En las películas, se nos despliega una larga variedad de triunfadores, de conquistadores, de héroes que se sobreponen a las dificultades y acaban venciendo. Si algo he aprendido con la vida es que todo triunfo es muy limitado en este mundo. Al gran estadista le espera una vejez en la que nadie se acordará de él. Al gran artista que logró la fama le seguirá una etapa de crecientes achaques, seguida de una etapa de verdaderas enfermedades.
Todo triunfo es esta vida es mucho más limitado de lo que creemos.
Cada vez
siento más simpatía por las personas que tuvieron grandes ilusiones en la
juventud, pero a las que la vida les defraudó. Por las personas que buscan triunfar en la vida siento una cierta
compasión muy comprensiva. No existe el triunfo de la vida, es un mito.
Podemos
aspirar a una serie de modestas victorias, acompañadas de no pocas derrotas, y
todo ello encaminándonos hacia la vejez. El cristianismo, con su fe, es lo
único que puede iluminar la vida.
P. FORTEA
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