25 septiembre 2015
Ante la Asamblea General de la ONU, el Papa habló sobre la justicia, el
cambio climático, el narcotráfico, la corrupción y las armas nucleares
Por: Redacción lanacion.com.ar | Fuente: AP, EFE, ANSA y Reuters
Después de hablar en el Congreso ante la clase dirigente estadounidense, el papa Francisco subió hoy la apuesta al dirigirse a los líderes de la comunidad internacional desde la Asamblea General de las Naciones Unidas, en otro discurso provocador de la gira papal a Cuba y Estados Unidos.
Por: Redacción lanacion.com.ar | Fuente: AP, EFE, ANSA y Reuters
Después de hablar en el Congreso ante la clase dirigente estadounidense, el papa Francisco subió hoy la apuesta al dirigirse a los líderes de la comunidad internacional desde la Asamblea General de las Naciones Unidas, en otro discurso provocador de la gira papal a Cuba y Estados Unidos.
Poco antes de las 10 AM, el Papa comenzó su discurso en español, que se extendió por algo más de 40
minutos y en el que abordó temas que dividen y preocupan al mundo en la
actualidad, como las reglas de los organismos financieros internacionales, el
narcotráfico, el cambio climático y las armas nucleares.
Después de hablar sobre el avance tecnológico y de elogiar la labor de
las Naciones Unidas, el Papa pidió atender la "necesidad de una mayor
equidad" que "vale especialmente para los cuerpos con efectiva
capacidad ejecutiva, como es el caso del Consejo de Seguridad, los organismos
financieros y los grupos o mecanismos especialmente creados para afrontar las
crisis económicas". "Esto ayuda a limitar todo tipo de abuso o usura
sobre todo con los países en vías de desarrollo", mencionó.
"Los organismos financieros internacionales han de velar por el
desarrollo de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas
crediticios que lejos de promover el progreso someten a los poblaciones a
mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia", dijo en uno de sus
contundentes mensajes.
En ese mensaje, además, avaló los pedidos para acabar con el privilegio
del que gozan los cinco miembros permanentes de su Consejo de Seguridad (China,
Estados Unidos, Rusia, Francia y el Reino Unido).
El Papa también dio fuertes definiciones sobre el concepto de poder.
"La justicia es un requisito indispensable para obtener el ideal de la
fraternidad universal. La limitación del poder es una idea implícita en el
concepto de Derecho, dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de
justicia", explicó, ante un auditorio atento, que lo interrumpía con sus
aplausos.
"Dar a cada uno lo suyo significa que
ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a
pasar por encima de la dignidad y los derechos de otras personas
singulares", completó.
El papa criticó lo que denominó "falsos
derechos", contrarios a la ideal limitación del poder que resultaría de la
"distribución fáctica del poder (...) entre una pluralidad de
sujetos".
EL
MEDIO AMBIENTE Y LOS EXCLUIDOS
El pontífice de 78 años también dedicó un
fragmento de su discurso a su causa a favor del medio ambiente, un interés que
dejó plasmado en su encíclica Laudato si.
En ese sentido, afirmó que "para todas las
creencias religiosas el ambiente es un bien fundamental" y señaló que
"el abuso y destrucción del ambiente van acompañados por un imparable
proceso de exclusión" económica y social.
"Un afán egoísta de poder y de bienestar
material lleva tanto a abusar de los recursos como de excluir a los
débiles", reforzó Francisco.
Alertó contra las consecuencias del abuso de los
recursos materiales disponibles, como la exclusión de "los débiles y con
menos habilidades" y aseguró: "La exclusión económica y social es una
negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos
humanos y al ambiente".
A juicio del pontífice, los pobres sufren por la
exclusión por un triple motivo: "Son descartados por la sociedad, son obligados
a vivir de descarte y deben injustamente sufrir las consecuencias de los abusos
del ambiente".
Por eso, el Papa instó a los gobiernos del mundo
a garantizar a su sociedad "el acceso efectivo, práctico e inmediato (...)
a una vivienda propia, un trabajo digno y una alimentación adecuada y agua
potable, libertad religiosa, y libertad de espiritual y educación".
El Papa confió en que la próxima Conferencia de
París sobre Cambio Climático "logre acuerdos fundamentales y
eficaces", pero también reclamó "pasos concretos y medidas
inmediatas, para preservar y mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes
el fenómeno de la exclusión social y económica".
"La crisis ecológica junto con la
destrucción de buena parte de la biodiversidad puede poner en peligro la
existencia misma de la especie humana. Las nefastas consecuencias de un
irresponsable desgobierno de la economía mundial, guiado solo por la ambición
del lucro y el poder debe ser un llamado a una severa reflexión sobre el
hombre", expresó.
Además, el Papa advirtió que "la guerra es
la negación de todos los derechos y una dramática agresión al ambiente".
"Si se quiere un verdadero desarrollo humano integral se debe continuar
incansablemente en evitar la guerra entre las naciones y los pueblos",
dijo.
"TOTAL
PROHIBICIÓN" DE LAS ARMAS NUCLEARES
Francisco pidió también la "total
prohibición" del armamento nuclear y dijo que la "amenaza de
destrucción mutua" constituye un "fraude a toda la construcción de
Naciones Unidas".
La existencia de una ética y un derecho basados
en esa amenaza harían en la práctica que la ONU pasara a ser las "naciones
unidas por el miedo y la desconfianza".
