UN PSICÓLOGO, EN UNA SESIÓN GRUPAL, LEVANTÓ UN VASO DE AGUA.
Todo el
mundo esperaba la típica pregunta: “¿Está medio
lleno o medio vacío?”
Sin
embargo, preguntó: – ¿Cuánto pesa este vaso?
Las
respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
El
psicólogo respondió: «El peso absoluto no es
importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no
es problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un
día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, es
siempre el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil
de soportar se vuelve.»
Y
continuó: «Las preocupaciones, los pensamientos
negativos, los rencores, el resentimiento, son como el vaso de agua. Si piensas
en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas en ellos todo el día, empiezan a
doler. Y si piensas en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado, e
incapaz de hacer nada.» ¡Acuérdate de soltar el
vaso!
R̲e̲f̲l̲e̲x̲i̲ó̲n̲:
Dios te ama y Él te cuidara y protegerá,
convéncete, ten fe en Dios, no permitas que nada ni nadie te quita la
felicidad.
Recuerda
que... “𝑸𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕á 𝒄𝒐𝒏𝒗𝒆𝒏𝒄𝒊𝒅𝒐 𝒚𝒂 𝒆𝒔𝒕á 𝒗𝒆𝒏𝒄𝒊𝒅𝒐”
𝐸𝒹𝓊𝒶𝓇𝒹𝑜 𝐵𝑜𝓃𝒾𝓃 𝒜𝑔𝓊𝒾𝓁ó
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