Una breve reseña de algunos papás que alcanzaron la santidad.
Por: María Ximena Rondón | Fuente: Aci Prensa
Dentro de la Iglesia Católica hubo hombres que
en diferentes épocas dieron testimonio de una verdadera y santa paternidad. A
pocos días de celebrarse el Día del Padre,
presentamos una breve reseña de algunos papás que alcanzaron la santidad.
1.-
SAN JOSÉ
Dios le encomendó a San José una gran
responsabilidad y privilegio: ser el padre adoptivo de Jesucristo y casto
esposo de la Virgen María.
San José era carpintero y descendiente del rey
David. Cuando fue a Belén con María para registrarse en el censo, ella dio a
luz a Jesús en un establo y luego tuvieron que huir a Egipto para evitar que el
Niño fuera asesinado por orden del rey Herodes.
San José educó a Cristo y le enseñó el oficio de
carpintero. Se le conoce como el “Patrono de la
Buena Muerte” porque, según la tradición, murió acompañado y consolado
por Jesús y María.
En un discurso, el Papa Francisco destacó que
San José supo descansar en Dios en la oración, levantarse con Jesús y María y
ser una voz profética en medio del mundo.
2.-
SAN LUIS MARTIN
San Luis Martin fue esposo de Santa Celia
Guérin y padre de cinco hijas. Entre ellas se destacan Santa Teresa de Lisieux,
Doctora de la Iglesia; y Leonia, cuya causa de beatificación se abrió en 2015.
Cuando era joven, Luis quiso ser religioso de la
Congregación Hospitalaria del Gran San Bernardo, pero no fue admitido porque no
sabía latín. Aprendió el oficio de relojero y se estableció en Alençon
(Francia), donde conoció a su futura esposa.
Luis y Celia se casaron el 13 de julio de 1858 y
tuvieron nueve hijos, de los cuales sobrevivieron cinco mujeres. El matrimonio
tenía una intensa vida espiritual y formó a las niñas para que fueran buenas
católicas y ciudadanas respetables.
Celia murió de cáncer en 1877. Luis se hizo
cargo de sus hijas y se mudaron a Lisieux. Con el pasar de los años todas
abrazaron la vida religiosa. El santo padecía una enfermedad que lo fue
mermando hasta que perdió sus facultades mentales. Murió en 1894.
En octubre de 2015, Luis y su esposa Celia
fueron el primer matrimonio en ser canonizado. Su fiesta se celebra el 12 de
julio, día de su aniversario de bodas.
3.-
SANTO TOMÁS MORO
Santo Tomás Moro nació en Londres en 1477 y
en 1505 se casó con Jane Colt, con quien tuvo un hijo y tres hijas. Sin
embargo, su esposa murió joven y él volvió a contraer nupcias con Alice
Middleton.
San Juan Pablo II dijo que Santo Tomás
Moro fue “un marido y un padre cariñoso y
fiel, profundamente comprometido en la educación religiosa, moral e intelectual
de sus hijos. Su casa acogía yernos, nueras y nietos”.
Su excelente carrera como abogado lo llevó al
parlamento inglés y años más tarde llegó a ocupar puestos importantes del
gobierno, luego de que su libro “Utopía” llamara
la atención del rey Enrique VIII.
Fue encarcelado por oponerse a los deseos del
monarca de repudiar a su esposa para casarse con otra mujer y separarse de la
Iglesia Católica para formar la Iglesia Anglicana.
Su hija Margarita lo visitaba en la prisión con
frecuencia y rezaban juntos. Por mantenerse firme en sus convicciones fue
declarado traidor y decapitado el 6 de julio de 1535.
4.-
SAN ISIDRO LABRADOR
Desde pequeño, San Isidro trabajó
labrando, cultivando y cosechando campos en España.
Se casó con una campesina que también llegó a
ser santa: María de la Cabeza. Tuvieron un
hijo que, según la tradición, cayó a un pozo con una canasta. Rezaron con
fervor y entonces las aguas empezaron a subir hasta que apareció el pequeño
ileso.
Los domingos por la tarde solía pasear con su
familia por los campos. Después de haber criado a su hijo, San Isidro y Santa
María de la Cabeza decidieron separarse para tener una vida entregada
totalmente a Dios. Él se quedó en Madrid y ella partió a una ermita.
San Isidro pasó el resto de su vida labrando los
campos y rezando. Murió el 30 de noviembre de 1172.
5.-
SAN LUIS DE FRANCIA
Luis IX nació en 1214 y fue coronado
rey de los franceses a los doce años, bajo la regencia de su madre quien le
solía decir: “Hijo, prefiero verte muerto que en
desgracia de Dios por el pecado mortal”.
En 1234 es declarado mayor de edad y asume sus
funciones de monarca. Se casó con la virtuosa Margarita de Provenza, quien le
ayudaría a alcanzar la santidad. Tuvieron 11 hijos.
El rey se distinguió por su bondad, justicia,
caridad y piedad. Educó a sus hijos tal como lo hizo su madre con él.
Participó en dos cruzadas para recuperar los
lugares santos y frenar las invasiones musulmanas. En la segunda cruzada
enfermó de disentería cerca de Cartago (norte de África). Murió en agosto de
1270.
Dejó un “testamento
espiritual” al hijo que le sucedería, el futuro Felipe III, donde le
da instrucciones para ser un gobernante sabio, justo y santo.
6.-
SAN ESTEBAN DE HUNGRÍA
San Esteban fue rey de Hungría, esposo de
la Beata Gisela de Baviera y padre de San Emerico.
Tuvo un gran cariño por la Iglesia y procuraba
ser un ejemplo de piedad para sus súbditos. Solía disfrazarse para salir de
noche a repartir ayudas.
Educó a su hijo con esmero y le dejó escritos
varios consejos sobre las virtudes que debe cultivar un monarca.
Juntos defendieron al reino del ataque de
Conrado II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo, el joven
falleció durante una cacería. Cuando se enteró de la noticia, Esteban exclamó: “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó. Bendito sea
Dios".
El rey nombró como sucesor a su sobrino Pedro
Orseolo. El santo murió el 15 de agosto de 1038, día de la Solemnidad de la
Asunción de la Virgen María, de quien fue un gran devoto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario