lunes, 21 de marzo de 2016

CONSAGRACIÓN A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE JESUCRISTO


 
(Por favor rezar diariamente y meditando).

Consiente y Misericordioso Salvador, en mi insignificancia y Tu sublimidad, yo me postro ante Tus pies y Te agradezco por todas las pruebas de tu gracia mostradas a mí, tu desagradecida criatura. Yo te agradezco especialmente por salvarme mediante Tu Preciosa Sangre, del poder destructor de Satanás. En presencia de mi querida Madre María, mi ángel de la guarda, mi santo patrono y de toda la compañía del paraíso, me dedico voluntariamente, con un corazón sincero.

Oh, queridísimo Jesús, a tu Preciosa Sangre por medio de la cual redimiste al mundo del pecado, la muerte y el infierno.

Yo te prometo que con la ayuda de tu gracia y con mi más grande fortaleza, promulgaré y creceré en la devoción a Tu Preciosa Sangre, el precio de nuestra redención de manera que Tu Adorable Sangre sea honrada y glorificada por todos. De esta manera, yo deseo hacer reparación por mi deslealtad hacia Tu Preciosa Sangre de Amor, y recompensarte por las muchas profanaciones que los hombres cometen en contra del Precioso Precio de su salvación. Ojala que mis propios pecados, mi frialdad y todos los actos irrespetuosos que he cometido en contra de tu Santa y Preciosa Sangre puedan ser borrados.

Contempla oh, querido Jesús, te ofrezco el amor, honor y adoración, que tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y que todos los santos han ofrecido a tu Preciosa Sangre. Te pido que olvides mi falta de fe y frialdad del pasado y que perdones a todos los que te ofenden. Rocíame, oh Divino Salvador, y a todos los hombres con tu Preciosa Sangre, de manera que nosotros, oh amor crucificado, te amemos de ahora en adelante con todos nuestros corazones, y que merecedoramente honremos el precio de nuestra salvación. Amén.

Nosotros volamos a tu amparo.

Oh, Santa Madre de Dios, no rechaces nuestras oraciones en necesidad, mas protégenos de todo mal oh, Gloriosa y Santa Virgen Inmaculada María. Te amamos.


ORACIÓN DE OFRECIMIENTO DE VIDA

Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del mundo.


Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida. Amén.

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