A primera vista, parecen hechos aislados. Sin embargo, en los últimos tiempos observamos un goteo de noticias sobre hallazgos de restos de animales en espacios abiertos –fundamentalmente bosques y playas– que responden a rituales cruentos de santería, un culto afroamericano cuya práctica crece en España. Con frecuencia, implican a menores de edad.
OPERACIÓN POLICIAL
EN TOLEDO
Efectivos de la patrulla de la
Guardia Civil del Seprona de Illescas (Toledo) junto con agentes del Puesto
Principal de la Guardia Civil de Illescas y de la Policía Local de Yuncos, en
el marco de la operación ‘Orisha’ han investigado a un hombre de 43
años de edad como presunto autor de un delito de maltrato animal, según informaba
ayer, 18 de octubre, La Voz del Tajo.
El investigado llevaba
realizando durante al menos 7 años rituales relacionados con la santería en su domicilio
sito en la localidad de Yuncos, degollando y decapitando cabras
y gallos en los actos que
practicaba, alegando ser un líder
religioso de la religión yoruba.
Durante los meses pasados, se tuvo conocimiento por parte de Guardia
Civil de que en un domicilio de una localidad de la comarca de la Sagra podrían
estar ocurriendo hechos que atentasen contra la
vida de animales de manera especialmente cruel, relacionando los
hechos con rituales de santería, lo que volcó a los agentes especialistas en la
protección de la naturaleza en el asunto.
MALTRATO ANIMAL CON
PRESENCIA DE NIÑOS
Tras ello, efectivos de la
Guardia Civil de la Patrulla del Seprona de Illescas iniciaron las oportunas
investigaciones en el marco de la Operación ‘Orisha’,
las cuales se han prolongado durante varios meses, dando como resultado que el
pasado 2 de octubre se haya podido investigar a un varón como presunto autor de
un delito de maltrato animal.
Según la información
publicada, el hombre investigado realizaría rituales que
conllevaban el maltrato, la agonía y finalmente la muerte de animales en
su domicilio ante diverso público, en los que decapitaba
animales, y a los que, incluso asistían niños.
Conforme al Código Penal esta
persona, como presunto autor de un delito de maltrato animal al provocar la
muerte de los animales, se enfrenta a una pena de 6 a
17 meses de prisión e
inhabilitación especial de dos a cuatro años en el ejercicio de profesión, oficio
o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.
SE DISPARAN ESTOS
DELITOS EN CANARIAS
Según publica estos días
el Diario de Avisos, en Canarias
hay una especial preocupación en la cercanía del 31 de octubre (con la celebración
de ‘Halloween’). Leemos que se repiten los sacrificios ilegales de animales en plena ciudad y su
estafa, con la particularidad de que ya no sólo se
abandonan los cuerpos en los alrededores de los cementerios.
Si bien el pasado 15 de
octubre fue el cementerio situado en el barrio de La Minilla (Las Palmas de
Gran Canaria) el lugar de dichas prácticas, el día 16 los vecinos del barrio de
al lado, el de Escaleritas, han comprobado que conviven con un demente estafador que abandona gallinas sacrificadas por
los jardines y parterres del barrio.
PREOCUPACIÓN ANTE
LOS SACRIFICIOS DEL 31 DE OCTUBRE
Así se lo han hecho saber los
ciudadanos a la Plataforma Leales.org, que, por tal motivo, tanto en la
quincena previa al día de San Juan como en la cercanía de Todos los Santos (fechas
especialmente significativas para la magia y el ocultismo), tiene
implementado un algoritmo que oculta el contacto de los
gatos en adopción.
Según informa la asociación
animalista y leemos en el periódico, esta peculiaridad se realiza para evitar el sacrificio de gatos por santeros estafadores y de ignorantes
sin escrúpulos que los contratan y se dejan estafar pagando promesas intangibles que
perjudican a los inocentes animales.
Como siempre se recuerda,
el contratar los servicios de estafadores sin
escrúpulos que maltratan a los animales es delito penal castigado con cárcel, al igual que comete delito
quien los usa en rituales de sacrificio ilegales. Además de delito es una infracción municipal por
abandono de animales muertos en la vía pública.
OBJETIVO: LA SUMISIÓN
TOTAL A LOS “SANTOS”
En un reciente artículo sobre este tema publicado en el portal Aleteia, José Luis Vázquez Borau, miembro de la
Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y autor del libro Cultos afroamericanos y cristianismo, recuerda que la santería es “una religión afro-caribeña que combina aspectos
animistas y panteístas con la adoración de los antepasados y el catolicismo
cubano”.
El objetivo de la persona que
se inicia en la santería “es adorar a los
santos (orichas), observar sus fiestas, obedecer sus órdenes y llevar a cabo
sus ritos. A cambio de una
sumisión total, se le promete poderes sobrenaturales y protección de lo malo”.
En este culto
sincretista, “el sacrificio es fundamental”, ya que los orichas “piden y agradecen este alimento. Para garantizar su
eficacia hay que ceñirse a la tradición y la técnica del sacrificio. La sangre de los animales no debe faltar en
las ceremonias más importantes y cada divinidad tiene sus sacrificios favoritos que
sirven de alimento para el oricha, pues no es un ser todopoderoso”.
UNA REALIDAD DE
MIEDO Y MANIPULACIÓN
Por su parte, Luis Santamaría, también integrante de la RIES, publica con
frecuencia en su perfil de Twitter alertas relacionadas con los cultos
afroamericanos y los sacrificios rituales de animales. Al comentar la
información de Canarias, recuerda que en la
santería “también
hay maltrato humano: manipulación, miedo… esclavitud psicológica y espiritual”.
Por eso, como señala al divulgar la
operación policial llevada a cabo en la provincia de Toledo y agradecer el
trabajo de la Guardia Civil, llama a las autoridades a prestar “atención a las familias y
personas víctimas de este culto tenebroso”.
Secretaría RIES
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