"¿Cómo es que vuestro maestro come con los
cobradores de impuestos y los pecadores? Jesús les oyó y dijo: Los que gozan de
buena salud no necesitan médico, sino los enfermos. Id y aprended qué
significan estas palabras de la Escritura: Misericordia quiero y no
sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores."
Jesús acaba de llamar a Mateo y come en su casa con
sus amigos, recaudadores de impuestos como él. Los fariseos, los que se creen
justos, se escandalizan. Nosotros sabemos que todos somos pecadores. No hay
nadie perfecto. Por eso todos estamos llamados a dejarnos amar por Jesús. Y
también estamos llamados a acoger a todos. Lo que Jesús quiere no son
sacrificios, sino que amemos a todos, que los aceptemos, que les ayudemos a
crecer. Jesús nos pide un corazón abierto como el suyo.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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