Se acerca la fiesta de la Divina Misericordia, el próximo domingo 24 de abril, y con ella emerge el rezo de la Coronilla, una devoción extendida en el mundo por los fieles que han acogido el mensaje entregado por el mismo Jesús a Santa María Faustina Kowalska.
Inés Mery, voluntaria de la Fundación Santuario de
la Divina Misericordia en Chile, y fiel difusora de esta devoción, explicó a
ACI Prensa cinco motivos para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.
1.- ES UNA ACTITUD DE
CONFIANZA
Jesús se apareció a Santa Faustina entre el 13 y el 14 de septiembre de
1935 en Vilna (Lituania) y le pidió dar a conocer su Misericordia a través de
la difusión de Su imagen con la inscripción que dice “Jesús, en Ti
confío”;
a través de la fiesta de la Divina Misericordia y el rezo de la
Coronilla.
Las personas que rezan esta coronilla ofrecen a Dios Padre “el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad” de
Jesucristo “como propiciación de sus pecados, los pecados de sus familiares y
los del mundo entero. Al unirse al sacrificio de Jesús, apelan a este amor con
el que Dios Padre ama a Su Hijo y en Él a todas las personas”, explicó Mery.
“En esta oración se pide ‘misericordia para nosotros y
el mundo entero’”, “agregando a ello una actitud de confianza”, agregó.
De esa manera, “cumpliendo las condiciones
que deben caracterizar cada oración buena (la humildad, la perseverancia, la
sumisión a la voluntad de Dios), los fieles pueden esperar el cumplimiento de
las promesas de Cristo que se refieren especialmente a la hora de la muerte: la
gracia de la conversión y una muerte serena”.
“Gozarán de estas gracias no sólo las personas que
recen esta Coronilla, sino también los moribundos por cuya intención la recen
otras personas. Jesús le dijo a Santa Faustina: ‘Por el rezo de esta coronilla
Me acercas la humanidad’” (D. 929),
describe la Santa en su diario.
2.- SE OBTIENEN GRACIAS
EXTRAORDINARIAS
Jesús dijo a Santa Faustina “hija mía, anima
a las almas a rezar la coronilla que te he dado. A quienes recen esta
coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan” (D. 1541).
“Reza la coronilla que te he enseñado” porque “a través de ella obtendrás todo, si
lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad” (D. 1731).
“A las almas que recen esta coronilla, Mi
misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte”
(D. 754), los defenderé “como
Mi gloria a cada alma”, “o cuando los demás la recen junto al agonizante,
quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca del agonizante es rezada esta
coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve al
alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa Pasión de
Mi Hijo” (D. 811).
“Hasta el pecador más empedernido, si reza esta
coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita” (D. 687), prometió Jesús.
3.- ES UNA ORACIÓN
PERSONAL Y COMUNITARIA
La Coronilla está destinada a ser rezada tanto en comunidad como
individualmente.
En ese sentido, “al decir ‘nosotros’ se
refiere tanto a la persona que la reza como a todos aquellos por quienes se
reza; al decir el ‘mundo entero’ se refiere que se reza tanto por vivos como
por difuntos”, explicó Inés Mery.
Al recitar la Coronilla de la Divina Misericordia “Jesús nos pide
que imploremos la misericordia ‘para nosotros’, enseñándonos así a combatir el
egoísmo en la oración y de ese modo hace de la oración de la Divina
Misericordia un acto de amor sacrificial”.
Cuando se reza la Coronilla “nos unimos al
sacrificio de Cristo en la cruz en el que Él se ofreció para nuestra salvación.
Al recitar las palabras ‘Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo’, lo
hacemos en virtud del amor que Dios Padre tiene por su Hijo, y en Él, por todos
los hombres. Así pues, recurrimos al motivo más fuerte para ser escuchados por
Dios”.
4.- SOLO TOMA 5 MINUTOS
La Coronilla de la Divina Misericordia se reza con un rosario. Se inicia
con la señal de la Cruz y luego el rezo de un Padre nuestro, un Ave María y el
Credo.
Luego al iniciar cada decena se recita “Padre
Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu
Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados
y los del mundo entero”.
En las cuentas del Ave María, en vez de recitar esta oración, se dice
diez veces “Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de
nosotros y del mundo entero”.
Al terminar las cinco decenas se dice tres veces las palabras “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia
de nosotros y del mundo entero” y se puede añadir “Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una
Fuente de Misericordia para nosotros, confío en Ti”. “Santa Faustina, Ruega por
nosotros”. “San Juan Pablo II, Ruega por nosotros”.
5.- SE PUEDE REZAR A
CUALQUIER HORA
La Coronilla puede ser rezada a cualquier hora. “A
veces existe la equivocación de creer que hay que rezarla a las tres de la tarde,
cosa que Jesús no pidió”, afirmó Mery.
“Las tres de la tarde, que es la Hora de la Gran
Misericordia, está dirigida al Hijo, Jesucristo, a contemplarlo en su Pasión”
en cambio, “la Coronilla está dirigida al Padre Dios”.
“Lo que se puede hacer y se hace en varios
santuarios de la Misericordia, es que a las tres de la tarde se contempla un
momento la Pasión de Cristo y después se reza la Coronilla”, explicó.
“A cualquier hora que se rece la Coronilla, lo
importante es comprender que con esta oración le pedimos al Padre que nos
mire a través de las heridas de su Hijo Jesús y, que al mirarnos a
través de las heridas de su Hijo, no nos trate como merecen nuestros pecados,
sino que nos trate conforme a su gran bondad y misericordia”.
“Vi una gran claridad y en ella a Dios Padre. Entre
la luz y la Tierra vi a Jesús clavado en la cruz de tal forma que Dios,
deseando mirar hacia la tierra, tenía que mirar a través de las heridas de
Jesús. Y entendí que Dios bendecía la tierra en consideración a Jesús” (D. 60), describe el diario de Santa Faustina.
POR GISELLE VARGAS
| ACI Prensa
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