"Hay que empeñarse por un mundo sin armas
nucleares, aplicando plenamente el acuerdo de no proliferación, hacia la
prohibición de estos instrumentos", dijo el Papa, y luego elogió el
acuerdo nuclear de las potencias con Irán.
"Es una prueba de las posibilidades de la
buena voluntad política y del derecho ejercido con paciencia", dijo.
"Hago votos para que el acuerdo sea eficaz y dé los frutos deseados para
todas las partes implicadas", añadió.
NARCOTRÁFICO
Y CORRUPCIÓN
"Quisiera hacer mención a otro tipo de
conflictividad no siempre tan explicitada pero que silenciosamente viene
cobrando la muerte de millones de personas. Otra clase de guerra viven muchas
de nuestras sociedades con el fenómeno del narcotráfico. Una guerra 'asumida' y
pobremente combatida", señaló Francisco, al denunciar que la lucha contra
el narcotráfico es "una guerra asumida y pobremente combatida".
"El narcotráfico va a acompañado de la
trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la
explotación infantil y de otras formas de corrupción", dijo. La
corrupción, agregó, "ha penetrado los distintos niveles de la vida social,
política, militar, artística y religiosa, generando, en muchos casos, una
estructura paralela que pone en riesgo la credibilidad de nuestras
instituciones".
Más tarde, Francisco citó palabras del papa
Pablo VI e incluso al Martín Fierro antes de destacar que la organización de
Naciones Unidas podrá servir al futuro "si los representantes de los
estados dejan intereses sectoriales e ideologías, y buscan el bien común".
Luego, bendijo a todos los presentes y cerró su discurso de más de 40 minutos,
ante una extendida ovación.
Su
llegada
El Papa llegó alrededor de las 8.20 (9.20 en la
Argentina) a la sede principal de la ONU en el Fiat 500 y fue recibido por el
secretario general del organismo, Ban Ki-moon, y su esposa, Yoo Soon-taek. Dos
chicos -Emile y Maxime Antoine Laberge, de siete y seis años, hijos de un
miembro de la misión de paz de la ONU en Haití muerto durante el terremoto del
2010- también le dieron la bienvenida con un ramo de flores.
Después de una breve introducción de Ban
Ki-moon, en las que pronunció unas palabras en español, el papa Francisco se
dirigió al secretario general y a unos 400 empleados del organismo multinacional. "Les
pido que les lleven mis saludos a familiares y colegas que no pueden estar con
nos hoy por la lotería", dijo, en tono de humor, por el sorteo a través
del cual se eligieron a los miembros del staff que pudieron escuchar al
pontífice.
"A ustedes les preocupa el futuro del
planeta y qué tipo de planeta vamos a dejar a las generaciones futuras. Pero
hoy y todos los días yo les pediría a cada uno que cuiden al otro, que sean
cercanos del otro, que esperen al otro", les dijo antes de bendecirlos.
"Rezaré por ustedes y por sus familias, y les pido a cada uno de ustedes
que se acuerden de rezar por mí. Si alguno de ustedes no es creyente, les pido
que me deseen algo bueno. Que Dios los bendiga", concluyó.
La
bandera del Vaticano en la ONU
Aunque su visita es la quinta de un papa a
Naciones Unidas, la bandera blanca y dorada del Vaticano se izó por primera vez
justo antes de su llegada. La Asamblea General aceptó hace poco permitir que
los dos estados observadores de la ONU, el Vaticano y Palestina, alcen sus
banderas junto a las de los 193 estados miembros.
Agentes de seguridad de la ONU izaron la bandera
de bandas amarillas y blancas y una corona triple coronada por una cruz en un
nuevo mástil instalado ligeramente separado de los emblemas nacionales de los
193 estados miembros de la ONU.
Se trata de la quinta visita de un papa a la
sede de Naciones Unidas, luego de las de Pablo VI en 1965, Juan Pablo II en
1979 y 1995 y Benedicto XVI en 2008.
Un día
movido
En su segundo y último día en Nueva York, el
papa se dirigió a las 11.30 AM al monumento por los atentados del 11 de
septiembre de 2001, donde dos estanques marcan la ubicación de las torres
gemelas del World Trade Center antes de que fueran derribadas en los atentados.
Papa Francisco se reunió con los familiares de algunas de las casi 3000
víctimas, antes de entrar en el Museo Nacional 11 de Septiembre para un servicio interconfesional.
Los planes de Francisco para la tarde reflejan
su interés por interactuar con el público, a menor o mayor escala.
Primero hará una visita a la escuela Our Lady
Queen of Angels, situada en una zona de viviendas subvencionadas en el barrio
de East Harlem, de mayoría hispana.
Francisco, conocido por ofrecer servicios
religiosos en las villas humildes de Buenos Aires, se reunirá con estudiantes y
ofrecerá una bendición especial a refugiados y migrantes, incluidas personas
que se encuentran en el país sin permiso de residencia.
Después saludará a hasta 80.000 personas durante
su recorrido por Central Park hacia una misa para 18.000 personas en el Madison
Square Garden.
Francisco cierra su visita a Estados Unidos este
fin de semana en Filadelfia, donde hablará ante el Independence Hall y
celebrará una misa en el Benjamin Franklin Parkway para clausurar un gran encuentro de las familias católicas.
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