Seguir a Cristo es una aventura tan maravillosa para el ser humano.
Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
Señor, al saber que
me estás esperando me he sentido indigna de ese amor, de ese beneficio... Yo te amo, Señor, pero a veces siento que soy
avara de ese amor... que no pienso, que no reparo que si he conocido lo que es
amarte…. que sea posible que no lo grite a los "cuatro
vientos" y no solo que no lo grite sino que guarde silencio a
veces por "respeto humano", porque
no se sonrían burlonamente, por no entran en discusión... porque no me tachen de "mocha" ...¡qué gran cobardía! ¡perdón,
mi amado Jesús !.
El Papa FRANCISCO
nos lo pide. La Iglesia nos lo pide y Tu mi Jesús Sacramentado, nos lo pediste
desde hace muchos siglos...pero no nos animamos a dar la respuesta con
decisión, con una postura radical y valiente. La respuesta tiene que ser
ahora y desde este momento.
TENEMOS
UN SERIO Y GRAVE COMPROMISO COMO HIJOS DE DIOS, DE SER VERDADEROS APÓSTOLES.
Este compromiso me enfrenta primero, con los más
cercanos, con los seres que me rodean, con las personas que forman mi familia y
mi entorno.
En todo momento, tu nos pides,
Señor, que estemos "en pie de lucha", que
quiere decir que no deje pasar la ocasión para acercarme a quién pudiera sentir
o pensar que me necesita.
Solemos decir: - "No, yo no me meto...yo no digo nada, cada quién su
vida"... Es cierto que a veces no es fácil abordar o penetrar en la forma
de vivir de las personas, pero si están muy cerca de nosotros,
tal vez no sea tan difícil buscar la ocasión para poder brindarle a esa
persona, nuestro apoyo y consuelo, hablándole de Dios, del amor que nos tiene, de que trate de encontrar o
recuperar esa fe que no se sabe en qué momento se perdió.... y orar, orar mucho
por esa persona, ante ti, ante este misterio de amor que nos brindas
diariamente.
Tu nos oyes siempre y la oración puede no
cambiar las cosas... pero si cambia los corazones y la forma de ver las cosas.
Ya no podemos decir: - "Eso hay que dejárselo a los sacerdotes". Los
sacerdotes son pocos y la mies es mucha.
NO LO
OLVIDEMOS....HA LLEGADO NUESTRO MOMENTO.
Si estamos convencidos de que tenemos la VERDAD en nuestra religión católica, es
indispensable que esa VERDAD la trasmitamos
con el mismo ardor no, con muchísimo más ardor que invitamos y casi empujamos a
los amigos animándolos para que vayan a ver una obra de teatro o película, que
nos pareció excelente o que no se pierdan un paseo o lugar sensacional porque
los queremos y deseamos que disfruten tanto como nosotros lo disfrutamos...
SEGUIR
A CRISTO ES UNA AVENTURA TAN MARAVILLOSA PARA EL SER HUMANO QUE EN ELLO HEMOS
DE PONER TODA LA FUERZA DE NUESTRA EXISTENCIA.
Seguir a Cristo es participar de la verdad
sublime de sabernos hijos de Dios y herederos del Cielo.... pero no para
nosotros solos....
No tengo que tener miedo o reparo de hablar, de
escribir, de mostrar que amo y sigo a Dios, de ti, Jesús, de la Santísima
Virgen a los demás....hay tanta ansia en el corazón de los hombres y mujeres de
encontrar un camino....y nosotros les podemos hablar de ti, del único
Camino, del que dijo:- " Yo soy la Luz, Yo soy
el Camino, la Verdad y la Vida, quién cree en mí no morirá". ¡Qué
triste no compartir, no participar a los demás de esa grandeza de amor que
ciega la vista por ser más luminosa que el mismo sol...! Hemos de ser
valientes con nuestra fe y proclamarla.
Hablemos con los que nos
rodean, de esta " gran experiencia" que aún en medio de los
sufrimientos o infortunios, nos traerá la paz en nuestro diario caminar por la
vida.
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