no se
complacerá en él.
39 Pero nosotros no somos cobardes para perdición, sino creyentes para
salvación del alma.
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