jueves, 17 de julio de 2014

TESTIMONIO - EL TAXISTA PECADOR


Un buen día tomé un taxi para dirigirme a una sanación y esto fue lo que sucedió.

Como tengo pinta de cura e inspiro confianza, el taxista me contó cosas que le habían sucedido (nada de confesión, sólo conversación). Me contó las cosas que le suceden como taxista. Una de ellas fue, que había subido a su taxi una joven muy hermosa que se le empezó a insinuar. Tanto se le insinuó que era fácil saber que ella quería tener relaciones con él.

Me cuenta el taxista que iba a caer, cuando se acordó del “SIDA”… y que no tenía preservativo... entonces se dijo a sí mismo:
· “¿Qué pasa si la joven está con SIDA? Me podría contagiar y yo contagiaría a mi esposa, etc.”

Reflexión: Algunos dirán: ¡Qué hombre tan precavido! Pero yo les hago esta pregunta: ¿Pecó o no pecó el taxista?... Por supuesto que pecó, tan igual como si hubiese estado con la joven, porque su abstinencia estuvo supeditada al SIDA. Si no fuera por eso y por la falta de preservativo lo hubiese hecho, sin importarle su mujer, que era pecado, etc.

Si él hubiese pensado en que era "pecado" hacerlo, y por eso no lo hizo… no pasaba nada. Eso era lo correcto.


José Miguel Pajares Clausen

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