Ayer domingo, durante la bendición de la primera piedra del santuario de la Divina Misericordia en Santiago de Chile, el Cardenal Celestino Aós, advirtió que el aborto “no es misericordia”, así como tampoco la “mutilación” de la enseñanza moral y religiosa.
La Misa de bendición se realizó el 24 de abril, día en que se celebró la
fiesta de la Divina Misericordia. En la ceremonia estuvieron también presentes
los fieles de la parroquia Santa Faustina en la comuna de Colina, iglesia a
cargo del futuro santuario; su párroco, P. Juan Ignacio Schramm; bienhechores y
responsables de la obra material; así como devotos y autoridades locales.
En su homilía, el Cardenal Aós expresó que “no
es misericordia matar inocentes en el aborto, no es misericordia ni para el
niño que se elimina, ni para la madre a quien se le quiere presentar esa acción
como una solución”.
“No es misericordia mutilar al ser humano no cuidando
su desarrollo y enseñanza moral y religiosa; no es misericordia, avanzar y
abandonar al que se queda atrás”, agregó.
En ese sentido, el Purpurado expresó que “estamos
llamados a construir una cultura de misericordia” a través de las obras
de misericordia “artesanales”, ya que “ninguna de ellas son iguales a las otras. Aunque sea
único el Dios que las inspira, cada una adquiere una forma diversa”.
El Arzobispo de Santiago explicó que “la
Misericordia tiene el rostro de la consolación”. “Es cierto, a menudo pasamos
por duras pruebas pero jamás debe decaer la certeza que el Señor nos ama, su
Misericordia se expresa también en la cercanía en el afecto y en el apoyo que
muchos hermanos nos ofrecen cuando sobrevienen los días de tristeza y
aflicción”.
“Todos tenemos necesidad de consuelo porque ninguno
es inmune al sufrimiento, al dolor y a la incomprensión” y “Dios nunca permanece distante cuando
suceden se viven estos dramas”.
“Una palabra que da ánimo, un abrazo que te hace
sentir comprendido, una caricia que te hace percibir el amor, una oración que
permite ser más fuerte. Son todas expresiones de la cercanía de Dios a través
del consuelo ofrecido por el hermano”, ejemplificó
el Cardenal Aós.
Luego de la homilía se leyó y firmó el decreto correspondiente a la
construcción del santuario de la Divina Misericordia se bendijo el terreno y a
los fieles presentes y se colocó la primera piedra en los cimientos donde
estará ubicado el altar.
En adelante se espera lograr el financiamiento de la obra a través de la
donación de los mismos fieles, de particulares y con distintas actividades
comunitarias para seguir expandiendo esta hermosa devoción en el mundo.
El P. Juan Ignacio Schramm recordó que por la crisis mundial y del país “quizás no es el mejor momento” para iniciar una
construcción, pero “solo la Misericordia de Dios
puede cambiar el curso de la historia, por eso estamos convencidos de la
construcción de un santuario que pida misericordia para Chile y el mundo entero
en los tiempos de Dios”.
Asimismo, anunció que a mediados de mayo se conformarán comunidades de
difusión de la Divina Misericordia para compartir y crecer en la fe y el
próximo Congreso de la Divina Misericordia que se realizará en octubre.
Reynaldo Millán, uno de los coordinadores de la Fiesta de la Divina
Misericordia, comentó a ACI Prensa que “para todo
apóstol de la misericordia” es “una gran
alegría y un inmenso gozo, ver que este mensaje se difunde y se concreta”.
“Como devotos nos sentimos felices de ver que poco
a poco el mensaje se da a conocer más, llega en un momento propicio porque el
mundo vive falta de paz, falta de Dios, de búsqueda del sentido de la vida, su
dignidad”.
Porque la Misericordia “viene a tocar la
esencia del ser humano” aquel que “quiere alcanzar la felicidad pero que solo
es posible a través de Dios”. “El mundo nos ofrece una felicidad que no es
duradera, en cambio la que nos ofrece Dios es eterna, como su Misericordia”, concluyó.
POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa
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