El perdón es la base de toda sanidad en la mente, conciencia
y corazón. El perdón es la clave de la liberación espiritual. El perdón es una
barrera que debemos cruzar para ser totalmente libres en nuestro interior. Sin
perdón hay dolor, hay rencor, hay resentimiento y amargura. Comienza hoy tu
sanidad completa. Veamos a continuación las 4 clases de perdón que existen:
La
primer clase de perdón es: “Perdonarse a uno mismo”
Hay situaciones que producen una desilusión de nosotros
mismos. Hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, nos
denigran y avergüenzan. Esta clase de fallas requieren de un auto-perdón.
¡Perdónate! Nadie es perfecto, la misma esencia defectuosa propensa a fallar
existe en todos los seres humanos. Perdonarte a ti mismo es aceptar con
humildad tu condición real de ser humano. Reconoce que no eres perfecto y
comienza a mejorar.
La
segunda forma de perdonar es: “Perdonar a otros”
Las heridas duelen y a veces mucho. Pero alguien dijo: “La
mejor venganza es el perdón” porque la Falta de Perdón te Auto-Esclaviza. Te
lastimas a ti mismo cuando no perdonas, mientras el ofensor no se percata de
tus sentimientos. Tu Falta de perdón hacia otros te mantiene preso y atado a
esa persona. ¡Se Libre perdonando! Tú eliges entre permanecer preso o hallar la
libertad. Confiesa el perdón con tus labios, ¡¡Hazlo Y serás libre por
siempre!!
El
tercer perdón es: Perdonar a Dios
Si, así como lo oyes, perdonar a Dios. Esta es muchas veces
una actitud inconsciente. ¿Acaso Dios se equivoca? No, en absoluto. Pero
nosotros percibimos por nuestro orgullo e ignorancia que Dios nos ha fallado en
algunas ocasiones. Pensamos que ciertas tragedias e injusticias son una falla
de Dios. Pero no es así. Cambia tu actitud si estas enojado con Dios. Porque él
quiere lo mejor y jamás quiso nada malo para ti. No guardes rebeldías hacia
Dios eso te alejará más de tu felicidad.
El
cuarto tipo de perdón es: “El Perdón De Dios”
Fallamos muchas veces a Dios. El es el creador de todo y juez
del universo. Y Dios, a pesar de ser juez no se complace en juzgar, sino en
perdonar. Dios no tiene amor… ES AMOR. La misión de la venida de Cristo a la
tierra fue esta: Perdón. Dios nos quiso amar y envío la solución para nuestros
pecados. La solución es Jesús, el Hijo de Dios, quién murió en la cruz para
derramar su sangre y perdonarnos. No te culpes más si le fallaste a Dios,
porque si tienes un arrepentimiento genuino tienes asegurado el perdón de Dios.
El así lo prometió. Recibe en este día el amor y la gracia de Dios, porque Él
siempre está dispuesto a olvidar tus
fallas para siempre.
Por Esteban Correa
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