La oración que transforma matrimonios:
Estimada Santísima Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, gracias por el profundo don del sacramento del matrimonio.
Gracias por el magnífico regalo que es mi esposo(a), a quién Tú, perfecta
providencia, planeó para mí desde toda la eternidad. Permite que siempre lo
(la) trate como realeza, con todo el honor, respeto y dignidad que merece.
Ayúdame, Señor mío, a ser desinteresado en
mi matrimonio, para darlo todo por mi esposo(a), sin ocultar nada, sin esperar
nada a cambio, reconociendo y agradeciendo todo lo que él (ella) hace por mí y
nuestra familia todos los días, ¡Es mucho!
Por favor, fortalece y protege nuestro
matrimonio, así como todos los demás. Ayúdanos a orar juntos todos los días.
Permítenos confiar en Ti todos los días, de la forma que mereces. Por favor haz
que nuestro matrimonio sea fructífero y abierto a Tu voluntad en el privilegio
de la procreación y el cuidado de la vida. Ayúdanos a construir una familia
fuerte, segura, amorosa, llena de fe, una Iglesia doméstica.
Estimada Santísima Virgen María, confiamos
a ti nuestro matrimonio, ampara a nuestra familia siempre bajo tu manto.
Tenemos plena confianza en Ti Señor Jesús, porque siempre estás con nosotros, y
buscas constantemente lo mejor para nosotros, trayendo todo lo bueno, incluso
las cruces que has permitido en nuestras vidas.
Querido (nombre del cónyuge): Tú y yo
somos uno. Te prometo que siempre te amaré y seré fiel a ti, nunca te
abandonaré, daría mi vida por ti. Con Dios y contigo en mi vida lo tengo todo.
Gracias Jesús, Tú eres el gran servidor. Te amamos.
El mundo en sí mismo, necesita los
testimonios de matrimonios fuertes y hermosos, está desesperado por esa luz.
Debemos crear una cultura que estime el matrimonio y la familia, estas palabras
deben ser dichas con reverencia: El matrimonio y la familia, son sacramentos
sagrados del Amor inestimable de Dios para el mundo.
"Así pues lo que Dios ha unido, que
no lo separe en hombre". (Marcos 10,9-10)
Nunca permita que ninguna persona o alguna
otra cosa inferior a ustedes, los separe a usted y a su cónyuge. Dios es uno
contigo, Dios es amor, el matrimonio es amor, y el amor perdura sobre lo que
sea que venga, no llegará a su fin. [Leer 1 Corintios 13,7-8]
Seamos agradecidos con Dios por el don de
nuestra pareja, estamos llamados a ser uno con ellos en el tiempo y la
eternidad.
El Señor les bendiga y los haga un
matrimonio santo en el amor.
Artículo publicado en Pildorasdefe.net
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